Mi vida era un desastre, había perdido mi trabajo, mi novia me había dejado por mi mejor amigo. Y por si eso no fuera suficiente, mi departamento tenía un montón de averías que la administración se negaba a solucionar. Llevaba días deprimido sin querer ver a nadie. El alcohol era mi único consuelo. Debía apestar no recordaba la ultima vez que me había bañado. Debía buscar trabajo, pero simplemente no podía salir de mi casa. Por algún motivo que desconocía, cada vez que abría la puerta, un temor se apoderaba de mí y volvía a encerrarme. También me había dado por mirar pornografía las veinticuatro horas del día, si puede sonar excesivo, pero se me había convertido en adición. Cada vez caía mas bajo. No terminaba de tocar fondo. Revisaba las redes de mi ex de manera compulsiva ¿Cómo me podía haber traicionado de esa manera? Puta de mierda. Urdía miles de planes donde la asesinaba y luego a mi amigo. Pero después recordaba que si lo hacia iba a ir preso. No quería, va no merecía pasar mi vida tras las rejas, yo era el calumniado. Ellos merecían pagar haberme traicionado. Contrate un sicario con los últimos pesos que me quedaban en el banco. Le dije que no solo los quería muertos a ambos, sino que sufrieran. ¡Mucho!

Todo fue arreglado por internet, me asegure de que nada me ligara a aquel extraño. Transferí desde una cuenta fantasma el dinero requerido y me olvidé. Me di una ducha, apague el televisor, acomode mi casa y al día siguiente empecé a enviar CV a distintas empresas. Un mes mas tarde, mientras buscaba un noticiero en mi oficina vi el Graf ¡mujer de veintiocho años es encontrada junto a su novio descuartizados y mutilados en un descampado, no se sabe si fueron sometidos sexualmente, se esperan las pericias! Corrí al baño y vomite ¿sería jazmín y Manuel? La edad de ella coincidía. Luego de transferir el dinero al extraño jamás había vuelto a saber de él ni tampoco de Jazmín y Manuel ¿seria una coincidencia? ¿Cómo podría saber sin quedar expuesto? Volví a mi oficina y segui viendo el noticiero. Se veía a la policía acordonando el lugar. Decían que podía ser un ajuste de cuentas por la forma brutal del homicidio. Yo transpiraba y rezaba para que no fuera Jazmín y Manuel. O al menos, para que no se descubriera, que yo era el culpable. Puta de mierda volví a mascullar.

Un tiempo después, el crimen había sido olvidado por los medios. Al parecer, un perejil había sido encontrado culpable y una turba iracunda lo había ajusticiado. Efectivamente, los cadáveres pertenecían a Jazmín y Manuel ¿Cómo lo supe? Un contacto en la policía me lo había confirmado. También me había dicho que todo quedaría en la nada, ya que gracias a la ignorancia de la gente un perejil que la policía había incriminado quedaría como el autor del crimen. Otra atorranta más que a nadie le importaba junto a un pelotudo que seguro estaba metido en algo turbio. ¡Caso Cerrado!

Volví ufano a mi casa, me había vengado y valla de que manera de esos dos traidores. Me masturbe pensando cómo se la habrían follado a ella mientras el boludo de Manuel miraba sin poder hacer nada. Sonreí sádicamente pensando en como los habían torturado y luego descuartizado. Tome una ducha, cene sushi, mire una película en Netflix y me acosté. Mi sueño se vio interrumpido por un piano. Si, alguien en el departamento de arriba tocaba una música parecida a un réquiem. Empecé a gritar que se dejara de joder que quería dormir, pero la música sonaba mas fuerte. Sali de mi cama, me puse el pijama y subí. A medida que ascendía las escaleras la música era más fuerte ¿acaso a ningún vecino le molestaba? Golpee la puerta de manera insistente, la patee, pero nadie daba la cara. La música era ensordecedora. Un réquiem, una misa de muerto. Una vecina de otro departamento se asomo y me grito ¿Qué te pasa loco de mierda? Son las tres de la mañana deja dormir. Cayaté le dije vieja estúpida ¿no escuchas la música que sale de acá? ¿Cuál música? Respondió la vieja. La que sale de este departamento que no me abre nadie. Y nadie te va a abrir imbécil porque esta vació. Deja de drogarte o chupar alcohol y vas a dejar de escuchar música. La vieja pegó un portazo y desapareció. Vieja hija de puta masculle. De repente, se hizo silencio la música paró. Volví a mi departamento me desnudé, me metí en la cama y me dormí.

Un sudor frio me empezó a recorrer el cuerpo, la misa de murto volvía a mis oídos, una mano acariciaba mi espalda, me desperté sobresaltado, giré y vi en mi cama a una Jazmín hecha pedazos que me sonreía de manera macabra. Miré en la oscuridad de la habitación y vi a Manuel todo ensangrentado sosteniendo su cabeza con una mano o lo que quedaba de una mano. Ambos cadáveres me acariciaban, yo quería gritar, pero no salía nada de mi boca estaba sellada. El réquiem sonaba más fuerte. La vieja de mierda me observaba desde la puerta de mi habitación como era abusado por aquellos cadáveres y una sonrisa sardónica se dibujaba en sus labios. El réquiem era ensordecedor. La vieja se acercó a mi cama y deposito una cuchilla. La tome y destroce aquellos cadáveres. Ambos se desvanecieron junto con la vieja y el réquiem. Mire mi mano y no había cuchilla. Todo había sido una pesadilla. Fui a la cocina, encendí la luz y me preparé un whiskey. Sentí un ruido en el baño. Tomé una cuchilla y fui a ver. Al encender la luz, vi un montón de pedazos de carne humana y sangre boyando en mi bañera. ¡Hijos de puta grite! Déjenme en paz. Otra vez el réquiem. Vi materializarse a Jazmín de entre el montón de restos humanos, tomo la cuchilla que tenía en mi mano y me la clavo varias veces. Caí al suelo bañado en sangre mientras ella sonreía satisfecha, la vieja hija de puta me observaba desde la puerta, tomo mi cara entre sus manos huesudas y me dio un beso tibio, la música ceso y todo a mi alrededor se desvaneció.

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