Borrador perpetuo.

Esta herramienta y plataforma que desconocía totalmente me ha sorprendido, pero no creo que haya sido una sorpresa, sino un ¿qué es esto? ¿por qué no lo conocía?  Soy un asiduo lector de blogs y de newletters de correo, pero no conocía este espacio.

Después de mucho reflexionar y pensar sobre qué podría escribir yo en una plataforma de escritores, yo, que hasta hace cuatro días me costaba ya no solo escribir, sino pensar en escribir… He de decir que tengo una formación técnica y desde pequeño tenía claro que me gustaba el mundo de la ingeniería, por ello, ahora mi primer pensamiento a la hora de comenzar a escribir se ha dirigido hacia los aspectos técnicos. Por tanto, la primera cuestión que quería abordar es la obsolescencia y el carácter temporal de casi todas las cosas que hay en internet. Puedes escribir algo, pero si no lo actualizas se queda perdido en ese basto mar por el que algunos navegan, otros surfean y otros bucean. Me refiero a que, por ejemplo, uno de los videos a los que hace referencia el autor del texto que nos sirve como entrada a esta plataforma ya no está disponible.

Por otro lado, tengo dudas a la hora de insertar tantos elementos multimedia en un texto. En mi opinión es como si me distrajera de lo importante, que son las oraciones y sus palabras. Como si al añadir todos estos enlaces, videos, animaciones, sí, haces el texto más moderno, multimedia y amigable, pero para mí se pierde la esencia de la escritura, que es la de transmitir pero sin destruir. Sin destruir esa capacidad de que cada uno de nosotros se imagine los hobbits del Señor de los Anillos de J. R. R. Tolkien a nuestra manera, más bajos, más bajos aún, con más o menos pelo en los pies, o, de imaginarnos a la criatura engendrada por el doctor Frankenstein en la novela de Mary Shelley, Frankenstein o el Moderno Prometeo, verde, naranja, con o sin tornillos. Por mi parte ya me es imposible imaginarme los hobbits de otra manera que no sea como aparecen en las películas del director Peter Jackson, pero con Frankenstein, es diferente, hace poco me leí la obra y realmente fue a uno de los personajes a los que no le puse nada de forma, más allá del gigante grande y corpulento que nos indica Mary Shelley en su obra. Creo que esto es debido a que no tengo en la memoria reciente una visualización de la obra creada por el Dr. Frankenstein, puede que haya visto alguna imagen de él en algún lado, pero no se me ha quedado tanto en la retina como la imagen de los hobbits.

Además, ese exceso de imágenes me recuerda un poco a los libros infantiles que tiene mi hija, donde, para alargar un poco el tamaño del cuento y atraer más la atención, hay más imagen que texto.

Una de las reflexiones que aparecen en el texto y que me parecen muy interesantes es el futuro (o presente) de las comunicaciones en la películas y series, es verdad que a los jóvenes de ahora, que serán los futuros directores, actores, productores y consumidores del entretenimiento, parece que no les hace mucha gracia que les llamen por teléfono, lo ven como una intromisión en sus vida. Yo no me voy a aventurar si las comunicaciones se realizaran en la gran pantalla a través de llamadas, mensajes en la aplicación correspondiente que el espectador haya de leer (no creo que esto resulte) o mediante notas de voz mientras el personaje anda o cocina (esto lo veo más factible y actual). Lo único que quiero aportar es como cada vez que en la pantalla hemos intentado representar el futuro, ha sido una reinterpretación con la tecnología que había en ese momento, además en el futuro parece que solamente haya aparatos interlocutores en los que se habla de cualquier cosa en voz alta.

Creo que las plataformas de escrituras digitales están bien, pero no termino de ver la necesidad de añadir tanto contenido multimedia, que, para mí, en gran medida distraen de lo importante. Me gusta la idea para ensayos, en la medida que puedes ir incorporando fuentes, ya sean videos o infografías de forma más natural, que amplíen el contenido de manera que el lector pueda elegir el acceso al mismo, pero que no entorpezcan la lectura.