Ella, con su mirada, me cautivo; su sonrisa me inspiró y, a pesar de ser inalcanzable, le sigo escribiendo a mi imposible.
¡Qué irritante es estar a su lado, querer besarla y no poder!
¡Qué estrés es mirarla y no poder tocarla!
¡Qué inapropiado es tocarla y contemplarla en mi cama!
Pero lo más difícil es saber que nunca me verá, como lo quiero cada vez que la veo.
OPINIONES Y COMENTARIOS