Por momentos deseo encontrar un consuelo o simplemente entender qué pasó. Cómo pasamos de prometernos todo a darnos nada, horas de conversaciones a vistos insensibles, abrazos con explosiones de sentimientos a un último beso inundado de angustia y así con tantas situaciones mas en donde pasamos de mil a cero en una noche. No voy a mentirte diciendo que fue fácil dejarte para que crezcas, para que entiendas, que veas que debías madurar pensamientos, te encontrabas en el momento de entenderte, de conocerte y mejorarte. Lamentablemente no puedo estar en ese proceso debido a que ya lo pasé y uno necesita superarlo solo, necesitamos crecer solos. 

Te dejé porque quiero verte mejorar, no mereces estar mal y debes curarte. Lo que mas duele es que tu sanación envenenaba mi alma sana. Así decidí alejarme y el único consuelo que encontré al tomar esa decisión es que sos la persona correcta; la que me trajo esperanza, risas, sueños, metas, recuerdos y amor, pero no era el momento correcto en donde debíamos estar juntos.

En los momentos donde vuelves a merodear en mi cabeza me digo a mi mismo «espero que este aunque sea un poco mejor, que mi decisión no haya sido en vano». 

Atte.

Facundo Verardo D’Agostino

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS