El pulso acelerado, en el pecho un palpitar, la respiración entrecortada, al pensar en su mirar.
Temblor en las piernas, al sentir su voz, en el estómago, mariposas, danzando sin control.
Soy romántica empedernida, eso es verdad, con la intensidad de mil soles, mi corazón late en tempestad.
Pero el dolor que el amor trae consigo, A veces es más amargo que un abismo.
No hay rosas sin espinas, es bien sabido y el amor por compañero trae dolor sin sentido.
Llantos y suspiros acompañan mis días, en esta estúpida montaña rusa de emociones vacías.
Anhelo la calma, entre tanto vaivén, pero en mi alma, las tormentas son el sostén.
me gustan los amores intensos, como un huracán, aunque en mi corazón dejen su cicatriz
más profunda que una cirugía de bypass.
Pero en mi búsqueda del romance, siempre fallo en hallar, Lo que quiero, tan lejos, tan difícil de alcanzar.
La tecnología avanza, pero no calma mi ansiedad, Cada minuto de espera es un tormento en realidad
Duele la distancia, el vacío, la espera, el no poder acariciar
En este laberinto de emociones, una trampa, una hoguera.
El deseo de estar cerca, la necesidad de tocar.
Duele como si me quemaran mis mil soles, en el alma, en el cuerpo y en el amar.
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