Una noche de un lunes, luego de mi cumpleaños.

Una noche de un lunes, luego de mi cumpleaños.

Ana Maria

02/04/2024

Siempre he sabido que soy una mujer bastante sensible, de esas que toman un café y piensan en el daño que le hará, y no justamente el café. Es precisamente mi sensibilidad la que me obliga, casi que de inmediato, a odiarme. Porque siempre he sentido mucho más que los demás, he amado mucho más que los demás y, por supuesto, me he lastimado mucho más. No hay un por qué a ello. Nací y crecí tan vulnerable que mis sentimientos me han llevado a la melancolía. Sin embargo, tanto el dolor como el amor habitan profundamente en mí. El amor por la vida en sí misma, el amor por los atardeceres en mi casa, por las mañanas llenas de sueños, por las noches llenas de dudas y preguntas sin responder. Sí, soy totalmente un desdén entre lo trágico que es la vida, con la pérdida y sus duelos, pero también de lo mágico del tiempo. Creo que, entre tantas cosas que soy y tantas cosas que siento, lo poco o mucho que pueda escribir es tan solo esa muestra de que en mí hay un espíritu de resistencia. Me resisto a sentir, aun cuando sé que es lo único que nos ata a este peculiar mundo de osadías y sueños.

Ana M. 

01/03/2024

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