Día de pesca.

Recuerdo, allá por el verano 1982 o 1981 en aquel entonces las fechas no eran importantes…. para los niños no lo son, excepto por la navidad, y reyes ese si son fechas importantes para un niño al igual que la fecha de su cumpleaños y el fin de clases sobre todo el fin de las clases.

Por eso algunas fechas ya de adulto no se las recuerdan con exactitud, el verano es importante y no es lo mismo Febrero que Enero o Diciembre, Febrero es más corto, es un buen mes porque es el de la despedida larga, todavía abraza el calor pero se sabe de las proximidad de las clases y se vive más intensamente , no es un mes eterno cómo Enero ahí las clases están muy lejos, cada mes tiene su particularidad, su sabor diciembre sabe a ananá enero a limón y febrero a vainilla, para un niño saben a eso por el sabor de los helados.

Y esto, que voy a contarles, ocurrió por el mes de Febrero, lo sé por qué era cuando mi tío tenía sus vacaciones más largas, acostumbramos ir con él a pescar íbamos a la escollera norte o sur o la bajada de plaza San Martin, esta bajada tenía la característica de ser una bajada larga, desde el paseo costanera en la cima hacia abajo uno 30 o 40 metros piedras rodeadas de piedras escabrosas y aun así a pesar de la dificultad descendíamos por una escaleras de piedras hacia otras piedras gigantescas que hacían de plataforma y se encontraban unos 30 metros al nivel del mar ahí teníamos nuestro lugar, desde allí se veían las dos escolleras, playa grande y el cristo redentor guía de los navegantes del puerto de Mar del Plata .

Yo estaba recién aprendiendo a pescar y todo me parecía fantástico maravilloso como el simple hecho cebar mates, llevar el chocolate caliente (para mí y a veces a ellos a mi tío y a su amigo se le antojaba también), los baldes y herramienta para hacernos nuestros pescados, que eran mayoritariamente corvinas, aunque podrían aparecer algunos bagres palometas o cazones

Siempre me despierto o mejor dicho me despertaban a las 4.30 a.m. o 5 a.m. de la mañana, era todo un evento nos llamaba el portero del edificio donde vacacionamos, hacía sonar el timbre, como él estaba despierto a esa hora tenía la buena predisposición de hacernos el favor de despertarnos, esto siempre y cuando previamente se lo pedíamos la noche anterior.

M i tío tenía varias cañas que aún conservo ahora voy a pescar de vez en cuando con mi hija, en aquel entonces, mi tío, me regaló una caña de dos tramos y un reel, spinit 6300 una maravilla de la época tenía un ruleman y era japonés yo estaba orgulloso de él. Siempre se sumaba un amigo de mi tío a esta aventura, él pasaba las vacaciones en el mismo edificio, nos encontrábamos de madrugada y salíamos con su camioneta que no recuerdo bien como era, pero sí recuerdo que, a la vuelta, me gustaba ir atrás sentado, no tenía cabina y disfrutaba de sentir el viento en la cara y mirar el mar sin perderme detalle,

Recuerdo vívidamente el olor a sal marina, el sol asomando como una naranja de fuego allá en el firmamento algún barco en el horizonte como figura fantasma de un tiempo que se va, las olas a las distancias que dejaban de ser olas para convertirse en un espejo que se funde en un mismo cielo, es curioso el mar no es celeste ni azul sino plateado ocre los matices son innumerables las percepciones también, solía grabar esas imágenes en mi interior como una suerte de reserva para otros tiempos.

El horizonte siempre nítido ese sol se asomaba como un niño que se está despertando de su sueño nocturno perezoso, como no queriendo dejar esa noche de cálido arrullo y contención y deja asomar su cabeza hasta salir del todo, pero muy lentamente, muy lentamente, tan lento que más rápido que tarde ya está afuera pleno jugando, más acá se ven se sienten y se escuchan las olas, ellas rompen junto a las piedras desprendiendo cristales de espuma ínfima como alfileres híper delgados en Millonésimas partículas de espuma blanca de sal, rápidamente se desvanecen dejando un mini arcoíris de mágica estela multicolor que también se desvanece , se aspira energía que llena de vida, algunos charcos de agua viva, dijo viva porque las olas la provén de naturalmente y quedan como mini islas acuáticas sobre estas piedras planas inmensas que nos hacían de base, Y todo esto me resulta hermoso es fantástico para mis ser de niño.

Prepare mi caña y lance, el zumbido de mosquito de trueno atravesó la bruma marina, el misil clavado con punta de plomada triangular de 120 gramos viajaba hacia las profundidades de aquel mundo que desde la superficie se nos hace misterioso e incógnito. Recuero ya sabía tirar me había costado varios intentos y también sabía encarnar y encarnaba rápidamente, tanto mis líneas como las de mi tío y su amigo. Ellos me habían entrenado bien, la habilidad era fruto de algunas frustraciones y mucha paciencia de mis maestros que me decían entre otras cosas que ya no recuerdo, que todo error conduce a la verdad y el fracaso al éxito.

En un momento sublime tuve un pique este no era el primero tuve muchos antes y ya había sacado algunas piezas en otras oportunidades

., Ese momento había sido el primero luego de una larga espera, dicen los que saben de pesca que la suerte no es solo suerte y que depende de muchos factores y cierto entrenamiento y concentración.

Y yo había tenido todo eso en cuenta, recuerdo que encarne como me habían enseñado puse el camarón delicadamente en el anzuelo desde la cola y me pinche imperceptiblemente apropósito la punta del dedo índice, con la punta afilada del anzuelo, se sentía como un aguijón de abeja, para saber que estaba ahí y quedará fácil para que el pez enganchará , apunte y lance donde supuestamente estaba la canaleta, ahí decían sacas seguro” así que respete las indicaciones de los que ya estaban Prácticos…. y el pez pico.

Mientras recogía y tenía mi pez en la línea y lo estaba sacando del agua, paso algo curioso, muchas veces había recogido rápido, alguna veces la ansiedad hacia que el pez se me escapara otras lo sacaba como de forma brutal, y no sé por qué razón me propuse estirar el momento, el pez estaba ahí yo también el agua, el lugar, mi tío, su amigo estábamos ahí y dije este es el momento y lo disfrute pero lisa y concretamente me propuse disfrutarlo saborearlo y traje suavemente el pez, como estirando el tiempo, como se estira un chicle sin romperlo cuando se juega con él, saboreándolo apreciándolo sintiéndome ahí presente del todo , no sé porque? tal vez porque sentía que las veces anteriores me había sobre emocionado o me ponía ansioso, no sé bien que paso, solo era un niño…. pero por primera vez estaba ahí pleno, yo, el pez, la caña, mi tío, su amigo, el mar, las piedras, el sol, las olas y ese momento fue eterno. Recuerdo que el amigo de mi tío me miró, vio mi entrega a lo que acontecía, Yo lo mire. El sonrío y muy despacio muy bajito casi sin hablar me dijo: “Pibe parece que estás aprehendiendo”.

D.C. A la memoria de mi tío Héctor. Con cariño

Hace tiempo

Sin necesidad de saber pue sé que no se y no sé si alguna sabré

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