Madrid 23/4/2024
Nueva Numancia
La primera vez que escuché el nombre de Numancia, creo que fue en el 6 curso de Educación General Básica la conocida ( E.G.B) el profesor explicaba, no mucho las Guerras Púnicas y la decisión que tomaron aquellos ciudadanos de Numancia, con la inmolación de su habitantes antes de caer en manos de aquellos invasores extranjeros ( Romanos). Dos fotografía acompañaban al libro de texto, un descampado de gran extensión de tierra, según los arqueólogos se encontraría bajo la capa de tierra los restos de la orgullosa ciudad celtíbera de Soria y en la otra página un Arco de Triunfo levantado a pocos kilómetros en el municipio de Medinaceli y que nadie nos pudo explicar porqué se construye en un aldea que sin duda no era un núcleo importante para RomA. ‘Y me dije’, cuando fuera mayor y tuviera coche visitare ese pueblo y las ruinas de Numancia. Ya que no me enteré muy bien de esas tres guerras Púnicas de más de cien años peleándose los unos con los otros que asolaron la península ibérica durante años.
“Cuarenta y seis años después en 2018, por fin pude entender y comprender esa longevidad conflictiva a manos de una trilogía literaria de los libros Africanus escrita por el autor D.Santiago Posteguillo”.
Lo malo, es que no, nos explicó bien la historia ese profesor. Y lo comprendí con este narrador histórico, enganchando en su lectura, disfrutando del saber y jugando con sus personajes ficticios la pasión por esta incomprendida lección de E.G.B hace cuarenta y seis años atrás.
Lo causal llegó otra vez dos años después con doce años, invitación a una ceremonia eclesiástica a pocos metros del contemplativo Hotel Palace en la Plaza de Jesús, en el templo dedicado al Cristo de Medinaceli. Nos convocaron para la celebración del sagrado sacramento de matrimonio.
Al escuchar Medinaceli, relacioné el nombre con Numancia y el Arco del Triunfo que vi dos años antes en mi libro de texto, al enterarme de que allí falleció Almanzor en batalla y fue enterrado especule el motivo de la construcción del Arco del Triunfo. Pero enseguida me di cuenta del error por la diferencia de siglos, en la edificación del Monumento Romano, “tal vez las puertas de entrada de acceso a la ciudad, cercada por alguna muralla ya desaparecida”.
No volvería a recordar el renombre de la provincia Soriana hasta nueve años después, ese veintitrés de abril de mil novecientos ochenta, mis dieciocho años recién cumplidos, la agencia de colocación me mandó a la calle Lomas de Horcajo, en una entrevista de trabajo, la calle paralela a la Avenida de la Albufera. Al salir de allí me fijé en la boca del Metropolitano, su nombre era “Nueva Numancia «.
Cruzaba por la superficie, por un paso de cebra a pocos metros de unas de las salidas, así durante veintisiete años, pasaba por el lado durante ese periodo laboral.
“Hoy en día si o si, realizó el recorrido en superficie con el bus, o por el subsuelo por el metro”.
Dos años después de mil novecientos ochenta conocí a Paco, mi mejor amigo que vivía en el Pozo del Tío Raimundo, visitándole muy a menudo, la casualidad me llegó en mil novecientos noventa y cuatro, cuando la empresa se trasladó al polígono industrial del pueblo Vallecas, pasando por debajo de las vías de cercanía por un túnel de un solo ojo para ambos sentidos regulado por semáforos y escasos metros de la fatídica estación que en dos mil cuatro absorbió la ira y el odio de los terroristas islámico, pasando diariamente entre la ocho de la mañana y después sobre las ocho de la tarde. Ese dia me fije antes de pasar por túnel un potente chorro a presión salía de la calzada llegando a los tres o cuatro metros de altura y una inmenso ulular de coches de emergencia.
Como homenaje al desdichada fecha lo mencione en mi libro ‘Manuelita la Turista”, cuando la tortuguita vuelve para Madrid y se traslada en los rápidos y eficaces medio de transporte ferroviarios envidiados por Ciudadanos del Mundo y agradecidos Turistas y viajeros que les facilitan enormemente la comodidad de recorrer las distancias que les separan de sus objetivos turísticos. Cómo lo lleva realizando la Tortuga Manuelita la Turista, durante ese trayecto de la línea, uno, pasando siempre por esa “Nueva Numancia” heredada de la sacrificada tierra Soriana asediada por las órdenes del General Escipión conocido como el Africanus, de que no, quiere renegar de su libertad y ser un esclavo del nuevo imperialismo económico mandado por ese AmoR duradero que caracteriza al ser humano por sobrevivir en las inclemencias y tempestades del odio de los meno buenos, los destructores de cualquier civilización creada por los pilares fundamentales del cariño y la adoración por la Vida. Como se suele decir después de la tormenta llega la calma, La tortuguita pasa por el barrio de Pacífico, nombre dado en recompensa obtenida del portuges Fernando de Magallanes en sus viajes por mares violentos temporales y fuerte DANAS llegando a las aguas del nombrado océano.
