He de aceptar que mi mayor debilidad es caer rendido, rendido a vos. Que me desarmas con solo una mirada y me volvés a construir con una frase, una sola frase tuya basta para cargarme la batería a %1000. No sé si te das cuenta o tal vez lo que me pasa a mi le pasa a todo hombre que te observa por dos segundos. Tal vez lo sabés y te enamoraste más de ese juego que del jugador, o perdedor, si ya antes de repartir las cartas el azar, o como pequeña picardía del que repartía las cartas, te dió el ancho de espada en cada mano. Hubo un tiempo en que odiaba las cartas o me era indiferente, hoy canto truco con la peor mano. Con la sensación de que la partida ya está perdida, decido jugar igual, arriesgar y meter tiempo y energía a algo que tal vez no tenga ganador, o al menos quiero creerlo así. 

Yo ya me siento ganador. 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS