Veo personas tristes, obsesionadas con un objetivo en la vida, que piensan, que la felicidad está en el final del camino y no ven las alegrías que les ofrece el disfrutar de la trayectoria.

Veo personas acomodadas, que se ponen muy bien delante de los demás cuando algo les interesa, sólo cuando van a sacar algún provecho del asunto, sólo cuando van a salir ganando algo con su simpatía.

Veo personas soñadoras, con los pies por encima de la tierra, personas que creen que todo es fácil y que no hay que esforzarse, que creen que las cosas caen del cielo, que el dinero crece en los árboles y que existen duendes nocturnos que te llenan la nevera de comida y hacen las tareas del hogar.

Veo personas protagonistas, que le quitan preocupación a tus malestares, porque dicen que no es nada, que todo eso es normal, pero lo suyo, ¡Ay lo suyo!, ¡Eso si que es un drama!, lo suyo si que son problemas, lo de ellos es lo peor del mundo y su dolor es el más grande; ¿Pero y el tuyo?, eso no vale nada, el tuyo nunca es importante, el tuyo siempre es insignificante.

Veo personas falsas, que van de profesionales, que van de buena gente, que van de simpáticos y todo es una máscara, un personaje ficticio que no sale del corazón, que no son capaces de preguntar de verdad como te sientes, sólo sueltan la pregunta al aire por compromiso, por educación, sin ni siquiera intentar comprender la respuesta y lo peor es que tu creíste que eran tus amigos.

Veo personas egocéntricas, que se creen que todo el mundo está para ellos, que todos tienen la obligación de distraerlos y atenderlos, la obligación de estar atentos  a sus malestares y a sus intereses; personas que no pueden ver nada, más allá de su propia nariz.

Veo personas pedantes, que lo saben todo, que para todo tienen una respuesta, que no les falta nunca un consejo que dar, una nueva forma de decirte como tienes que hacerlo todo, porque ellos, son los más listos del lugar, los perfectos, los profesores sin defectos.

Y todas estas personas, me confunden, me abruman, me saturan, me agobian, me hacen pensar, me hacen sentirme sola en un mundo lleno; porque no entiendo como pueden ser así, como pueden pensar así, como pueden actuar así; no comprendo tantos comportamientos locos.

Y tengo dudas, sobre si ellos se dan cuenta de todo, o sólo viven distraídos en sus pequeños mundos; pero yo no puedo evitar seguir observándolos y seguir indagando en mi interior, para ver si encuentro una respuesta a tanta locura.

Por eso yo, sigo y seguiré observando.

Para mi.

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