En en mil novecientos ochenta y tres, vi una película histórica de la resistencia de los zelotas judíos en una meseta llamada Masada en el siglo I después de Cristo y ogullo del pueblo Judío contra la RomA imperial. Que me recordó la resistida y olvidada digna sacrificada “Numancia” arrinconada de la historia en la “Hispania Romana” no interesada para los descendientes de esas mezcla de razas de la reciente llamada Piel de Toro. Preguntándome si esa historia cayera en manos de un buen director de cine norteamericano se convertiría en un excelente largometraje, como se hizo con la historia del “Cid Campeador”. En dos mil diecisiete, leí en ese año dos libros que bebí de su contenido histórico aprendiendo un poquito más de la “Numancia”, un excelente libro titulado “ Una conjura de Hispania” de Lindsey Davis y Numancia de José Luis Corral.
Dos años después en un libro del profesor de latín y escritor, defensor del mundo Romano que en sus clases del latín saboreo sus palabras, desde hace una década en Radio Nacional de España, con sus “Calamares a la Romana” de Emilio del Río, descubriendo que la fábula de la tortuga y la liebre mencionada en mi libro “Manuelita la Turista” ya estaba documentada desde hace más de dos mil años por un griego llamado Esopo, donde mi fábula, los animales del bosque se ríen de la competitiva y orgullosa liebre del siglo XXI gritando la famosa frase del imperialista Napoleón Bonaparte, modificada por mi y que en los años noventa, aprendí de mi antiguo jefe advirtiendo ante un rápido resultado y nefasto trabajo, la coletilla frase “vísteme despacio que tengo prisa” transformado su expresión por esta otra, “vez despacio que tengo prisa”.
Riéndose todos de la veloz liebre, observando en los trabajadores de mi antigua empresa, que se catalogan de los que en dos horas que curran, son más rentables que tú, en ocho horas, y pierden con frecuencia el ritmo de la labor diaria. El veintitrés de abril de dos mil diecinueve, en Onda Madrid, en su programa de Buenos Días Madrid OM. Ante la celebración internacional del libro y su lectura en España del Quijote narración obligatoria del volumen y obra maestra de nuestras universal literatura y su queja por la presentadora de qué Miguel de Cervantes, no sólo escribió el Quijote, que se le da mucho bombo todos los años en esta fecha, y que no quería ser un Grinch de esa literatura universal, pero Cervantes, escribió una obra casi olvidada Numancia y debatiendo para los ‘escruchantes’ continuó el programa.
Una vez acabado mi jornada laboral, me acerqué a la biblioteca más cercana del domicilio, solicitando el libro de Miguel de Cervantes, “ Numancia” correspondía a una obra de teatro representada para la mayoría de la población del Siglo XVI analfabetos, para que el pueblo supiera leer los acontecimiento históricos de la derrota de la ciudad celtíbera por parte de los Romanos del siglo II a.c, se desarrollaba en los corrales de comedias, ( teatros) “el parque de atracciones de esa época”, alguno más notables se encuentra en su ciudad natal, Alcalá de Henares y otro en Almagro, los dos son visitables y os llevará por la imaginación al Siglo de Oro de la literatura nacional. Comprendí rápidamente la diferencia de tiempo de la orgullosa fortaleza resistencia judía de Masada, que prefirieron suicidarse antes de caer bajo el yugo Romana en el año setenta de nuestra era Siglo II d.c, que tal vez Cervantes escuchará la veracidad de la resistencia nacionalista judia de Masada, en los años de cautiverio en Argel (1575) quedando prendado de su leyenda, comparando con la nuestra, desconocida por su heroicidad olvidada por la mayoría del País, tranqurrida trecientos años antes, que la mistica Masada, supongo como un buen Patriota, D. Miguel de Cervantes puso su pluma en marcha cinco años después de su liberación escribiendo la obra para que sus compatriotas pudieran conocer la historia del sacrificio de los orgullosos Numantino, olvidados durante siglos de su heroica crónica antes los comentarios y abrumadora narraciones de sus perseguidores defensores de la Paz Romana, ansiada por los ciudadanos de la Orbe del momento.
Defensores de la globalización de aquella época gracias a emperadores como Marco Aurelio quien alegaba haber nacido en RomA pero era ciudadano del Mundo. Y sus sucesores una vez al año el máximo Pontífice, se dirige a la ciudad de RomA y al mundo entero ( Urbi et Orbi ) ya que todos los caminos conducen a RomA desde que la Paz Romana se extendió desde la hostil y sacrificada Numancia a todos los confines del Mundo conocido por el AmoR de una civilización más justas. Igual que el latinista Twittero, Emilius illuminatum, más conocido en las redes sociales como Emilio guión bajo del Río, que en un despiste entendió que la música, conduce a RomA en vez de todo los caminos, saliendo bordada su hilar frase, y con enseñar un nuevo método en la cultura clásica, ya que sus legiones de soldados practicaban su intrusión de ejercicios militares danzando, y para bailar correctamente al son, tuvieron que hacerlo con música. Aquí, en este punto deberíamos preguntarnos, ¿Qué hicieron los Romanos por nosotros?, ¡Pues los bailes regionales! Como las famosas Itálicas, las de Hispalis, para después viajar y divertirse disfrutando los ciudadanos de la República Romana Como lo transmite ese latinista, Javier Gurruchaga al compás y su Orquesta Mondragón invitándonos a todos, viajar y disfrutar con ellos en su viajes de placeres Turísticos.
Desplazándose con mucha frecuencia, los antiguos ciudadanos romanos desde hace más de dos mil años llegando ese gozo hasta nuestros días, “aunque sea el peor oficio de la mundo”, como dice mi amigo D.Tomás, *es que te toque ser Turista*, ya que siempre estás fuera de casa!. En agosto, un año antes en dos mil dieciocho, viajamos a la antigua ciudad Romana de Tarraco, aproximada hora y media de coche por la carretera Nacional II, nos encontramos un cartel indicativo para el desvío de unos veinte kilómetros más o menos de la villa Celtíbera y después Romana de Medinaceli, ansiada por conocela en mi época escolar. Quise desviarme, pero mi compañera me convenció para la vuelta pararemos, pero la venida nos encontramos muy cansados de esos días fatigosos del disfrute de ocio y turismo de Piedras. Pasaría cinco años, en volver a tierras Sorianas, aquel sábado veintiuno de agosto del dos mil veintitrés, por fin haría realidad mi fantasía, en un viaje de placer en un tren histórico que su destino era la ciudad, ilusionado planeé una escapada para el yacimiento celtíbero de Numancia, tan solo diez kilómetros de la capital de los torrezno, pero el retraso de más de una hora en Torralba del Moral por las maniobras del enganche de otro convoy procedente de Caesaraugusta, ciudad Romana conocida como Zaragoza y el disfrute de un apetecible bocado típico de Torreznos, se nos fue el Tempus Fugit en la ciudad del Duero, de vuelta hacia Madrid, en el tren me pregunté, cuándo podré volver otra vez para cumplir mi deseada quimera de ese proyecto que me persigue desde mi infancia. Al año siguiente mis amigos prepararon un viaje en férrocarril en otro tren turístico fletado por la AAFM ( asociación amigos del ferrocarril de Madrid) para el veinte de abril de dos mil veinticuatro, le gustó la experiencia pasada con el anterior viaje a Soria por tren. Pero esta vez le llamaron el tren balnearios, el destino Alhama de Aragón, aunque nos separaban doce kilómetros del parque natural del Monasterio de Piedra y nos quedamos con las ganas de conocerlo ya que las paradas en el municipio era también corta el Tempus Fugit desistió de otra nueva aventura.
Ya de regreso a casa, en apartamento compartido del tren, se planteó en volver en coche y visitar el Monumento Nacional para el veinticinco de mayo, mientras debatimos el acontecimiento, el tren ralentizó su marcha hasta quedar parado, ante la entrada de la estación de Medinaceli, por maniobras de un convoy de mercancías. Y a mí se me abrieron los ojos como platos y pegado al cristal me embelese y explore el territorio, que mi amigo Pedro dándose cuenta me preguntó por esa fascinación, explicándole a él y al otro Turista mi utópica fantasía desde niño mi apostolada idea de conocer el Arco de Triunfo, Romano. Un poco de historia del municipio, a los que mis escuchantes estaban atentos en mi elocuentes palabras de guía y que gracias con esas intuiciones juveniles, la tortuga Manuelita la Turista, se plasmó en un pequeño Vademécum, Andrés el otro ocupante y socio de la asociación nos comentó, que los fines de semanas vienen trenes para Medinacelis, lo que agradecí la información para maquinar con mis amigos otra futura salida desde Madrid, minutos después de volver a mi asiento, el tren reanudó la marcha entrando el la estación y saliendo de ella tan despacio que me dio tiempo y mire hacia el horizonte, y en lo alto de la escarpada colina se dejaba ver el hermoso monumento romano, que señalándole la dirección con mi dedo, mis acompañantes se quedaron asombrado de la mole. Y entres idas y venidas para la villa Caput de Bovis ( cabeza del Buey) con mis padres y otras ciudades por el territorio nacional, en mi edad escolar, me di cuenta que RomA, tuvo que tener mucha fascinación y mucho apego en dejar constancia de su paso por la Hispania tribales y guerreras de multitudes tribus moradoras en su suelo y territorio de la Piel de Toro.
Y como las palabras vuelan como decía el senador romano Cayó Tito (Verba Volant) y lo escrito perdura, Manuelita la Turista, sus aventuras las escribió ese agosto del dos mil siete unos días después de visitar la ciudad Alicantina bañada por el Mare Nostrum ( Mediterráneo) ya que si alguna vez os pregunta por qué es tan importante la escritura, responderles como Alcuino, porque es la guardiana de la historia.
“Magia es cuando alguien te hace sonreír, sin estar”. ( Anónimo)
Enrique Manuel Hidalgo para El País de la Piel de Toro.
manuelitalaturista@hotmail.com
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