Al pan, pan y al vino, vino. Al pan, pan y al vino, vino.
Esas son las melodías que resuenan en mi cabeza cuando amaso la levadura aquel momento no solo de trabajo sino un momento de soledad y silencio donde puedo escuchar mis pensamientos y ordenar mi mente.
Hola, me presento soy Frank y voy por la vida en un triciclo repartiendo alegría cada mañana, todos los días mi despertador me levanta a las 4 am y sin renegar dejo mi acogedora cama para preparar la levadura, la manteca, la sal, los huevos y algunos otros ingredientes que al final dan vida al desayuno tradicional de cada ser humano, EL PAN , el responsable de dar fuerza toda la mañana para que el señor y la señora vayan a trabajar y así llevar un par de dólares a la mesa de su hogar.
Ganó un par de pesos que me ayudan a subsistir, ¿vale la pena? No lo sé, es el único trabajo que se hacer y que he hecho toda mi vida, solo se amasar levadura, viví en el campo toda mi niñez en compañía de 8 hermanos y a mi padre no le alcanzaba el dinero, todas las mañanas compraba 1 dólar de pan, uno para uno, muchas veces esa era la única comida del día y cada día esperaba con anhelo ese pedazo de pan que aunque no saciaba, alegraba mi paladar.
Me mudé a la cuidad a la edad de 12 años, veía esas grandes panaderías y soñaba con abrir una y convertirme en un gran panadero, aprendí en la calle y ayude a muchos panaderos a repartir el pan, iba por las calles apretando la bocina del triciclo y gritando a todo pulmón “lleve su pan calientito “ todos compraban desde el mas pobre hasta el mas rico, todos aman un buen pan, el responsable de las dietas fallidas.
Me enamoré de una hermosa mujer, su piel morena me recordaba a un pan recién horneado, su carácter era como la masa fuerte y moldeable y su alma guardaba dulzura y un toque de sal, me uní a ella, tuve un hijo, caí en la trampa del adulterio y lo perdí todo.
Aún no me rindo porque aún guardo ese sabor en mi boca de aquella primera vez que probé un pedazo de pan,su textura crujiente por fuera y por dentro tan delirante suavidad, hace que su sabor sea irreal, ese pequeño recuerdo me da la fuerza para luchar por mis sueños y ser un gran panadero con mi propia panadería, el pan me enseño que si puedo crear tan perfecta combinación de sabores, puedo crear lo que sea, los limites son mentales y lo único imposible es aquello que no lo intentas.
oh! Dulce pan, oh! Dulce vida
en ti hallo mi regocijo
en ti encuentro mi delirio.
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