Se agolpan en mi vientre
cientos de crisálidas
a punto de transformarse
en mariposas monarca
dispuestas a recorrer
los miles de kilómetros
que las separan
de la comisura de mis labios
de donde irán brotando
en una danza
de alas desplegadas
Alas etéreas, delicadas
que rasgan el silencio del alma
flotan en el aire
esculpiendo sombras
sobre las flores blancas
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