Era como un sueño, una pesadilla que te hace correr donde tus padres al oír un ruido, cada noche tomaba más y más fuerza, se convertía en aquello que temía, con el tiempo la palabra de que los sueños se vuelven realidad tomo mucha más fuerza, este no era un sueño, era una pesadilla, como si la fantasía de un niño diera un salto hacia la realidad y se pudiera vivir en carne y hueso, para entender esto hay que volver un poco hacia el pasado, donde un joven tenía un fantasma aferrado a él, un alma que rondaba por el mundo de los vivos, todo comenzaría con David. Un adolescente con problemas para conciliar el sueño, adicto a la computadora astuto e inteligente, sin miedo a experimentar cosas, esa fría noche de invierno David decidió irse a la cama temprano con la intensión de poder estar más descansado al día siguiente, el cuerpo de David yacía tendido en su cama tranquilamente, mientras su mente retorcía su sueño, un anciano de casi dos metros de alto, con una túnica y encapuchado lo comenzó a asechar, su altura y tenebrosa presencia lo hacía parecer de verdad, poco a poco el hombre se acercaba a David sin rasgos de mover las piernas, parecía estar flotando en el aire, cada vez más cerca, la respiración de David se aceleraba más y más mientras su corazón hacia parecer que corrió una maratón entera, rápidamente David despertó de un sobresalto con las pulsaciones de su corazón a mil, sudado y pálido, ya era de mañana, a la hora de la escuela no podía dejar de pensar en el extraño hombre alto que lo asecho durante la noche, fue un sueño tan real que en su cabeza rondaba la pregunta ¿es real? Las horas del día pasaban y David llegaba a tener miedo de parpadear con el temor de que el hombre apareciera, en la hoja de atrás de su cuaderno de matemáticas comenzó a dibujar con un lápiz de carbón líneas aleatorias sin un orden común, pero se sorprendió que su dibujo tomaba la forma del hombre, tal como la silueta saliendo de las sombras, mientras pintaba una mano tomo su brazo bruscamente, David comenzó a temblar y alzando la mirada lentamente hacia arriba despertó de un sobresalto y un grito en la sala de clases, todo el salón se reía a carcajadas al ver a David gritar, totalmente pálido, perdido en su pensamiento, ya no distinguía si lo que veía era solo sueños, oh juegos que su propia mente creaba o era la realidad. la tarde de ese mismo día mientras caminaba solo hacia casa desde la escuela, sintió que alguien lo seguía, miraba hacia todos lados pero no había rastros de vida en el radio visible de David, al caminar unos metras más de donde se detuvo sintió una helada mano en su espalda, que lo empujaba hacia la derecha y hacia el frente, miro hacia atrás pensando que alguien le estaba gastando una broma, pero no había nadie, sus manos temblaron toda la tarde hasta que llegó la hora de dormir, pero nuevamente tenía miedo de cerrar los ojos y que el hombre apareciera, de tanto esperar David callo rendido a la cama sin poder más, no aguanto el sueño y se durmió, al pasar los días, en sus sueños seguía apareciendo ese hombre misterioso. Una noche mientras dormía en el sofá de la sala despertó gracias a un ruido, se asomó para ver que era y noto que algo estaba fuera de lo normal, las puertas de la casa las cuales estaban cerradas antes de dormirse estaban completamente abiertas, al cerrar la puerta principal se dio la vuelta para cerrar la puerta del patio trasero, cuando se devolvía al sofá quedo en duda al ver que la puerta principal nuevamente estaba abierta, la mente de David le hacía preguntarse a sí mismo que era lo que ocurría en su vida. Durante días se preguntó si serie una buena idea decir algo, acudir por ayuda como a sus padres, pero sabía claramente que no le creerían o que estaba loco perdiendo la razón, a estas alturas con todo lo vivido ya no distinguía si estaba loco o cuerdo. Mientras estaba reposando en su cama leyendo una novela de Tolkien sintió como en la habitación de al lado se rasgaban las cuerdas de su guitarra, el miedo lo invadía por completo ya que la casa estaba totalmente sola, a pesar del miedo que recorría todo su cuerpo, decidió ir a ver lo que sucedía, al abrir la puerta con delicadeza y temor noto que la guitarra estaba exactamente igual que como la había dejado, luego de eso un estruendo se escuchó desde su habitación, los libros que guardaba en el estante estaban en el piso sin ninguna razón, con sus propios ojos vio como la puerta se cerró lentamente sin que nadie la estuviera tocando mientras ninguna briza de viento entraba por la ventana, la desesperación que lo invadía fue tanta que su cuerpo no lo pudo soportar cayendo al piso desmayado, el rato después los padres de David llegaron y vieron al muchacho totalmente inconsciente. Al día siguiente despertó de un sobresalto, con un dolor en la cabeza como si hubiera sido golpeado por un bate de béisbol que iba a toda velocidad, no lograba reconocer donde estaba, seguía dormido y veía borroso su vista no se lograba enfocar en nada, observando el brazo y el pecho noto que estaba conectado a lectores de pulso y suero, estaba en una sala de hospital sin recordar lo que sucedió y sin entender cómo fue que llego ahí, de pronto sintió un mareo veía como todo daba vueltas a su alrededor mientras su nariz chorreaba sangre perdiendo litros de sangre, su corazón se aceleraba cada segundo más y más notaba como el escáner se aceleraba más y más comenzando a saltar, de pronto todo se calmó, David no sentía mareo toda la sangre que salía de su nariz ya no estaba, las sábanas blancas de la camilla estaban completamente limpias, se comenzó a estirar reposando en la camilla, de pronto soltó un largo suspiro, mientras abrió sus ojos lentamente, la fría mano del anciano encapuchado se lanzó sobre su cara despertando y gritando de los nervios en la sala de urgencias donde llevaba días inconsciente.
los médicos llegaron rápidamente al ver que David estaba despierto pero totalmente histérico, uno de los médicos se acerco a el inyectando una jeringa de suero relajante en su brazo -¿donde están mis padres?- pregunto David confundido mirando todo al rededor -llamen al psiquiátrico, el asesino despertó- escucho David mientras se volvía a dormir por el calmante que le fue inyectado.
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