El agua de la eterna juventud

Hace mucho tiempo existió un lugar donde se decía que existía un hada que cuidaba el agua de la eterna juventud, era un espacio mágico donde solo se encontraba en ella un gran árbol de cerezos que era rodeado por el agua de la eterna juventud, el árbol que media más de 10 metros, era tan hermoso que a simple vista podría parecer como si fuera irreal, sus colores tan vividos y el olor tan hermoso que percibía era tan dulce, aunque al principio solo era un simple invento de pueblerinos alejados de la cuidad poco a poco se fue haciendo cada vez más conocido, todos hablaban de ese lugar mágico al que nadie podía acercarse ni mucho menos sabían donde quedaba ese lugar tan mágico al que todos anhelaban conocer cuando fueran lo suficiente fuertes para acercarse y luchas contra el hada, nadie sabía si solo era un simple rumor o si en verdad existía hasta que un día un hombre regreso con vida para cambiar el mundo entero con su historia.

Todos estaban ansiosos de conocer al único hombre que había regresado con vida y que estaba ahí para contar toda su experiencia, nadie conocía su cara, mi su edad ni mucho menos como era, pero aún sin conocerlo todos tenían una gran necesidad de saber quién era y más si conocían un poco de su historia, había muchos que no creían en eso, la mayoría eran personas que eran de mente cerrada a la que esas cosas no les interesaban ni creían que fueran posibles. Nadie  conocía a aquel hombre antes de haber estado en ese lugar tan «hermoso» como era llamado o incluso «el paraíso», pero tal fue la impresión de todos al escuchar aquella revelación  que hizo que todo lo que creían acerca de ese lugar fuera desvanecido en segundo. 

Habia escuchado mucho sobre un lugar donde  decía ahí estaba lo que necesitaba y por supuesto era el agua de la eterna juventud, yo siendo una persona de mayor pero con un excelente físico ya que entrenaba 5 veces a la semana por 4 horas, comía bastante bien por lo que me veía de menos edad y cuando me preguntaban mi edad y se las decía todos se sorprenden de que tengo una edad para algunos ya avanzada y aunque no lo quisiera admitir era una edad en la que físicamente ya no podría hacer nada pero al tener esta vida tan productiva y en movimiento no se me hacía raro, un día decidí buscar ese lugar tan buscado por todo tipo de personas, sentía una necesidad muy grande por conocer y ver por mis propios ojos si aquello de lo que se habla era real así que ahí empieza mi gran historia.