El desierto más efímero

Una mañana despierto y abro mis ojos, como todos los días como si fuera normal dormir y despertar al día siguiente, sin saber que frente a cada día que se abren mis ojos,  es un milagro, y se me pasa la vida, aceptando mi realidad, sabiendo que lo más importante es  tener esa paz interna, saber que los días van pasando y acaso puedo comparar esto con el desierto, un lugar que no he conocido, un sitio que nunca he tocado, que solo puedo imaginar y pienso que se ve tan hermoso y al mismo tiempo estar allí seria aterrador, lo digo así porque sería aterrador estar allí perdido, sin embargo en el desierto el soplo que sentiría, junto la arena rozar en mi mejillas, despeinando mi cabello, con tanto calor, que parece que no cambia y sigue igual pero puede ser que haya una magia en este lugar, puede que sea efímero y sin pensar verlo como un milagro, alrededor, donde puede verse una flor blanca, encontrarte contigo mismo y pensar que despierto cada día como un milagro hasta algún día no hacerlo mas y el desierto seguirá con sus arenas tranquilas o intranquilas y yo voy con un milagro que me regalo Dios.