CONSTANCIA RELATIVA

La luz viaja a 300000 km por segundo, eso quiere decir, -según me recuerda mi hija lo que yo le habría dicho-, que puede dar más de siete vueltas a la tierra en un segundo. Pero hay lugares donde viaja más lento.

Se puede comprobar esto accionando la perilla de la luz. Son lugares especiales -no espaciales-.

Cuando la luz pasa a través de medios diferentes al vacío, como el aire, el agua o el vidrio, puede experimentar desaceleración debido a la refracción. La velocidad de la luz es constante en el vacío, pero puede experimentar cambios en su velocidad cuando pasa a través de diferentes medios.

He pensado que no es tan constante en determinados lugares. Antes de viajar raudamente se va a otros lugares y luego vuelve. Viaja alrededor del planeta, da varias vueltas y luego se dirige hacia la lámpara. Tal vez una ánima errante que la ataja o los cables tendidos hacia otro lugar. Otras veces pienso que es más sencilla la explicación y que la lamparilla tarda en encender.

Pero la idea que más me gusta es pensar que en esos lugares la velocidad de la luz se ve afectada por cosas que no podemos ver pero sí sentir. Un ambiente condensado de buenas vibras, buenos sentimientos, buena onda en general, espacios intervenidos por la presencia de buena gente que le da calidez al aire. Incide en la luz, más que muchos alunados científicos o fenómenos naturales.

Si logra intervenir algo tan impresionante y tan constante como no se va a intervenir un insensato y permeable corazón.

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