Jamás estuvo tan equivocada la noche
y nunca tuvo un sabor tan dulce
ni un aroma tan intenso, cálido, húmedo
no habrá muchas, quizás ninguna más
y yo solo puedo ver como avanzas hasta acá
no hay promesas, no hay palabras
solo tu respiración, tus ojos y tu boca
soy en tus manos un ritual
esa danza donde quiero bailar
entre tu lengua y mis labios
con sabor a vino tinto y sal
déjame volverte un cuento
del más exquisito y sucio pecado
es que este secreto tuyo y mío
ha convertido esta noche en pacto
donde se entregan las almas
disfrazadas de cuerpos desesperados
que deben morir en este altar
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