La virtualidad de las emociones

La virtualidad de las emociones

Pecas de Bronce

28/03/2018

En ocasiones me pregunto cómo se logra sentir sin ver, y ver algo sin sentir también. Es como una sensación extraña de proyección, tocando el nirvana expreso. En ocasiones una vivencia tan corta como una exhalación logra tocarte la fibra más recóndita, y como no, hay cosas que son cortas, pero eso no le quita lo virtuosas. Como el aleteo de una mariposa, tan rápido que ni logras ver, así fue lo sentido o pensado, que no se logra creer. Entre emoción y razón, evoluciona la historia, muy fugaz como una estrella, muy bella como una rosa. La mente nos ha jugado trucos, trucos muy bien ejecutados, fantasías vueltas reales, que nos deja perplejos sin hallar respuesta a medio camino abandonados. La mente se ha partido en trozos, muy finos y delgados, reconstruir lo hecho es complicado y en el retroceso nos damos cuenta, como todo se acaba y se vuelve a comenzar. Las heridas, ellas pronto sanan, como una virtud de la raza humana, en ocasiones tan carente de sentido común. Es tan pronto sentir algo profundo, pero entonces ¿qué es lo que pasa? Recuerdos que son confusos en este baile de filosas espadas. Nos hemos debatido entre el perder y ganar, y así simplemente fue, perdí una gran historia y un gran recuerdo gané. Debatir entre lo aprendido y desperdiciado, imposible si se ha vuelto, las dicotomías se vuelven modas y los absolutos clásicos se volvieron. Solo queda tratar de hallar formas entre las imágenes deformes, volviendo lo redondo cuadrado, lo negro en blanco y lo amargo en dulce.

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