Soy un borracho, mi patria es el mundo entero
estoy ebrio… En este momento estoy ebrio,
tan ebrio que no distingo entre la luz y la oscuridad
por mis venas circula lentamente la libertad,
la libertad, quiero conocer mi patria, la patria de la que soy dueño.
Soy dueño del mundo y esta alma es mi equipaje,
voy por el camino con mi armadura de hombre
las aves cantan, el bosque me ofrece su fruto
y las mieles de la primavera.
El viento aúlla con fuerza entre mi cabello
susurrándome los secretos de este viejo valle.
El sol alumbra mis pasos, el agua calma la sed
me digo a mi mismo que
– andar este camino es ardua empresa,
pero con paso ligero, avanzo seguro.
Encuentro el rio como Narciso
y su reflejo me entrega la imagen del hombre
que busca su patria.
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