LOS ÁNGELES TAMBIÉN SE EQUIVOCAN

No soy tan fuerte como creen los demás.

A veces me derrumbo, me asusto, me vienen los miedos y la incertidumbre.

Y si no puedo con el peso de mi propio cuerpo, ¿Cómo voy a poder con todo lo demás?

Sólo quiero encogerme sobre mi misma, esconderme, quedarme en silencio con los ojos cerrados metida en paz dentro de mi corazón; no quiero escuchar nada ni a nadie, no quiero ver nada ni a nadie; sólo quiero perderme sola en mi mundo interior.

Porque en ocasiones me vuelvo a sentir perdida, se me rompe la brújula que me tiene que indicar el camino y siento que no puedo hacer nada, sólo puedo esperar que pase un poco el tiempo, para que me vuelva la cordura; que los minutos y horas, vayan poco a poco haciéndome volver al camino del que me salí, al camino consciente; que los días, en los que me levanto, sin fuerzas, sin ganas, casi sin vida, sean días cortos que pasen rápido y no se repitan demasiado; que me vuelva a llegar un amanecer, en el que recordar, que mi felicidad la llevo guardada dentro de mi, y nada ni nadie puede arrebatármela; que lo único que a sido malo, a sido el momento, y no yo; pues yo no soy perfecta, pero llevo dentro de mi un ángel…

…y los ángeles, también se equivocan.

Por seguir siendo consciente.