“Doname 100 años de tus penas,

que los transformare,

en 100 años de felicidad”

Donde se encontraba en ese momento, yo no lo sabía solo tenía esas cartas de su puño y letra. Las cuales eran inteligibles pero me transmitían una paz inconmensurable al límite de causarme cierta alegría cada vez que recibía una de ellas.Que era este sentimiento, me había encariñado con quien me miraba en un comienzo con tanto miedo, rechazo o repudio?, pues no lo se, desconozco cual es la razón solo sé que el sentimiento de ahogo desaparece cada vez que las palabras versan en su sonrisa.

Con este sentimiento seguí incrementando mis habilidades para poder alcanzar la meta que ambos nos habíamos propuesto “Llegar a las ligas mayores”. Tanto fue así que en nuestras cartas ideamos formas de sobrellevar la vida en los dormitorios del equipo, locuras que solo a nosotros se nos podía ocurrir, como el introducir comida que se encuentra prohibida dentro de estos, entre otras cosas.

Siguiendo con esta rutina, llegó el gran día habíamos acordado, ambos nos encontrábamos en el mismo equipo, compartiendo nuevamente el “bullpen”, pero como toda buena noticia el reencuentro fue más corto, que largo apenas luego del segundo día donde volvía a ver sus ojos y a seguir sus pasos. Los míos se nublaron y mis pasos se detuvieron, ya no había para dónde avanzar.

Nuevamente el destino nos jugó una mala pasada, el mismo día que a Belén le entregaron una noticia excelente a mi me entregaron la peor que pudo haber sucedido. Sin embargo, durante ese segundo nada pudo arruinar esa sensación, la felicidad que sentí al verla reverdecida de gozo por haber ascendido al equipo principal fue simplemente mágico, sus ojos llenos de deleite me cautivaron era un evento mirífico, respondía a todas las necesidades que veía en ese momento las ganas de estrechar su cuerpo contra mi cuerpo y poder disfrutar de esa belleza en su máximo fulgor.

Como mencione para mi fue el peor momento, yo no lo había logrado sería devuelto al equipo “B”, donde se me aplicarían todas las pruebas de nuevo para intentarlo de nuevo, motivado aún por el poder disfrutar nuevamente de ese sentimiento fulgurante de ver a Belén decir lo logré quise seguir intentándolo para lograrlo y verla crecer en cada partido que tuviéramos juntos.

Así fue como pasaron semanas donde cada uno debía adaptarse a su ritmo en sus diferentes ligas pero esto nos pasaría la cuenta tanto a ella como a mi, pero para ese segundo solo me importaba lo que pasaba con ella y así fue me concentré en eso. Enterandome de que los entrenamientos la habían superado, ella era la que sentía el ahogo y la soledad en este momento, desde sus labios salían palabras como: “me siento triste”, “estoy cansada” cada una de estas me rompió el corazón en múltiples fragmentos que no podía unir hasta subsanar esta situación.

Por lo que decidí invertir mi tiempo en ella y ayudarla con sus entrenamientos con el fin de que su fragilidad no se perdiera, esa misma fragilidad que mostraba en su semblante diario, ya no solo quería asegurarme su sonrisa,queria mas queria poder cuidar y proteger su esencia (todo lo que fuera y era ella).

Ya era algo más que un simple sentimiento mundano, era real? o lo estaba pensando, pensando?

“Sus ojos son un poema

que sus labios

no dejan de recitar”

Seguía pensando, mis pensamientos no paraban, diario era la misma respuesta a cada pensamiento: “Quiero alcanzar la liga en la que se encuentra ella, para poder asegurarme su sonrisa un día más”. Sin embargo, siempre pensaba que esto no sería necesario, me cuestionaba si esto era o no agradable para Belén, esto realmente me atormentaba porque era necesario para mi verla siempre llena de ese vigor fulgurante que les contaba en la sesión anterior.

Pasando los días me propuse evitar pensar en ella, así fuera necesario tener que dejar de querer formar la mejor “Batería de la historia”, dedicandome solamente a mi crecimiento. Me encontraba muy enfocado en ello, tanto que llegue a poder hacer entrenamientos personalizados para poder concretar lo que es un cierre de partido. Tanto así que un dia realmente un dia X,para mi no tenía ninguna significación un simple 17 de febrero recibo un llamado su compañero de entrenamientos se había lesionado y me pedía que la acompañara en ese dia de entrenamiento y así fue recuerdo haber entrado al campo a las 20:00 horas luego de un llamado de mi madre al borde de las lágrimas que realmente me tenía mal. Pero al llegar todo fue distinto, ella me salvó sin saberlo, ese mismo día fueron horas y horas de entrenamiento acomodadas entre charlas y risas.

Como mencionaba, no se como se sintió ella, quizá fue un dia normal, eso solo lo responderá ella si llega a leer esto, pero para mi fue lo que necesitaba para recalcar que quien empezó siendo una piedra en el zapato era una gran mujer y quiero o quería pasar más tiempo a su lado.No puedo explicar el porque o que de la situación pero cada palabra que escuchaba de ella era paz para mi alma atormentada en ese momento por la mala situación que estaba pasando, cada risa era color a la oscura habitación de mi corazón, cada gesto era calor para el frio que me proporcionaba el vacío que llevaba conmigo. Ese mismo día, decidimos compartir el lugar donde pernoctaríamos y para mi ocurrio el momento que fue magia sinceramente no podría describir de mejor manera ese suceso que sin más lo relatare ahora:

Nos encontrábamos fuera de las horas de entrenamiento, ya sin nada más que hacer determinados a poder seguir hablando y compartir una película para amenizar el ambiente, cabe destacar que ya eran altas horas de la noche por lo que ambos nos encontrábamos cansados y con bastante sueño por lo que Belén se recuesta sobre mis piernas y se queda dormida, mientras yo acariciaba su pelo suavemente al igual que sus mejillas, que son de una piel tan blanca como la nieve, me costaba sintetizar la situación a la hora de interpretarla era todo muy tierno, como podrían entender que la sonrisa que era pura energía, que los ojos que son inspiración, que la persona que es un mar en tormenta, se encontraba totalmente calma, era más que la calma después de la tormenta, era más que la fragilidad que ya había descubierto era una experiencia totalmente inolvidable que tenía que describir y lo hice en ese mismo momento escribí un poema que versará sobre ella, el cual decía así:

“Si tus ojos son el sol

me encantaría ser la luna

Si tu sonrisa es vida

me encantaría ser la muerte

Si tu vida es una tormenta

me encantaría ser la calma

para vivir siempre en tu sombra

y ver tu luz

sin sentir culpa.”

Todo aquello pensaba en ese momento realmente está anonadado con la forma y la pureza con la que se dio ese evento en particular, necesitaba conmemorar de alguna forma ese día y así fue como lo hice, quizá el poema no describa bien todo lo que sentí y quizá nunca sepa lo que sintió ella al leerlo pero me sentía obligado a expresarselo por lo que había decidido obsequiarle este poema para el dia de las mujeres pero no logre concretar esto, sin dudas esto sigue pero necesito reafirmar si quieres seguir leyendo o no.

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