Tiempo extra

Le sumé un tiempo más a nuestro encuentro. Al mío por lo menos. Cómo si quisiera demostrar algo. Cómo si fuera a favor de mis raíces. Aún perdiendo por goleada. No se puede ganar siempre. Tratando de demostrar algo. Algo que una gran parte de mí lo ve como un logro y que otra parte lo ve como… Como qué?

La pelota viene en caída, queda justo para darle de volea, pero quedó paralizado. Es miedo tal vez. Miedo de romper lo que tanto construí. El pensar, que tanto me dió, ahora se vuelve mi rival.

Se siente como que alguien me da una palmada en el hombro y me dice «bien hecho». ¡Qué ridiculez!

En dónde buscar ese algo, ese plus para salirme un poco.

Hoy ya lo dejo de pensar. Mañana tal vez, solo tal vez.