Todos somos adictos

algunos como una forma de escape

otros simplemente por placer,

cambiamos constantemente

una adicción por otra.

.

Drogas, alcohol, sexo

atención, cariño, amor

adicciones buenas o malas

no importa,

al final del día

todos buscamos llenar

un vacío tan pequeño

como la palma de tu mano.

.

Somos adictos

a los que nos persigue

una adicción tan espesa como la miel

que te embarra y te atrapa

las cadenas son diferentes

pero la condena siempre es la misma.

.

Una adicción primitiva

la pena 

es la puerta hacia el dolor

y la llave 

eres tú

sentado en un rincón de la cama.

.

Una adicción

que te salva por unas horas

lo suficiente

como para ser feliz

y poder vivir otro día.

.

Autor: Christian Yánez

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