El secreto de la playa

Las historias de amor no siempre son felices, pero siempre son hermosas sea del tipo que sea, cuando es amor verdadero puro e inocente no entiende de sentido común, ese amor es libre somos nosotros los que lo encarcelamos los que le imponemos obligaciones y lo peor son las condiciones, nos hemos encargado de decirle al amor que esta prohibido sentir. Pero no, el no entiende de esto el amor solo entiende de conexión, de la pureza de las almas, el amor solo hace lo que le da la gana. Hay que ser muy ruin para castigar a alguien que se dejo llevar por el amor y a hecho eso, lo que le ha dado en gana. María es una de esas personas que ignoraron el mundo y dejaron libre al amor, le quito todas las cadenas y se dejo embriagar por la satisfacción de que sea él el que gobierne su vida. 

en un tranquilo pueblo costero, donde el rumor del mar se mezclaba con los susurros de la brisa, vivían dos mujeres cuyas vidas estaban entrelazadas de una manera especial.

María, de cabello oscuro como la noche, y Lucía, de ojos brillantes como el sol del mediodía, compartían una conexión que iba más allá de la amistad. Se encontraban en secreto, lejos de las miradas indiscretas, en el rincón más apartado de la playa o en la intimidad de la casa de María.

Ambas se conocieron en la infancia, cuando las risas inocentes y los juegos en la arena forjaron un lazo que creció con el tiempo. Pero conforme crecían, descubrieron que lo que sentían era más profundo que una simple amistad. Sin embargo, en un pueblo donde las tradiciones y las expectativas pesaban tanto como las rocas en el fondo del mar, sabían que su amor debía permanecer oculto.

En la adolescencia los días transcurrían entre encuentros furtivos donde ambas se entregaban al amor pasional en la intimidas que solo la soledad lograba darles, nunca nadie sospechó de esto a pesar de las miradas cargadas de complicidad que se lanzaban la una a la otra descaradamente frente a la sociedad. Cuando paseaban por el mercado, mantenían una distancia segura pero cercana pues a este punto no soportaban estar la una sin la otra, nunca lo ocultaron demasiado y la gente solo atribuía su cercanía a que eran grandes amigas, era así que podían tomarse de la mano bajo el manto estrellado, sentían la libertad que solo el amor verdadero puede otorgar.

Pero a medida que el tiempo pasaba, los años comenzaban a pesar y la gente comenzó a hablar, en aquellos tiempos tener casi 30 y aun no haberse casado era muy mal visto, la presión de la sociedad comenzó a ser un problema. La familia de lucia acordó un matrimonio con un joven bien acomodado de aquel pueblo, ambas quedaron devastadas pero lucia no quería llevarle la contraria a sus padres y decidió ceder, esto las alejo algunos años, años en los que lucía se arrepintió terriblemente ya que maría salió del pueblo a buscar su futuro, ya no soportaba los Comentarios susurrados a sus espaldas, miradas de desaprobación y la constante sensación de estar atrapada en un mundo que no la entendía se volvio cada vez más difícil de soportar. Se fue a la ciudad y disfrazo su poco gusto por los hombres como castidad religiosa y se hizo monja, pudo estudiar y en el pueblo no se supo más de ella.

Una tarde, mientras lucia caminaba sola por la playa se encontró con María quien había vuelto por el gran amor de su vida, se vieron a los ojos y se dieron cuenta que los sentimientos nunca se desvanecieron, se abrazaron, cinco años no cambiaron nada y aunque la última vez que se vieron fue discutiendo ahora se amaban más que nunca, maría le dijo que podían huir y vivir lejos de la sociedad, ella ahora tenía los fondos para hacerlo pues mientras el pueblo quedo congelado en los años sin nada nuevo , el mundo había avanzado. María tomó la mano de Lucía con firmeza y la miró a los ojos. «¿tendremos esta aventura?», dijo con una sonrisa. Lucía la abrazó con fuerza, sintiendo el peso de las palabras, pero también la fortaleza de su amor.

Decidieron enfrentar juntas lo que viniera, sabiendo que mientras estuvieran juntas, podrían superar cualquier obstáculo. O al menos eso pensaron pues las malas lenguas comenzaron a esparcir rumores que llegaron a los oídos del esposo de lucia. Dos mujeres planean huir del pueblo se decía, veían su amor como lo mas maldito que puede haber, el pecado mas grande en ese pueblo lleno de prejuiciosos. Un día Lucia preparaba una bolsa con un poco de ropa cuando de repente llego el marido la vio y de inmediato supo que la mujer envuelta en los rumores era su propia esposa, se puso furioso, arremetió contra lucia quien milagrosamente pudo herir al hombre y salió corriendo en busca de María, ahora todo el pueblo buscaba a las mujeres las harían pagar por la deshonra al hombre y el pecado de ellas.

Lograron llegar hasta la playa, ya no tenían escapatoria, se miraron y compartieron un último beso, sabían que la única opción para que su amor quedara marcado en la eternidad era trascender, pues de una u otra manera les arrebatarían la vida, preferían morir con dignidad y juntas. Alguna vez juraron que estarían juntas hasta que la muerte las separara y estaban dispuestas a cumplirlo.

 Y así, en un pueblo donde las olas rompían contra la costa, María y Lucía escribieron su propia historia de amor, desafiando las expectativas y encontrando la verdadera felicidad en los brazos una de la otra.

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