En la vida existen sucesos que cambian la perspectiva de como vemos el mendo y a las personas que nos rodean, pueden ser eventos grandes o pequeños. Por ejemplo, un día en la escuela, hablando con un buen amigo. 

¿Qué ocurre con las parejas de hoy? esa pregunta es la chispa que detona una plática reflexiva con mis mejores amigos.  No entendemos qué ganas tienen de lastimarse el corazón con otra persona, muchas de nuestras platicas respecto a este tema terminan en un argumento que para nosotros es válida “el amor no es lo mío”

Pero en esta ocasión fue diferente simplemente no dejaba de pensar en uno de mis mejores amigos hace días que lo veía triste, lastimado y deprimido. En cualquier otro momento o circunstancia me hubiera limitado a burlarme de él o a hacer un comentario sarcástico sobre la situación para hacerlos reír, pero esta vez no fue así, ver como un corazón roto puede hacer que una persona se desvanezca me hizo sentirme triste y empecé a cuestionarme por qué realmente digo que tener una relación no es para mí. Tal vez el miedo inseguridad, traición, pueden ser cosas que me hagan preferir mantener a raya mis latidos y mis sentimientos por otra persona. Traté de ponerme en su lugar, hablé con él y le di consejos para superar esa situación y mientras lo hacía sentía que él estaba cada vez más tranquilo, pero ahora era yo el que estaba preocupado. El hecho de huir del amor no significa que no me haya atrapado alguna vez. Mientras me contaba sus problemas yo recordaba lo es míos, comencé a entender por qué se sentía así y me hizo recordar que en algún momento yo me sentí igual. Sus palabras abrieron una puerta al pasado que creí que había cerrado. Y al echar un vistazo me di cuenta por qué esta vez me puse tan reflexivo. Compartíamos el mismo dolor sabía exactamente lo que estaba pasando, pero tenía miedo de recordarlo y tontamente mi voz se cerró y no supe que decirle porque me di cuenta de que los 2 estábamos en la misma situación, a pesar de que ya habían pasado varios años de lo que yo había sufrido. Sólo 5 minutos de escucharlo me hicieron retroceder años en mi vida y después de pasar por toda esa oscuridad recordé que fue lo que me ayudó a salir. Hay que recordar que cuando algo nos hace sufrir tarde o temprano tiene que terminar y es mejor pensar en qué vamos a hacer después a cuánto tiempo va a durar el tormento. Continuaron las clases y cuando era la hora de retirarnos de la escuela me acerqué y le di las gracias El extrañado me preguntó ¿por qué? y como no quería delatar la fría personalidad que presumo, lo único que pude decirle fue: «Por recordarme que el amor no es para mí». Después lo abracé y cada una se dirigió a su casa con una idea diferente en comparación con la que despertamos e iniciamos las clases.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS