Buenos Aires parece un lugar post apocalíptico
En las ruinas de la gloria y escombros, la gente camina
Se adapta tranquilamente
Mientras tú me mantienes perdida en aquello
Es insaciable, pero puedo sentir tu cariño en la ausencia
¿Qué hay de mí en tí?
¿Qué hay acerca de la vida que solía desear?
¿Qué me has hecho para perder el equilibrio en mí?
Caminante y merodeador,
Paso un nuevo infierno cada vez que entras en mi mente
Me dijiste, “la vida no es tan difícil”
Quiero bajarme
Quiero bajarme y aprender
Perder mi conciencia entre las flores
Escuchando el canto de los lirios
Entonces creo:
He tenido sufrimiento suficiente
Condena que humilla, cuerpo vacilante
Mostré mis dientes a los ojos equivocados
Que me observaban y me admiraban
Simplemente por existir
Sin saberlo yo, emocionada por su sombra
Estaba siendo consumida
Agotaba cada rayo de luz en mí
Aún cuando me forzaste a ser optimista
Quise quererte, aún cuando ya no supiera como volver a casa
Te deslumbraba, mientras yo caía por las brasas de la oscuridad
Eras tú, siendo tú.
Consciente.
Sombrío.
Perverso.
Era yo.
Pequeña.
Llenando el ocaso.
En un lugar oscuro de mi mente.
Quiero una mente sana
Para que amarme no implique ser un desafío
Nunca quise ser un laberinto
La chica que le pertenece a todos
Quien no tiene nada,
Más que un barco perdido en alta mar
Incesante, inestable y ruidoso
Era lo último que me mantenía con vida,
La esperanza.
A veces superficial,a veces débil.
¿Dónde estoy?
Demasiado para un solsticio
Hallarse perdida solía ser emocionante
Queriendo llegar a las estrellas para sentir
Y encontrar figuras en las nubes
Me reía aún en el silencio.
Me hiciste desnudarme
Cediendo ante tu falta de tacto
Mi intimidad, mis miedos, mi enfermedad
El grito de la soledad
Recordando por que estoy aquí.
Y entiendo cuando mi corazón teme ante tantos cambios
Y eras tu quien lo transitaba hacia la calma
Solía decir que estaba preparada para la guerra
Que en ella, no sería un soldado
Quien moriría sola,
Durante muchos años:
He sido la sacerdotisa
Temporal en los recuerdos, aunque necesaria
Me duele pensar que has sido uno de ellos,
Que pasaron por que necesitaron de mi, en algún momento de sus vidas
Creí que te quedarías, creí que romperías el mandato divino.
No por amor, por oficio
Los escucho y les enseño el camino
Soy su inspiración y el destello lejano
Me aprecian y me desean
Como si de contemplar a Louvre se tratase
Y no había maldad en sus ojos
Pero me he encontrado muriendo
Mientras ellos rezan, yo pregunto
A quien debo rezarle mis plegarias?
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