Dos leyendas, dos superficies y una sola cancha

Hace 17 años, el mundo del tenis fue testigo de un enfrentamiento histórico entre dos de sus más grandes estrellas: Rafael Nadal y Roger Federer. La «Batalla de las Superficies», como se la conoce, tuvo lugar en 2007 en Mallorca, España, en una cancha mitad superficie de césped y la otra mitad polvo de ladrillo, desafiando las habilidades únicas de ambos jugadores

Por un lado Roger (N°1 del ranking en ese entonces), el maestro del juego en césped. El máximo ganador de Wimbledon con 8 títulos, la elegancia vestida de blanco. Del otro lado, Rafa (N°2 en aquel año), conocido por su dominio abrumador en la arcilla, el 13 veces campeón de Roland Garros, algo así como el patio de su casa.

Este partido fue una exhibición, ideada por el argentino Pablo del Campo, su idea era volver a jugarlo en otras oportunidades pero al final solo hubo una edición. La cancha fue creada especialmente para este enfrentamiento, en el que 7 mil personas fueron testigo de un hecho único e inolvidable.

Ambos mantenían activas sus mejores rachas de victorias consecutivas sobre sus respectivas superficies: 72 para Nadal y 48 para Federer. El ganador resultó ser el joven español de 20 años, que se impuso por 7-5, 4-6 y 7-6 (12-10). La particularidad de semejante encuentro fue que cada vez que cambiaban de lado (y por ende de superficie), también debían cambiar de calzado.

La intensidad y la destreza exhibidas en este evento único dejaron una marca imborrable en la historia del tenis. Ambos jugadores demostraron su capacidad de adaptarse a las superficies, desafiando las convenciones y ofreciendo un espectáculo deportivo de la más alta calidad.

Hoy, 17 años después, Roger ya no juega tenis de manera profesional. Se retiró en el 2022, ganando 103 títulos (20 de ellos son Grand Slam). Y Rafa está disfrutando de su último año como profesional, con un total de 92 títulos (22 Grand Slam).