Desperté de la siesta, con los ladridos del perro, el sol se filtraba por las rendijas de las latas que cubren la ventana , pongo los pies despacio en el suelo, de tierra firme y disparejo, me acerco donde la puerta abierta deja entrar una brisa tibia de fines de noviembre. Mientras el olor del pan amasado dorándose,
va entrando a bocanadas , la veo sobre unos cajones de tomate volteados , las chalas blancas sucias con tierra, holgadas por el uso y enterradas en el empeine, curvaba sobre la batea apoyada en el borde con el delantal mojado a la altura del vientre , va ritmicamente escobillando sobre la ancha tabla , los brazos fuertes las manos rugosas, un olorcillo fresco se escapa y se mete en mi nariz, uno que conozco, el jabón resbala de sus manos , y aprieta el rectángulo verde opaco en la mano, deslizándolo sobre la prenda y volviendo a escobillar , a ratos revisa el resultado y va separando en el canasto, los que están listos para el enjuague, va metiendo entonces en un tambor cortado a la mitad las piezas , enjuagando con abundante agua, para tender en el cordel amarrado entre los árboles, me llega su olor a lavanda mezclado al fresco aroma foreste del jabón. Se detiene unos segundos a mirarme
– ven ayudarme chiquilla – dice y me hace un gesto con las manos
yo corro ansiosa, porque llevo rato esperando esa invitación, me encanta la sensación del jabón resbaladizo en las manos, la espuma, y como corre sube por el cuello ennegrecido de la camisa , ella me sostiene sobre el cajón enseñándome la técnica de la escobilla , se estimulan mis músculos a cada pasada , sonríe con su boca de escasos dientes, y me palmotea la cara con las manos ásperas, húmedas y frías. me chasconea el pelo con esa mano pesada y me abraza hacia su pecho , me lleno los pulmones de ese olor a hembra trabajada , a lavanda y a esta barra verde oscuro.
– María , María dónde estás? – grita mi madre desde la casa grande . Con un gesto me despide y me volteo a verla siguiendo con su labor , yo apenas sé leer , pero en la bolsa del jabón , dice Popeye, como el de las caricaturas.
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