I. La fragilidad herida

En alas de la brisa, tenue y etérea,

va la mujer, cual mariposa en primavera.

Su corazón, un frágil cristal que palpita,

lleno de sueños que la vida marchita.

En sus ojos, un mar de emociones hondas,

reflejos de alegrías y de penas redondas.

Su sonrisa, un rayo de sol que se asoma,

mas la sombra del machismo la agobia y la asoma.

II. El daño irreparable

Mano dura del hombre, cruel y avasalladora,

hiere el alma femenina, la deja dolida y amargada.

Palabras hirientes como dagas afiladas,

laceran su espíritu, la dejan desolada.

Culpas infundadas, cadenas que la atan,

la hacen dudar de sí misma, la deshumanizan.

La sumen al silencio, la ahogan en llanto,

le roban su voz, le quitan su encanto.

III. Un despertar al alba

Mas de pronto, un destello, un alba naciente,

en la mente del hombre surge un nuevo oriente.

Los ojos se abren, la bruma se disipa,

la conciencia despierta, la verdad se palpita.

IV. El mea culpa

Reconoce el error, la culpa que lo ata,

el daño irreparable que su mano ha causado.

Siente el peso del dolor, la herida que ha creado,

y en su corazón nace un ruego callado.

V. Un canto a la igualdad

Basta ya de machismo, de opresión y desdén,

hora de construir un mundo de bien.

Donde la mujer sea libre, respetada y querida,

su voz escuchada, su esencia protegida.

VI. Un llamado a la acción

Unámonos las manos, hombres y mujeres,

en este canto de igualdad que hoy se estremece.

Derribemos las barreras, borremos las fronteras,

construyamos un futuro donde la paz florezca.

VII. Un estandarte de cambio

Que este poema sea un estandarte de lucha,

un símbolo de esperanza, una luz que nos conduzca.

Abramos los ojos, cambiemos la mentalidad,

construyamos un mundo de fraternidad.

VIII. Un legado imborrable

En los corazones y mentes grabada quedará,

la semilla de igualdad que hoy aquí se sembró.

Un canto a la mujer, un himno a la vida,

un futuro prometedor donde la paz presida.

IX. Un nuevo amanecer

Juntos, hombres y mujeres, mano en mano,

caminemos hacia un nuevo amanecer dorado.

Donde el respeto florezca, el amor reine supremo,

y la igualdad sea el faro que alumbre nuestro extremo.

JTA.

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