Una mirada te lleva a una sonrisa, la sonrisa te transporta a una palabra que te envuelve en una frase que provoca una caricia, que para en un beso y se detiene en un suspiro, y te hace pensar dos veces el destino de la noche, dos almas conectadas que suman un propósito el placer de la carne, sin pedir nada a cambio ni conspirar por un futuro sin sentido, únicamente planear lo improvisado del presente pasional , para crear un pasado de ilusiones muertas en este mundo tan ingrato para extrañarse siempre sin tenerse nunca.

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