ATAQUE EXTRA-TERRESTE – HOMBRES MURCIELAGOS

ATAQUE EXTRA-TERRESTE – HOMBRES MURCIELAGOS

ATAQUE EXTRA-TERRESTE -HOMBRES MURCIELAGOS

La situación es la siguiente, se está construyendo un espejo entre el sol y la tierra que gira en mismo sentido que la tierra con respecto al sol, hasta ahora, llevan construido un 40%, del tamaño que debe tener para filtrar los rayos del sol. Esto produciría que la luz del día no llegue a la tierra y el planeta quedaría en una semioscuridad que no permitiría cultivar nuestros alimentos y establecería un sistema de luz donde crecerían cultivos que los extraterrestres podrían desarrollar con semillas inteligentes. Además de darle a los hombres murciélagos la posibilidad de moverse en su ambiente y nos complicaría la defensa del planeta.

Ustedes, son los nuevos pilotos que tendrán las mejores naves de cazas para enfrentar en el espacio a los hombres murciélagos y destruir el espejo que terminara con la vida humana en la tierra.

Estos cazas, son a propulsión y no tienen ningún circuito electrónico, volarán a ciegas, se guiarán por las estrellas, el sol y los planetas. Los murciélagos, tienen equipos que absorben la energía de nuestras naves y las dejan obsoletas por esa razón, los cazas no llevan rayos láser, misiles o bombas electrónicas o inteligentes, son bombas manuales. Y no tienen ningún dispositivo eléctrico para funcionar, es lo mejor que pudimos crear. Los cazas tienen motores nuevos que no tienen elementos electrónicos de ningún tipo. Es solo combustión por formulas químicas de combustibles. Se operan manualmente. Los llamamos ¨Los Ciegos del Espacio¨.

–General: ¿cómo lo destruimos?, ¿si no tenemos medios electrónicos de disparo? –, pregunto el capitán de la escuadra.

–Buena pregunta, solo tienen ametralladora para defenderse de los cazas enemigos, y tienen bombas que se detonan contra impacto al estilo kamikaze–, aclaro el General y agrego: es una misión de la cual no volverán.

No volverán por dos razones, no tienen combustible para volver y las posibilidades que lleguen al objetivo es de cada diez cazas, con suerte llegaran dos. Con el impacto de uno, es suficiente para destruir el espejo en su totalidad.

Tomar esta misión es dar la vida por el planeta, será un ataque de mil cazas, especialmente preparados, fue un trabajo muy arduo armar estas unidades de combate.

Con lo que respecta a la escuadra, ustedes son 300 pilotos que fueron juntados de distintos países y que tienen la opción de levantarse e irse sino quieren morir en el espacio.

¿Si hay alguien que no quiera tomar esta misión, que se levante y se valla?, no lo culpo, todos tenemos familia y la vida de cada persona es una decisión personal

Hubo silencio en el recinto y nadie se levantó.

–El capitán de la escuadra, se levantó y dijo: preferimos morir antes de ser dominados, seremos libres y no esclavos de estos murciélagos–, grito con fuerza el capitán, Albamonte

¡Por la tierra!!!!, ¡¡¡¡por la tierra respondió la escuadra!!!!!

Recibirán una instrucción rápida de como maniobrar con los cazas nuevos y se les enseñara la formación alcaucil. Donde se pone la jeta para que los cazas más armados queden protegidos de la artillería de las naves, murciélagos.

Saldrán cuatro escuadras, una de América, otra de Europa, Asia y África.

Sera un ataque relámpago y del cual los habitantes de la tierra nunca olvidaran.

Tenemos también una buena noticia, aparentemente, el Coronavirus que tuvimos en la década pasada, había sembrado una semilla para que cuando decidan invadir los murciélagos, la semilla del Coronavirus brotaría y muchos de nosotros nos transformaríamos en una unidad de combate que ayudaría a los murciélagos a desembarcar en la tierra. Gracias a Dios, nuestros laboratorios lograron descifrar la codificación que altera nuestro ADN y antes de partir todos tienen que ser vacunados para evitar que suceda los hechos descriptos.

Las formaciones serán de treinta naves en forma de triangulo en el cual tomara la posición como si fueran un alcaucil, porque las naves que estén en la parte exterior del triángulo o icono son las que pondrán el lomo para que las mas armadas, que van a estar en el corazón de la formación lleguen ilesas y pasen las barreras de las artillerías de las naves enemigas.

Emos hechos los cálculos y de acuerdo con las dimensiones de las naves de los murciélagos y su capacidad de almacenamiento, siempre y cuando no reciban refuerzos. El parque armamentístico de nuestros enemigos no alcanzaría para detener el ataque. También calculamos que muchas de sus naves van a ser derribadas. Si logramos estos dos elementos, llegaremos al objetivo.

A las 08:00 horas de mañana será lanzara el ataque, creo que eso es todo.

–Se que no están lo suficientemente bien entrenados para esta misión, pero el que es piloto, sabe lo que tiene que hacer, asique: ¡vayan y hagan! –, marco el general.

¿Hay alguien que tenga algo que decir antes de cerrar el encuentro táctico? –, remarco nuevamente.

Hubo silencio y reflexión de saber que no se vuelve.

–Descansen y rompan filas–, eso es todo, yo también voy a ser parte del convoy de ataque y seré él primero en caer. ¡¡¡Por la tierra!!!, ¡¡¡Por la tierra, general!!!–, dijo la camada guerrera.

Ya en el vuelo, se agruparon las naves, en forma de triangulo, con el general al frente.

Cóndores del uno al diez, somo diez formaciones de treinta cazas, cada formación es un cóndor, estamos entrando en zona de combate, apaguen todos los circuitos electrónicos de cada nave y estén listos para activar las bombas en forma manual, motores en forma manual, sin impulsos electrónicos, si llegamos a pasar el fuego de la artillería.

Alla viene el fuego enemigo, aceleramos a toda potencia, estábamos solos, sin radio, sin comunicaciones, empecé a ver como caían mis camaradas, logramos destruir unas de sus naves, la pelea era ardua, yo iba en el corazón del alcaucil, la operación fue un éxito, no llegamos al cristal, pero después de varias horas de lucha, logramos destruir sus naves.

Salimos del silencio de radio y unas cincuenta naves, logramos sobrevivir y íbamos derecho hacia el cristal.

Me despedí y dije a mi tropa, voy derecho a destruirlo, pero no pude llegar rebote y di un par de vueltas, tenia un escudo protector. No me aniquilaba, pero no me dejaba llegar al objetivo.

Le di la orden a mi tropa de ponerse en formación como los vagones de ferrocarril, todos en la misma línea y me coloqué en el último vagón, ósea el último en impactar.

Las naves empezaron a chocar con el escudo y a rebotar, pero el escudo que operaba como una esponja, tenía que recuperarse, después de cada impacto y fue cuando llego mi turno que penetré el escudo y fue lo último que vi.

El general lo logro, el escudo esta cayendo dijeron sus camaradas, ¡¡llego!!, ¡¡llego!!

Al ver que quedaban partes todavía intactas, pero ya sin escudo, el escuadrón decidió terminar la misión. ¡¡¡Por la tierra!!!, ¡¡¡Por la tierra!!!–, dijo el último antes de estrellarse.

Fin.

Autor: Sergio Eduardo Brook

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