22. UNA NUEVA LACAYA

Cerca de la plaza de armas de AQP se encuentra su famoso mercado de abastos, San Camilo, donde uno puede encontrar de todo…, no solo víveres, sino también una apetitosa gastronomía, una variada artesanía…, hasta venta de telas…

Cuando uno camina por la sección de jugos, las bellas muchachas y señoras lo llaman a uno, con muchos piropos, para que se acerque a tomar sus exquisitos jugos combinados…

Me detengo en uno de los puestos, pidiéndoles permiso para filmar esta sección del mercado, y me preguntan por mi nombre… “Silvino”, les digo; y una de ellas me dice, arreglándose el cabello y sonriendo:

–Graba guapo, graba, que voy a hablar –y yo inicio la grabación mientras ella continúa–. Señor alcalde de Arequipa –dice con gesto y tono decididos–, a usted le digo desde ya, que San Camilo jamás será propiedad privada de ninguna corporación extranjera… ¡Never! ¡Por sobre nuestras cabezas!
–¡Por sobre nuestras cabezas! –responden sus compañeras y compañeros muy determinados.
–¡¿Acaso quiere una inmolación más?! –pregunta exaltada una de las jóvenes y… a ella dirijo mi lente –Antes de ayer se inmoló un soldado estadounidense en las narices de la embajada israelí en Washington, USA –ella continúa hablando con voz fuerte– Ese soldado dijo que no quería ser cómplice del genocidio que estaba llevando a cabo Israel en Gaza, desde octubre del año pasado. ¡Que gringolandia acabe con esa guerra, por amor de Dios!
–¡Palestina libre!
–¡Free Palestine!
–Palestina libre! –exclama la gente que se ha ido acercando poco a poco a la entrevista.
–¡Y también que acabe con la guerra de Ucrania! –gritan todos unánimemente…
–¿Por qué creen ustedes que USA es la que debe acabar con estas guerras? –les pregunto en voz alta, tratando de enfocarlos a todos, y una de ellas contesta.
–Porque gringolandia es la que les manda las armas para que la guerra continúe… ¿No lo sabía usted joven? Pues para que lo sepa, gringolandia y su lacaya europilla y toda esa lacra perteneciente a la OTAN, trabajan –por un puñado de dólares– para los intereses de un amo invisible que se opone al mundo multipolar emergente… ¡Pobre Europilla! No comprendo cómo el pueblo se ha dejado engañar y sigue dejándose engañar con semejantes líderes que los están llevando al abismo de la pobreza… Ese amo invisible muy bien representado por gringolandia, es el que manda las armas, pues de eso se alimenta: de guerra y muerte.
–Ese soldado dijo que no quería ser cómplice del genocidio de gringolandia, que prácticamente ha normalizado ante el silencio de todos… ¡Diosito, por favor, escucha el clamor de ese soldado, que su sacrificio no sea en vano!
–Y pensar que el país de los vikingos ya está listo para entrar a la OTAN por la puerta grande… ¿Cómo es posible que el pueblo sueco abandone tan pasivamente esa neutralidad que es tan característica de la paz? –entonces, yo le respondo, tratando de enfocarme a su lado con el lente, estilo selfi…
–La manipulación de las masas ha sido tan eficaz a través de los medios, que también su población a caído en una grave paranoia y rusofobia; y prefiere quedarse en la pobreza…, destinando sus contribuciones para alimentar a ese amo invisible…
–Suecia abandona su neutralidad de paz… Quién lo diría, ¿no? Después de ser tantos años todo un ejemplo de neutralidad…
–¿Y qué dice el pueblo sueco? ¿No exige un referéndum?
–¿Quiere que se siga enviando más armas a la guerra? ¿Quiere más inmolaciones en sus narices?

Se hizo un gran silencio… Yo, apagué la grabación y creo que no solo fueron mis ojos los que se humedecieron…

–Oye guapo –me dijo de pronto, mi primera entrevistada– Anda, hazle llegar este vídeo al alcalde, dile que nosotros ganaremos la paz con nuestras ofrendas a madre tierra, Pachamama, con nuestras comparsas, danzas, canciones y oraciones… Dígale que tenemos cientos de pututos anunciando nuestro triunfo… Que somos millones los que portamos la bandera blanca de la paz y la victoria…

¡Palestina Libre!

¡Libertad al periodista australiano Julian Assange!

¡Restitución a su cargo a nuestro presidente de la república, el profesor Pedro Castillo Terrones!

¡FREEDOOOOMMM!