Una sencilla pregunta

Una sencilla pregunta

LHF

14/06/2024

Todos en algún momento de nuestras vidas abrimos los ojos, miramos hacia arriba, con una sola pregunta en mente ¿Qué estoy haciendo?, preocupados nos levantamos, tómanos algunas prendas, salimos de casa tratando de continuar con nuestras vidas. Lo único cierto en ello es que aplazamos nuestra agonía, porque el alma a través de nuestros pensamientos nos pide encarecidamente detener el tiempo un momento, dejar la vida correr situándonos en un solo segundo para nosotros mismos logrando descubrir quien realmente somos.

Miles de personas llegan hasta su lecho de muerte sin siquiera saber quiénes fueron, vivieron de la misma manera que el mundo les enseño de excesos, vicios y diversión, tal vez estas nunca fueron malas personas o nunca dañaron a nadie lo cierto es que se dañaron a sí mismos.

He visto a muchas personas angustiadas porque saben que pronto partirán, mientras otros aun sabiendo que puede ser su último día de vida reciben su última noche con una sonrisa.

La paz en uno mismo no se logra de manera sencilla, para conocer la paz primero tuvo que existir la guerra. Tan simple como lo es…

La única manera en la que podemos saber que aún estamos vivos es porque existen los problemas”

Sin embargo, la sociedad ya no quiere alistarse en la guerra en busca de su felicidad, solamente vive entre caprichos y mediocridades, se cierra en su mundo a un sabiendo que afuera hay personas que están en las mismas condiciones, pero aun con todo eso en contra siguen adelante.

¿Qué estoy haciendo?…

Una pregunta tan sencilla de responder, pero con mucho esfuerzo para llevarla a cabo. Conocerse lleva su tiempo, pero cuando sientas la angustia, y el corazón está a punto de salir del pecho por tanta preocupación, solo quiero decirte que ese es el tambor que invita a levantarte todos los días no con la pregunta de ¿Qué estoy haciendo? Más bien ¿Qué es lo que quiero hacer por el resto de mi vida?

Créeme el primer día no será sencillo, la primera semana la sentirás una eternidad, tu corazón latirá tan fuerte que marcará cada segundo del día, pero al pasar los días conocerás la verdadera paz, aquella que se forja con esfuerzo y dedicación, aquella que nos acompañará desde que abrimos los ojos al inicio del día y descansa junto a nosotros al llegar la noche.

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