El vecino Uruguayo

El vecino Uruguayo

Menezes

28/01/2024

Capítulo 1

Cuando el agua del mate, previamente calentada, es puesta en la boca del uruguayo, que ahora escribe y recita sus inventos.

_ Irritado otra vez, galopando en el jardín de su alucinante moral, expectantes e ilusos de su idealización _ hace ruido de mate y continúa_ Está avivando el fuego por obligación, es la mera contradicción de avivarlo en verano. Cuando las llamas y las maderas tienen al incendio. ¿Sera capaz de provocarlo?_ Su mejilla se hunde como titanic, le sollozan los dientes amarillos, llora tambien la ampolla de su paladar, el paladar empollado y burbujeante de la lava del verano. El Uruguayo mira, hombres sin camisas por las calles, con sus regordetas barrigas inflamadas por alcohol, consumiendo la anestesia local de los barrios bajos mientras los testigos de Jehová arden en el infierno _ Aún sin saciarse de predicar la palabra de dios y entregar folletos. Lo hacen incluso cuando ven la cara arrugada del pastor imaginario en el piso, fangosa y sucia. No se molestan y siguen en la ineptitud de entregárselo a un ateo.

El uruguayo, por supuesto, está del otro lado, observando al predicador, con su camiseta de fútbol, representativa del Uruguay, de su jugador predilecto. Chupando vino de cartón imaginario, en la mañana de un domingo abrasador.

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