Las Bragas de Laura (Séptimo capítulo)

Las Bragas de Laura (Séptimo capítulo)

Durante el trayecto en el Uber, Laura no menciono palabra mas que para darle la ubicación al chofer para que la llevara a su casa, por un instante se dormito en el asiento, las bebidas le habían hecho efecto y se sentía mareada. EL chofer la observaba por el retrovisor sin decir nada, entre despierta y dormitada, Laura reaccionó y le dio otra dirección al chofer, pues no quería que un extraño llegara hasta la dirección de su casa, por los acontecimientos que había vivido con el extraño de voz áspera en su cocina.

El chofer coloco los datos de la nueva dirección en la computadora del vehículo y se dirigió hasta allí, en el trayecto Laura balbució algo que el chofer no entendió y le preguntó

Srta. ¿Qué dijo?

Laura solo atinó a mencionar

¡Nada!

Y de inmediato se durmió en el asiento

El chofer siguió conduciendo por la avenida principal, que a esa hora ya estaba desierta, pues eran aproximadamente las 3 de la madrugada.

A las 6 de la mañana, la alarma del móvil de Laura la sacó de su letargo y entre abrió uno de sus ojos y descubrió que no estaba en su cama y tampoco en su departamento, de un salto se sentó al filo de la cama, se tomó la cabeza con ambas manos y trato de poner en orden sus ideas y recordar cómo y cuando llegó hasta esa cama y en esa habitación.

Como pudo se incorporó y llegó hasta otra puerta que según la lógica debería de llevar hasta el baño, más su sorpresa fue grande, pues esa puerta la llevó hasta el garaje de la vivienda donde estaba, allí en un auto estaba un hombre durmiendo en el asiento trasero, estaba mas confundida que al principio.

¡Qué hacia allí!

¡Quien era ese tipo!

¡Cómo llego hasta allí!

Se acerco hasta el automóvil y vio que el hombre estaba profundamente dormido, hizo el menor ruido posible y regresó hasta la habitación en la que había amanecido, recogió su bolso, se colocó sus zapatos y regresó al garaje, el hombre seguía dormido o por lo menos eso era lo que Laura pensaba.

Abrió la puerta del garaje y salió hasta la calle, una calle que no conocía ni sabia en que sector estaba, rápidamente agarro su móvil y coloco su ubicación actual y el Google maps le dio la dirección de donde se encontraba; llamó a la policía y pidió auxilio, pues al parecer había sido secuestrada.

La operadora del 911 le hizo algunas preguntas de rigor para cerciorarse de que estaba bien, Laura estaba con la resaca encima y decía ciertas incoherencias, la operadora le volvía a repetir las preguntas hasta que obtuvo lo que quería.

En aproximadamente 15 minutos llegó una patrulla hasta la ubicación que reflejaba el móvil de Laura y la encontró sentada en una vereda, confundida y desorientada, una oficial mujer la ayudo a levantarse y la condujo hasta la parte posterior de la patrulla, mientras que un oficial varón se dirigió hasta el garaje de la que había salido Laura.

Ingreso sigilosamente y se acercó hasta el auto estacionado en el garaje, miró por el vidrio, pero no había nadie en su interior, buscó por toda el área del garaje, mas no había señales de nadie, tomó la puerta que llevaba hasta la habitación donde había amanecido Laura, mas no encontró a nadie, todo estaba en silencio.

De inmediato regresó hasta la patrulla para comunicarle la novedad a su compañera que estaba consolando a Laura que había caído en un estado de depresión y de llanto. Llamaron a una ambulancia para que se encargara de ella y esperaron hasta que llegara, le explicaron al paramédico las circunstancias en que la habían encontrado y luego se marcharon.

De regreso hasta la estación de policía, la oficial le hizo un comentario al oficial.

¡Que será lo que le sucede a esta chica!

El oficial encogió los hombros y siguió conduciendo.

Mientras tanto en la ambulancia le habían suministrado un calmante a Laura para que dejara de llorar y se estabilizara emocionalmente, la llevaron hasta el hospital mas cercano y de inmediato la ingresaron hasta una habitación y pidieron que el medico de urgencias la atendiera.

Le realizaron un montón de preguntas y también tomaron muestras de su sangre para enviarla al laboratorio y descartar alguna enfermedad o situación que pudiera comprometer su salud. Además, llamaron a una ginecóloga para que la revisara y descartar alguna agresión sexual.

Durante ese tiempo que estuvo en revisión, por momentos Laura recordaba cosas y por ratos no, lo que la confundía aún más, pidió que llamaran a su trabajo para informar que estaba en el hospital, desde la recepción del centro de mando hicieron las llamadas respectivas y luego le informaron a la paciente que ya sabían en su trabajo lo acontecido.

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