Es tan corto el amor y tan largo el olvido.
Así lo escribió el poeta.
y viene a mí memoria, hoy.
Recordando en esta siesta.
Oyendo el titilar de aquel recuerdo
Una pena que se agranda y no se aquieta.
Que viene impertinente trayendo.
Este lejano sentimiento ubicuo
Sentir de aquel que son los amigos
Presentes incluso en el olvido
Proceso y duelo tan doliente
Ceño duro y piel crujiente
Que aunque me exponga al sol
No hay nada que pueda hacer yo
Solo excavar la tierra de dolor con solo un diente.
Se transforma esta montaña
En una corona vil
De espinas flor trillada de la brea
Porque no leerte o escucharte me duele hasta en la entraña.
Pensé que aquel dolor
Ese lejano dolor que sufrí de amor pero no fue tanto.
Era la única vez que sufriría
Lo hago más con mis amigos que lejos están y mientras tanto.
Ansío saber si algún día
En verde primavera en una siesta
Se sienten en mí mesa de roca y palo
Y tan solo su basta compañía.
Me adornen como a la mujer más bella.
Perfume de jarilla y dulce azahar.
Tenida de gala y arboleda
Y elijamos para vernos una estrella.
Astro que ha de brillar durante el cielo
Oscuro e inseguro como es la vida
Pero que aunque estén lejos yo los sienta y sean mí vigía cada día.
Pero hoy es así
No están conmigo y escribo
Es tan corto el amor y
tan, tan largo este olvido
Que prefiero recordarte todo el tiempo
Mí amado y extrañado amigo.
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