Cómo lograr decir todo eso que quiero? De dónde se agarra la fuerza para hacerlo? Dicen que el que no arriesga, no gana; pero en esta situación estoy casi segura que es «el que arriesga, probablemente salga perdiendo». Y ese es el punto, no quiero perder, pero tampoco quiero quedarme con la duda de si pude haber ganado.

No debería ser tan difícil, y aún así, de alguna manera lo es. Porque al final es un debate entre que quiero, pero no me animo.

Entonces, ¿de dónde saco la valentía para arriesgarme a perderte?

Pero también ¿prefiero quedarme contigo toda la vida siendo algo que no es lo que quiero que seamos?

Y así, con una pregunta, me acabo de contestar…y así, acabo de tomar una decisión.

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