Le pregunté a Buda qué era el amor,
le pregunté a Constantino I también.
Le pregunté a Newton qué era el amor,
le pregunté al Internet también.
Sigo esperando.
Le pregunté a Yahvé qué era el amor,
le pregunté a Luis XIV también.
Le pregunté a Darwin qué era el amor,
le pregunté a Google también.
Sigo esperando.
Le pregunté a Jesucristo qué era el amor,
le pregunté a Isabel II también.
Le pregunté a Hawking qué era el amor,
le pregunté a la inteligencia artificial también.
Le pregunté a todos, en cada tiempo:
«¿Qué es el amor?»
Nadie respondió.
Pero, el destino me trajo a vos.
Entonces, dejé de esperar.
OPINIONES Y COMENTARIOS