Nebulosa, cenizas, espacio y aire…
desde los primeros tiempos, aire…

Estas dentro de mí, descubro cada día
tu musitar, a mi lado, como el aire, como el respirar.

Descubro tu belleza, como el aire…
con ese eco lejano de todos los tiempos a mi alrededor, y pienso…
la vida y la belleza de esa vida sin ti, como vivirla?

Como vivirla sin ti, como amanecer cada
día?

Ciego, de cada amanecer,

sin aurora,

sin cantos de sirena,

sin rezos ni oraciones…

ni esa belleza.

Sin ti, en esos días desiertos, no
quiero despertar.

Solo me quedaría la espera, desierta
de voluntad.

Buscar en cada amanecer la esperanza
del recuerdo, muerto, como yo…, sin anhelo.

Nada más puedo hacer que esperarte
otra vez, que llegues a mí, como el primer día.

Aquella niebla que te trajo a mi lado,
descubriéndome a mí, y con ello a ti, para mí.

No estás…te disipas… pero
finalmente ese momento llega y te encuentro otra vez.

Otro día, en esos días en los que los
dos perdemos la calma, y nos desorienta esta puta realidad.

Pero estás!

Vuelves a estar, y solo puedo respirar,
respirar… esa calma que me das.

Por fin has llegado.

No puedo soltarte.

No me suelto.

Solo quiero que sepas,

que te espero.

Siempre te espero, no puedo dejarte
ir….

Te quiero.

Y te quiero…

La custodia que me ahoga por tenerte,
por querer ser tu centro, por no controlar mi ego, mi sombra, mis
miedos…

Todo lo que tengo, mi persona, el afán,
por serlo.Y descubro con todo ello, los ecos…

Ecos, llantos de penumbra oscura de mis
sombras, mis penurias, y amanece…

Y estas tú…

Y todo sobra.

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