La soledad parece adueñarse de mi habitación, sinceramente creo que aquel ángel caído hace posible esto y no se detiene, sino que sigue, permití sentirme sola durante más de 10 años, deje que el odio , el rencor y las acciones de otras personas influenciaran en mis decisiones y pensamientos, no estoy para nada orgullosa de ello pero confieso que lo necesitaba, cada persona en este mundo tiene un pasado en distintos tonos de negro, algunos un poco más intensos que otros pero nadie escapa de la imperfección, dentro del infinito amor que Dios tiene por cada uno, también se incorpora la confianza que él nos tiene y cuando reflexionamos tomando un tiempo para meditar del porque, del como o del para que, nos volvemos entes más pensantes, aprendemos que la reflexión es el camino hacia la inmortalidad; la falta de reflexión, el camino hacia la muerte, trágicamente la mente humana muchas veces accede a tomar el pasado como la excusa perfecta para hacer lo que les venga en gana, el presente como el titulo mediocre de una obra que nunca tuvo éxito : » Disfruten de todo lo que el mundo les ofrece que la vida es muy corta», claro que sí, pero se hace mucho más corta cuando no invertimos bien nuestros tiempos y bueno sabemos que el futuro trae consigo la ansiedad, el estrés y los pensamientos relativamente existenciales, el tiempo no tiene perdón de nada ni nadie, el estar solo o sola es algo que pasará, pero ahora mismo el decidir vivir feliz cada vez que abrimos los ojos es un logro, sonreír es una comunicación en silencio que solo pocos trasmiten, las personas allá afuera a veces solo quieren amor, lo necesitan, creo que podemos ser ese 1% de los que dice «buenos días» , » tenga lindo día» , » gracias, muy amable», pienso mucho en como el mundo podría cambiar si tan soló un 1% de esta generación empieza por saludar, agradecer, disculparse y sobre todo servir sin esperar nada a cambio, sería genial, bueno yo haré mi parte por aquí y espero que muchos más puedan poner amor en sus acciones desde hoy, un fuerte abrazo y no olviden sonreír! …
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