Era una cálida noche y Morfeo dominaba mi alma cuando te vi, en ese momento mi corazón se aceleró, casi no podía procesar lo que pasaba, ¿cómo era posible que estés alli sin perturbarte y a su vez perturbándolo todo?, ¿acaso estabas en mi presencia o solo eras una alucinación producto del cansancio?, pero no, eras tu, como siempre, tan silenciosa, moviéndote en las sombras con temor de que alguna mirada se posara en ti, tus oscuros ojos anhelaban que nunca volviera a salir el sol, tu único objetivo era sobrevivir aunque la sociedad te sentenciara sin piedad ¿de qué se te acusa? ,no lo se, pero huyes como si algo grave hubieras cometido, y que me vaya al tártaro si en lo que digo falto a la verdad, pues nunca contemple a un ser más escurridizo que tu. Pero aquella noche no estaba dispuesto a batallar contra ti, ya no quedaba en mi ningún impulso para comenzar la disputa, simplemente nos contemplamos el uno al otro, y entonces algo extraño pasó y robe tu identidad, me convertí en ti, cerré la puerta, y me fui hacia los dominios de Hipnos para olvidarte de una vez y para siempre, aunque se que esto ultimo nunca será posible mientras exista vida en este planeta.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS