Reflexiones

El Arte de hacer Arte del Arte

Diario de una estudiante

“En lo alto, sobre la carreta que rodaba por un camino pedregoso, unas nubes grandes y espesas corrían hacia el este en el crepúsculo.”

Albert Camus

Arte Moderno A

El croquis

Cierto día a las seis de la mañana………………………………………………………5

Martes, 4 de abril de 2006,

La decadencia del arte, la decadencia de la crítica

En el crepúsculo………………………………………………………………….6

Viernes, 7 de abril de 2006,

Hacia el este………………………………………………………………………8

Martes, 19 de abril de 2006,

La crítica como Arte, el arte que surge del Arte…………………………………………..12

Viernes, 21 de abril de 2006,

Que rodaba por un camino pedregoso………………………..…………………14

Martes, 25 de abril de 2006,

Patchwork………………………………………………………………………17

Viernes, 28 de abril de 2006,

La raya, Chardin…………………………………………………………..…….20

Domingo, 7 de mayo de 2006,

El salón de 1767 dirigido a mi amigo Grimm

Lectura superficial……………………………………..……………………….23

Cierto día a las doce de la noche………………………………………….……24

Las bufandas de colores, las semicorcheas, las letras………….……………….27

Cierto día a las seis de la mañana…

Prometo decir toda mi verdad, sólo mi verdad y nada más que mi verdad.

No soy Petrarca, ni María de Francia, ni Virgilio. Simplemente soy una estudiante de Humanidades y no sé si en el fondo es mejor porque como decía Mies van der Roe al construir su pabellón “Menos es más”. En realidad, sólo las circunstancias van a favorecerme y espero que sea de provecho.

Lo cierto es que la máxima de este arquitecto debería acompañarme a lo largo de toda la vida porque no hay nada más bonito que ser elegante. Aunque he de disculparme ya que no hay nada menos elegante que decir que algo lo es.

Lo que pienso hacer es un viaje de diez semanas para dejarme llevar porque en pocas ocasiones he podido decir lo que pensaba y eso es realmente atractivo. Tengo que disculparme otra vez, sé que no lo voy a hacer del todo excelente.

Me piden que sea subjetiva, literaria y apasionada. Imaginemos que yo he visto muy de cerca a cierto artista… Pues he de aprovecharme de la situación para que me sirva de inspiración… Imaginemos que he visto muchos cuadros actuales… ¿Podría decir algo inteligente de ello? También debería aprovecharme de la situación… Imaginemos que yo voy a clase: me aprovecho de la situación, sin duda.

Uleré

¿Qué le vamos…?

¿Qué le vamos…?

¿Qué le vamos a hacer?

Uleré, uleré, uleré, uleré…

Los días me pasan volando

los días me pasan volando

Así de repente

se me ofrece una oportunidad

de expresarme en esta vida

con libertad

Uleré!!!!…

Apartando miedos en mi despertar

unos se superan, otros ahí están

no juzgo la vida, prefiero aceptar

intento ser libre en mi caminar

y amar

Los días me pasan volando

los días me pasan volando

Uleré, uleré, uleré, uleré…

Estoy “agradecía” de conocer

la magia que tiene el saber

saber que no solo soy la que piensa

elijo ser quien observa, la que piensa

Chambao

Martes, 4 de abril de 2006,

La decadencia del arte, la decadencia de la crítica:

En el crepúsculo

Cojo el metro y me bajo en Ciudadella Vila Olímpica. ¡Qué feo es el trayecto! Pero, llego a clase y escucho un interesante discurso sobre la crítica del Arte. Vemos un texto de Oscar Wilde:

No canviaràs mai. Però, seriosament, ¿a què treu cap la crítica d´art? ¿Per què no es pot deixar fer l´artista, que creï un món nou, si vol, o si no, que aporti matisos al que ja coneixem i del qual crec que estaríem farts si l´art, amb el seu delicat esperit de selecció i el fi instint d´elecció, no vingués, com si diguéssim, a purificar-nos-el i donar-li una perfecció momentània. Em sembla que la imaginació estén, o hauria d´estendre, una soletat al seu voltant, i que treballa més bé en silenci i aïllada. ¿Per què s´ha d´amoïnar l´artista amb el clamor estrident de la crítica? ¿Per què han d´arrogar-se els negats per a la creació del dret de determinar el valor de l´activitat creadora? ¿Què en poden saber? Si l´ obra d´un home s´entén amb facilitat, no li cal cap explicació.

Las ideas del texto son:

  • – No sirve la crítica de Arte.
  • – La creación artística debe ser libre: innovando o matizando. Pero, siempre aportando.
  • – El arte alimenta al espíritu.
  • – La creación ha de ser individual.
  • – Se supone que el Arte se entiende con facilidad.

Mis ideas:

Pienso que la crítica sobre Arte puede estar bien si uno no entiende la obra de un artista. Es decir, nos ayuda. Pero, si además esa crítica tiene un sentido estético ya nos está aportando algo. Como mínimo: ideas. Nos inspira y nos enseña en el arte de escribir. Para los que no sabemos mucho sobre Arte, leer algo interesante sobre una obra nos acerca más y nos motiva a seguir mirando. Aunque a veces, una obra, sólo por el hecho de ser bella ya atrae eso que percibe los colores, eso que capta los perfumes, eso que sustenta a nuestro paladar, eso que nos percata de las texturas, eso que también nos llena sin las otras cuatro facultades humanas. En realidad, ese es el objetivo de algunos artistas: conseguir una cierta emoción en el espectador al entrar en contacto con su obra. Se dice que un artista es bueno cuando lo consigue. Claro, eso depende de nuestro sentido del gusto. Podría pasarme horas mirando un cuadro sentada en un sofá y pasaría un entendido y lo daría por alto.

También he oído en clase de Arte Moderno que las épocas con crítica son épocas decadentes. Eso ya es más peliagudo. Eso significa que el Arte está pasando por una fase de incomprensión y si eso sucede es porque ya no es bueno. Ya no es útil, ya no es estético, ya no es una fábrica de caprichos para el viajero común. Aunque sí… Producir Arte es comunicarse y no es un capricho: es una necesidad. Se te ocurre una idea y necesitas sacarla al exterior aunque sea vomitando, porque eso te produce cierto placer y cierta emoción. Las épocas con crítica son épocas decadentes. La crítica tiene que complementar lo que la obra no ha sabido transmitir. Por tanto, la obra es incompleta. Las épocas con crítica son épocas decadentes. Tal vez, porque el artista no empatiza con el espectador. No voy a mencionar a nadie porque es como desagradable. Había prometido por boca de Chambao no juzgar la vida: perdón. Pero, he visto un armario abierto con ropa desordenada expuesto en cierta fundación y se supone que su valor en el mercado es elevadísimo; porque lo firma cierta persona. Siento disgustar al que haya captado a qué obra y artista me refiero y sea un admirador de dicho trabajo. Por lo menos, yo necesito una explicación. ¿No será que estamos en una fase decadente? En cierto sentido sí, en cierto sentido no. Pero una cosa es segura: personalmente no compraría ese armario que huele a polvo. La idea del orinal ya salió en Nueva York mucho antes. Cuidado, que hay una sola obra en dicha fundación que sí me gusta y me conduce a ideas y no me ha importado mirarlo dos veces por su originalidad. Además, como que dicho centro posee sólo tres cuadros enormes no conozco al pintor y prefiero no atacarlo para no equivocarme.

Por hoy, ya he acabado mi reflexión sobre la crítica del Arte y la lección aprendida en clase. Ahora ya no estoy en el metro, ni en la facultad, ni en un despacho. Estoy en mi casa y el próximo día reflexionaré más. Me he saltado lo de la libertad del artista y su individualidad. ¿Acaso no sería demasiado largo para un solo día? No es de lo que hemos hablado hoy y voy a prescindir de ello.

Viernes, 7 de abril de 2006,

Hacia el este

Espero que hoy me piquen las musas. Si no, voy a tener que mandar un e-mail a Apolo para que me de raciocinio y otro a Dionisio para que me ilumine de emoción. ¿No son los dos opuestos complementarios para el Arte según Nietszche en El nacimiento de la tragedia? Pues yo los necesito… Un pequeño esfuerzo y me harán caso. Eso espero…

Allá voy.

Sin duda, la crítica de Arte puede ser un arte. Esto no es una crítica. Es mi primer ensayo y estoy tratando de darle una forma. Ésta, normalmente tiene un significado. De momento, el significado es que hablar de Arte puede ser hacer literatura que ya es Arte. Imaginemos que a mí me ha gustado siempre escribir. Pudiera ser que a temporadas. Seguro que pensaría en lo mala que soy. Pero, me recrearía, me lo pasaría bien y después a algún inocente le tocaría leerme… Y luego me criticarían y me dirían lo que debería haber puesto, cómo, dónde, etc. Alguno me mal interpretaría. ¿Sería parte del juego? Creo que la clave de la literatura es decir las cosas pero no decirlas. Las críticas pueden regalar al artista la sensación de ser leída y corregida. Estoy segura: la crítica es constructiva. Aunque seguro que a algunos artistas les toca el ego que quieran cambiar algo que a ellos les parece importante. ¿No será que uno debe construir su propio criterio?

La modernidad implica la autocrítica y la creación es como un parto. Suele doler mucho pero después sale a la luz algo interesante. Pero, eso es algo lógico. Si un artista no es capaz de reconocer sus errores no puede mejorar y en el mejor de los casos innovar.

La creación es mimética; que no se crea nadie que este texto ha salido de la nada. Es el resultado de haber captado con mi inconsciente miles de ideas a lo largo de toda mi vida. Hay algo en la mente que te hace captar otro algo que se acumula en el cerebro. Y al cabo de un tiempo, sale transformado a tu manera.

Voy a contar un cuento, ahí va:

Temps era temps que un erudito arquitecto inventó una escalera muy original. Un hálito transformador, una esencia que era capaz de mover las dunas del desierto, un espíritu liberado había creado algo diferente. Pero, llegó otro arquitecto con malos vientos y se atrevió a decir que la idea de la escalera no era del hálito transformador. Y ese inspirado no era un plagiador. El de los malos vientos incluso se atrevió a insinuar que era mejor. Al cabo de cierto tiempo uno confesó que era Moderno y el otro confesó que era Postmoderno. Si yo pudiera imaginar los interiores del Postmoderno diría que son como el bombazo de la sangre después de correr un rato. Los del otro arquitecto Moderno serían como los de después de dar un pequeño paseo por el mar en una noche sin luna, sin estrellas. ¿Quién sabe si la escalera salió de un gallinero? La esencia que mueve las dunas ni se acordaba ya… ¿Qué más daba ser Moderno o Postmoderno? Lo importante en el Arte era llegar a algo: una esencia, un mensaje entre líneas, un sentimiento, un placer estético. Uno decía con facilidad que un edificio era un organismo vivo. El otro le contestó que un edificio era “una máquina para la vida”.

Los dos tenían una esencia… y al final

menjaren anissos i foren feliços.

I “ve´t” un gos i “ve´t” un gat aquest conte s´acabat.

Aunque el que no se adscribe a la tradición me abre el corazón.

Dejemos aparcado el cuento que habla del plagio y de la creación y de lo que realmente interesa en el Arte.

En clase han dicho:

Que Oscar Wilde plantea tres motivos. El primero es el “motivo del silencio”, el segundo es “la inutilidad de la crítica”, el tercero es que en épocas decadentes aparece la crítica (no voy a referirme a ello porque ya he hablado de la decadencia).

Sobre el motivo del silencio también he hablado. Si yo, que soy una espectadora común no tengo ni idea, necesito una explicación. Entiendo que a la entrada del Macba impresiona que haya una cama colgando de la pared a veinte metros. Es como simpático. Nos dice: relajémonos. Me encanta el Macba aunque también haya alguna cosa que otra que yo descartaría. Hay un cuadro que es todo negro y yo sé que hay otro más antiguo que es de color blanco. Aquí, el pintor no se ha molestado ni en pensar una idea y encima considero que ha plagiado a otro. Cuidado, ¿Le estará llevando la contraria? ¿Le habrá pasado como al espíritu inspirado de mi cuento? La cuestión, hoy en día, ser un buen artista depende de tener un buen marchante o un genio de las ventas o como yo creo que fue Picasso: ser un relaciones públicas. Pensemos en Van Gogh… Es cuestión de psicología. Gala hizo que su marido se metiera en una bañera delante de una galería en Nueva York. Si Dalí no se hubiera sabido vender ¿Hubiera salido de Figueras? Yo he visto en galerías de poco nivel a artistas que merecen estar en el Macba: Baranga, Trapero, Ibarbia, Alejo, Ruiz Bernal, Urbano, etc. Claro que yo no soy quién para decir quién es bueno y quién es malo. La crítica la debe hacer un Historiador de Arte. No estoy de acuerdo con Oscar Wilde. Necesito saber de buena tinta si todos estos pintores actuales merecen estar en el Macba. Necesito leer y mirar. Estoy hambrienta… Pero, de discursos interesantes.

La inutilidad de la crítica”… “Si la obra es buena no necesita que se la defienda”. Eso es verdad, si la obra es buena el espectador la entiende y la valora. Pero, insisto: necesito explicaciones porque no entiendo si no me comentan algo. Aunque he de reconocer que hay cuadros que me atraen. Y si me atraen, es porque el cuadro me ha transmitido una emoción y eso era lo que quería el artista. No necesita una defensa. El mismo Macba como edificio no necesita defensa. Es buenísimo. Entra la luz por todas partes, es blanco como una nube y moderno como la época revolucionaria en la que estamos.

Y ya puestos a ser críticos tengo que decir que me estoy pasando de irme por las ramas y que tengo que centrarme más en los apuntes. El próximo día prometo leérmelos con mucho más detenimiento para dar una visión más objetiva. Aunque me han pedido subjetividad y pasión ya empiezo a darme cuenta de lo poco centrada que estoy. Creo que cogeré algún cuadro que me guste como el de Gaugin o Sonia Delaunay… Mondrian no me gusta porque Broadway Booguie Wooguie y Trafalgar Square son iguales. Visto uno, vistos todos. Es igual que el cubismo de Picasso, Braque y Juan Gris en ciertas épocas. Entre la botella de Anís del Mono, guitarra y violín he de confesar que quedé saturada. Deben tener una explicación…

La recepción de una obra es subjetiva. Si yo viera un cuadro que representara el Guadalquivir… Si yo me hubiera criado en un pueblo de Sevilla, me hubiera encantado pasar por delante, mirarlo de reojo y recordar mi infancia que para la mayoría de la gente es la época más feliz. Tendría veinte Torres del Oro, veinte olivos, veinte norias, veinte casetas y mil colores pasteles además de mucha geometría en orden caótico; pero alargado como el río. ¿No será que el Arte, en definitiva, lo que tiene que hacer es transmitir sensaciones? Sensaciones como decía Proust en su episiodo sobre la magdalena o en el prefacio de Contra Sainte-Beuve…: “Cada día atribuyo menos valor a la inteligencia”.

Pokito a poko

Andaba perdía

De camino “pa” la casa

Cavilando en lo que soy

en lo que siento

Pokito a poko, entendiendo

Que no vale la pena andar por andar

“que´s mejor caminá pa ir creciendo”

Volveré a encontrarme con vosotros

volveré a sonreír en la mañana

volveré con lágrimas en los ojos

mirar al cielo y dar las gracias

Pokito a poko, entendiendo

que no vale la pena andar por andar

“que´s mejor caminá pa ir creciendo”

(…)

Volveré “pa” contarte que he “soñao”

colores nuevos, días claros

Chambao

Me voy de vacaciones.

Martes, 19 de abril de 2006,

La crítica como Arte, el arte que surge del Arte

Había prometido por lo menos, centrarme en los apuntes. Las ideas centrales de lo expuesto en clase son:

  • – Según Wilde, el elemento crítico es el responsable de la innovación.
  • – ¿Por qué es posible una crítica creativa?
  • – El significado de las obras no reside en el artista.
  • – Una obra es bella, lo dice todo porque no dice nada.
  • – Hay una unión de las artes, de la música puede salir la pintura.
  • – Si hay crítica es porque es bueno ya que ha generado un impacto en el receptor.
  • – Según Heidegger la obra de arte es origen y tiene un origen.
  • – La verdad de las obras de Arte exige hermenéutica.

Lo que pienso:

Estoy de acuerdo con lo que dice Wilde de que el elemento crítico es el responsable de la innovación. Me estoy refiriendo a la autocrítica. Si uno se analiza, ve los errores y los corrige: por lo menos avanza. En psicología se conoce como el “estigma del campeón”. Un artista debe ser capaz de reconocer lo que ha hecho mal para perfeccionarlo y de esta manera derivan nuevas ideas. Sin embargo, todas las ideas salen de otras ideas. No se trata de un plagio descarado y de mal gusto. Uno puede pensar que ha tenido una gran idea y de pronto un día se da cuenta de que eso que ha creado se parece a algo que vio con anterioridad. Por lo menos, hay cierta influencia. Estoy convencida de que la creatividad depende de captar mentalmente ideas que luego uno retransmite a su manera. Cuando esa idea está totalmente transformada ya es innovación. Por tanto, el elemento crítico es el responsable de la innovación.

Una crítica creativa es posible porque es consecuencia de haberse dejado llevar por los sentidos ante una obra. Algo debe producir tanta emoción a un crítico que necesita retransmitir lo que ha recibido. Si la crítica es original y bella entonces estamos ante otra obra de Arte. Lo dicho, de una idea surge otra idea. Si me pongo en la piel de un crítico entiendo que es un apasionado del Arte y que necesita expresarse igual que lo necesita el artista. Es algo instintivo, impulsivo, subjetivo. Una crítica creativa es posible porque es arte que sale del Arte como el Arte sale del Arte…

El Arte es un medio de comunicación. Es cierto, el significado del Arte no reside en el artista si no más bien en su obra. Por ejemplo, El principito de Antoine de Saint-Exupery. Esa obra tiene un significado más allá de lo visible. En esencia, el significado es el sentido de la humanidad humana. No tengo que preguntarle al autor qué significa su obra. Es el lector el que debe entender el significado. Pero, este significado tampoco reside en el lector. Reside en la obra y depende de factores circunstanciales en el receptor. Hace años intenté leer este libro y me pareció bastante tonto por lo que no pasé de la página tres. Después volví a coger el libro y he de confesar que me encantó. Le exprimí una lectura que tal vez a un escritor le llevaría a otra idea. Es cuestión de captar la esencia de la obra. El significado de la obra no reside en el artista si no que está en la obra. Y la interpretación depende de las circunstancias del receptor. El crítico puede dar su opinión pero siempre es subjetiva. Este trabajo es mi opinión y reflexión y es subjetivo también. ¿Estaré aprendiendo a ser crítica?

Por eso, una obra es bella. Lo dice todo porque no dice nada. El secreto de una buena obra de Arte es decir sin decir. Eso tampoco es insinuar. Es cuestión de jugar con colores, con claves de sol, con piedras, con letras, etc. Es decir, la obra de Arte, para ser bella exige una técnica.

De la música, puede salir la pintura. ¿Quién no ha leído algo en alguna ocasión y le ha gustado tanto que desearía por todos los medios escribir algo tan válido? ¿A quién no le gustaría producir como Marcel Proust, o Albert Camus o Mozart…? Vuelvo a la idea del plagio: la copia descarada como dicen, y si es verdad, que es La sombra del viento es mala. Pero, recoger ciertas influencias porque algo es bueno es un reconocimiento de que algo está bien trabajado y además, es sin querer. Producir Arte es en definitiva como revolcarse por el barro siempre que vas viendo que llegas a donde querías llegar.

Veo que el Arte es comunicación. Transmite un mensaje subliminal y si uno está receptivo puede llegar a contestar a través de la crítica o del Arte o del arte de la crítica.

Siempre estamos ante las mismas ideas, la crítica puede ser un Arte que surge del Arte y puede llegar a ser innovadora. Por eso, voy a dejar de comentar los apuntes, por hoy. Es eso lo que vienen a decir Oscar Wilde y Heidegger: El origen de la obra de Arte.

Hoy he conseguido algo, centrarme un poquito más en mis apuntes.

Viernes, 21 de abril de 2006,

Que rodaba por un camino pedregoso

Lección aprendida: si uno quiere ser crítico de Arte debe estar muy documentado y no sólo eso, si no que además debe estar exageradamente documentado. “Escribir es extremadamente peligroso.” Uno se puede equivocar con muchísima facilidad. Hoy he aprendido la lección. Dije que había quedado saturada con los cuadros de Picasso, Braque y Juan Gris al inventarse el cubismo, el día 7 de abril. Las naturalezas muertas de ellos tienen un algo de humildad porque me han dicho que pintaban cosas sencillas. Creo que tendré que estudiar Historia del Arte…

Pido un poco de comprensión ya que estoy aprendiendo y no soy una profesional. Eso estoy tratando de decir desde el primer día. Aunque siguen pareciéndome repetitivos, por fin les veo algo.

Ahora voy a volver a mis apuntes. Veamos…

1750: Se publica La enciclopedia[1]. Aparece un humanista en el escenario intelectual y con él la discusión sobre lo bello, el Arte y el gusto. Y contemporáneamente aparece la Academia fundada por Luis XIV o Rey Sol. Dicha escuela hace exposiciones en los salones del Louvre cada dos años. Diderot se pasea por las exposiciones y envía sus reflexiones a un amigo (1787-1791). Además, se deja impresionar por Chardin que es un innovador del momento. Durante siglos la pintura había sido mimética, había tenido narración, había transmitido emociones. Y en la época de Chardin imperaba el Rococó que era “pintura pornográfica” como El pestillo o El columpio de Fragonard. Pero, Chardin es moralizante, burgués, sencillo, intimista. Se acabó la historia y apareció el instante, la subjetividad, el ensimismamiento. Esto ha llegado hasta el siglo XX, cuando, por ejemplo, habría que recordar La arlesiana, retrato de Madame Guinoux de Van Gogh. Donde se ve una mujer culta con un libro en las manos pensando en lo que está leyendo. Pero, Chardin no está aislado ya que entronca con la tradición al pintar naturalezas muertas. Por ejemplo, La raya
o El bufett (obras que le sirvieron para entrar en la Academia). Con él ha llegado el momento de la humildad. Algo que heredará el cubismo y que yo había criticado negativamente en cierto aspecto. Objetos humildes: guitarras, tazas de café, botellas de rombos… Chardin y el cubismo están en la misma onda. Aquí, directamente, tengo que expresar mi opinión. El orinal de Duchamp es una burla al espectador porque carece de buen gusto por todos los costados. No hay que estar muy cultivado para darse cuenta de que es frío, mal educado, burlón… ¿Qué gracia puede tener un cuenco que echa pestes de vez en cuando? No todo es blanco o negro: existen los matices. Tal vez, el autor está expresando una parte de la naturalidad humana. Pero, desde mi punto de vista es un poco demencial. Se trata de llamar la atención. Eso es todo. Volvamos a los apuntes. Ahí está: “sentons et jugeois”, escribe Diderot en 1767. Y sigue “d´après ma sensation particulière”, “sincérite avec nous-mêmes”. Los criterios universales y las leyes no funcionan si no que depende del gusto. Y ahora vuelvo con mi opinión: el gusto es personal. Y con lo que dice Diderot ¿Para qué tiene que haber una Academia que dicte leyes? ¿Estaremos ante el Giro Copernicano? Las siguientes explicaciones ya las había pensado durante los primeros días de clase y por ello no me voy a referir a ellas. La subjetividad era algo que nos estaban transmitiendo sin decírnoslo explícitamente. Son mensajes entre líneas… Nos lo está pidiendo a gritos desde el primer día, durante la primera charla, en la primera oración. La crítica ha de ser subjetiva y ahora voy a contar un secreto: tal vez, lo que nos está enseñando es a hacer crítica o por lo menos nos está fomentando el arte de la crítica. No creo que en un viaje de diez semanas salga un crítico profesional. Pero, sí que daremos los primeros gateos. ¿Conseguiremos dar un pasito?

Ahora, voy a ensimismarme en mi subjetividad y voy a tratar de dejar llevarme… Voy a comentar la frase de Diderot: “sintamos y juzguemos, según mi sensación particular, sinceridad con nosotros mismos”.

El conocimiento depende de la subjetividad. Ya no es un conocimiento a priori sino que es a posteriori. Depende de nuestra experiencia ante el mundo y ante el estudio. Como Copérnico dijo que la Tierra giraba alrededor del Sol. Kant dijo todo lo que acabo de explicar. Se puede entender a priori si tenemos en cuenta que influye mucho en la recepción de una obra el instante en el que nos ponemos en contacto con ella. La subjetividad, el individuo, es la clave de ese Giro. Se acabaron las leyes… Ahora importa el individuo. Dios ha muerto… Digamos que Chardin también representa ese Giro: pasa de lo grotesco a lo puro.

El gusto depende de nuestro camino como viajeros por el mundo. La persona humana va creciendo en un entorno cargado de ideas, objetos, conductas. El gusto es algo que se capta desde que uno es pequeño. También con el estudio podemos derivar hacia ciertos gustos. Por tanto, no existe el mal o el buen gusto. Existe el gusto personal. Una obra puede ser buena y no gustarme o puede ser mala y encantarme. Si alguien tuviera “buen gusto” diría que es alguien que desde pequeño le han transmitido sin querer un cierto sexto sentido y que además, se ha cultivado leyendo mucho o yendo a la universidad, o visitando muchos museos, exposiciones, y centros culturales. Aunque claro, también hay gente sin formación que tiene muy buen gusto desde mi punto de vista. El gusto es subjetivo. Tal vez la pregunta clave es ¿Estamos en la onda?

Desde mi punto de vista hay cosas que considero de buen y de mal gusto… Habría que matizar: hay diferentes buenos gustos y malos gustos. Si uno tiene la oportunidad de tomar el aire y hacer de Principito
puede ver como lo que es de buen gusto se transmite entre las diferencias. Si viajamos a Méjico, en Cuernavaca, podemos ver la casa de John Brody (amigo de Frida Kahlo) y veremos una casa sencilla y vivida, con buen gusto. Si nos movemos por Turquía veremos mujeres con shadores y shadores… Hay algunos que son realmente bonitos… Si viajamos a Córdoba veremos unos patios con flores que quitan el hipo. Si alguien no tiene para dar de comer a su perro pero te invita a un pastel de chocolate con café ¿No es de buen gusto? Si un republicano tiene la oportunidad de matar a uno de derechas en una guerra y no lo hace ¿No hay cierto buen gusto en ello?

Dentro de las diferentes culturas, los diferentes momentos, las diferentes personas hay un rasgo que pueden compartir: el buen gusto o el mal gusto desde la propia visión del mundo. Ahora la pregunta es ¿Estamos ante la globalización? La anti-globalización es buena para un humanista porque la diversidad enriquece en todos los sentidos. Pero, la antiglobalización puede llevar a unas culturas con otras a llevarse la contraria, a generar conflictos y en definitiva, a la guerra.

¿Estaremos ante problemas de tolerancia?

Decir buen o mal gusto es preguntarse por el sentido de la estética, incluso más allá de lo visible: “Es muy simple, sólo se puede ver correctamente con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.

Si esto es así, la crítica es subjetiva. Ya he dejado claro que la crítica podía ser un arte: el arte de la subjetividad. La crítica depende del crítico y del receptor. Pero, algo es seguro: la crítica es libre.

Seamos sinceros, juzguemos desde nuestra opinión particular, sintamos… La crítica moderna, siguiendo al Giro, es personal y depende de todo lo anterior… De factores circunstanciales.

Ahí está la modernidad, el caso es la ruptura con un nuevo enfoque. Estamos ante una nueva manera de pintar, de ver el mundo, de opinar. Todo esto llevará a descomponer la realidad en formas geométricas. Son los primeros pasos hacia la revolución: el cubismo.

Por hoy, lo dejo ya que es un camino bastante pedregoso…

Martes, 25 de abril de 2006

Patchwork

Hoy voy a pensar un poquito en lo de ayer y después regresaré a mis apuntes.

Ya tengo los retales… Enhebrando…

“Y luego, cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve.”

Susanna Tamaro

Ya he metido el hilo en la aguja…

Tengo que hacer una práctica de crítica para poder hacer una composición.

La virgen del pez de Leonardo Alejo

Mi sensibilidad está embrutecida porque no tengo los conocimientos necesarios. Pero, ahora, estoy sentada delante de un cuadro que me llamó la atención durante mucho tiempo.

El marco es clásico, minimalista y moderno. Está pintado en plata pero gastado y viejo. Los colores del cuadro en sí, son grises claros y grises marengos. Es frío. Hay pintada una mujer que representa el equilibrio entre lo que es anguloso y la curva. Oscar Niemeyer dice: “la curva es sensual”. En su cabeza hay el colage de un pez. El artista ha usado la parte curvada de un cartón para representar las escamas. Esas ondas que hay debajo de la capa superficial. La mujer lleva un escote y en su hombro izquierdo hay un círculo blanco parecido a lo que hay en este. Su atuendo puede gustar porque es minimalista también. Simplemente lleva una camiseta y una rebeca. El pelo no es perfecto pero le cae por los hombros y tiene poco volumen. Pero, eso no es todo. Tiene una mirada cínica, profunda y directa que queda enfatizada por las sombras antinaturales de su cara. Son unos ojos alargados y acentuados por unas largas cejas. La boca es granate oscuro y pequeñita. Está entre la maldad y la bondad. Su mano derecha está tocando su cuello y los dedos acaban en puntiagudo.

Se genera una tensión en el espectador. Raya el miedo y la atracción de lo bello del cuadro. Es el conjunto lo que lo hace bello. Es el marco, los colores, y el pez. La mujer está enfrascada, encantada, abstraída pero a la vez te mira profundamente. Está inspirada pensando en el pez. Y ahora que estoy reflexionando sobre este cuadro veo la alegoría que hay detrás y creo que está alejándome, personalmente. Es bello pero cínico… Pero, también es algo natural. Puede que la mujer esté pensando en tener un hijo ya que es una virgen. Está en deseos de maternidad. Su reloj biológico le está diciendo que ya es la hora. La maternidad es algo bello… Tal vez, el pintor sea algo machista ya que pinta a una mujer entre la maldad y la bondad. Es un tipo de mujer que busca desesperadamente reproducirse (por su escote pronunciado) y creo que el pintor podría pensar que todas somos iguales. Es posible que el pintor se haya fijado en una mujer en concreto o esté representando el tópico de la mujer fatal. Aunque yo no la veo tan fatalista. La han educado así… Cada uno tiene su educación y sus objetivos en la vida. Si le hubiera puesto un libro en la cabeza me hubiera hipnotizado más, a mí. Pero, he de reconocer que el pez me gusta ya que siempre he estado muy arraigada al mar. Tal vez, la mujer piensa en tener el hijo de un pescador y por eso, tanto énfasis en un colage
de un pez en la cabeza.

¿Y a quien me lea? ¿Qué le gustará?

Aquí hay maldad, bondad, cinismo, miedo, belleza, sensualidad, profundidad, maternidad, cierta feminidad y en definitiva: equilibrio.

No es un cuadro famoso. Pero, he intentado sacar lo bello desde mi bruta sensibilidad, desde mi poco conocimiento sobre el pintor, desde mi ignorancia.

Ya estoy hilvanando…

Ahora me dirijo a lo que dijo Diderot sobre Chardin y lo que he entendido:

Salón de 1759

Chardin es la naturaleza. Muestra las cosas como son. Los otros cuadros son retórica que infla a los monarcas. Los otros cuadros llenaban a Luis XIV. Los otros cuadros eran Rococó. “M. Chardin est homme d´esperit, il entend la théorie de son art; il peint d´une matnioère qui lui est progre”.

Salón de 1761

La naturaleza significa mimesis. El arte es ilusión y magia y capacidad para hipnotizar. El arte transforma el metal en oro. Si miras un cuadro a cierta distancia ves una cosa y si te acercas ves otra. Ahí está parte de la magia de la pintura y del Arte en general. La modernidad es romper con la tradición, sin influencias pero con influencias. Tener un ojo inocente y así poder desguazar la tradición. Romper rechazando la línea bien plasmada.

Salón de 1763

Habla de la naturaleza y la verdad: “L´artiste a placé sur une table un vase de vieille porcelaine de la Chine, deux biscuits, un bocal rempli d´olives, une corbeille de fruits, deux verres à moitié pleins de vin, une bigarade avec un pâté”, “C´est que ce vace de porcelaine; c´est que ces olives sont réellement séparées de l´oeil par l´eau dans laquelle elles nagent; c´est qu´il n´y a qu´à prendre ces biscuits et les manger, cette bigarade l´ouvrir et la presser, ce verre de vin et le boire, ces fruits et les peler, ce pâté et y mettre le couteau

Salón de 1765

El dibujo es lo que da forma a los seres. El color es lo que les da vida. La presencia de la naturaleza reside en la magia de los colores. La afirmación de la importancia del color es una constante que apunta a la contemporaneidad: Gaugin, Matamua. Es el color la clave de la verdad de la pintura: nos hacer ver frutas donde no las hay.

Lo que interesa es provocar un efecto realista pero a partir de los bocetos porque nos da la posibilidad de ejercitar la imaginación. Se ha de pintar con sentimiento.

Estoy en el crepúsculo total… Voy a olvidarme de Dionisio y me voy a centrar en Apolo.

Hilvanando más… y cosiendo…

Chardin tiene espíritu, esencia, un algo. Chardin es un alquimista. Chardin rompe. Ya no hay una línea bien plasmada. Ahora importa el color. El secreto es el sentimiento. Su arte reside en la capacidad de hacernos creer que las imágenes de sus cuadros se pueden tocar. Sentir la naturaleza, lo sencillo…

Voy a zurcir y recoser mi crítica con la de Diderot sobre Chardin. Veamos, el cuadro que yo he intentado criticar transmite sentimientos porque el artista tenía ciertas emociones cuando lo pintó. Y el pintor francés también usa el sentimiento según Diderot. Por tanto, el cuadro que yo he descrito y que es actual, se enlaza con la obra del otro pintor. Es decir, hay modernidad en uno y otro. Tampoco hay trazo bien definido en ambos (ahora me refiero a La raya) y lo que impera es el color. No hace falta que sea vivo sino que refleja cierto realismo ya que tiene un significado. De una forma u otra los dos cuadros transmiten la idea de que se pueden palpar. El que yo he buscado tiene un colage y ya está haciendo referencia al tacto y a la textura. Los de Chardin tienen colores que son realistas y junto a la difuminación de la línea nos parece que lo podemos tocar. Y lo más importante, Chardin pinta a la naturaleza, objetos sencillos… Alejo pinta lo natural, el deseo de maternidad a partir de el retrato de una mujer minimalista y sencilla.

En definitiva, Chardin es un innovador que abre la puerta a la modernidad y al arte más actual.

Se acabó la colcha.

Viernes, 28 de abril de 2006

La raya, Chardin

Dibujo en el aire

Ya no quiero vivir con los temores

que prefiero entregarme a la ilusión

y lo que creo, defenderlo con firmeza,

sin historias que me abulten el colchón

Y si un día me siento transformado

Y decido reorientar la dirección,

tomaré un nuevo rumbo sin prejuicios

porque en el cambio está la evolución

Evolución, en el cambio está la evolución

Que mi camino se encuentre iluminado

y la negrura no me enturbie el corazón,

discernimiento al escoger entre los frutos,

decisión para subir otro escalón

Vivir el presente hacia el futuro

guardar el pasado en el arcón

trabajar por el cambio de conciencia,

dibujar en el aire una canción

Una canción, en el aire una canción…

Chambao

En el centro, una raya rajada siguiendo su forma. A la izquierda un gato a punto de asaltar unas ostras. Pescados muertos, una sábana, una sartén, un botijo, una botella de vino, un cuchillo. El gato no ha podido rajar a la raya sangrienta y destripada. ¿Lo habrán hecho con el cuchillo? No está manchado de sangre… Pero, el gato es un depredador y está ante la presa cazada: los pescados muertos, las ostras, la misma raya. Sin saber nada, desde “mi visión particular” estamos ante la alegoría de lo que es la vida y el instinto de supervivencia. Un gato inocente está husmeando la comida de la mesa. Una persona que no se ve ha rajado a la raya con un cuchillo. Hay que alimentarse… Una cosa es rajar a una raya que no se come y otra cosa es ser llano y natural e intentar buscar alimento con toda la inocencia posible, con toda la naturalidad viable, con toda simplicidad del momento. Y así, observamos dos sentimientos y nos acercamos a una reflexión a partir de una antítesis pictórica. El cuadro nos invita a pensar en lo moral. Lo bueno es el gato que simplemente se alimenta como es natural. Lo malo es la persona que ha rajado sin piedad a la raya. Pensemos en lo íntegro de la vida, lo recto, lo correcto, lo justo, lo natural, lo honesto. No sé, tal vez Chardin está haciendo una crítica a la hipocresía de los manuales de cortesía de Luis XIV y a toda la tendencia del Rococó. Está diciendo… Seamos nosotros mismos. Ahí está la elegancia y el buen gusto. ¿Qué es lo bello? ¿Comer para sobrevivir o comer para resaltar que comemos, para resaltar que estamos haciendo lo que creemos bello pero sin belleza, tras las tripas desagradables de una raya casi descuartizada? ¿No hay una crítica detrás de la imagen?

Veamos:

  • 1) Presencia de la vida misma, de la naturaleza.
  • 2) Magia, efectos, recepción.
  • 3) El hacer.
  • 4) Objetos ingratos.
  • 5) Acuerdo.

Sobre el primer punto ya me he referido con mi comentario “particular”.

Sobre el segundo punto he de decir que todo artista es un mago ya que transforma el metal, la pintura, la tela, la paleta, en oro: el cuadro. Aunque no todos consiguen encontrar la piedra filosofal este sí lo hace porque tiene un sentido moral, más oro.

Sobre el tercer punto hay que decir que toda técnica y originalidad exige de un secreto. Ahí está la gracia del asunto. Si alguien empieza a plagiarte se te va la emoción, la idea deja de ser tuya y personal. La sensación de exclusividad es lo que nos hace sentir especiales y nos motiva para seguir por el camino adecuado. Si no, puedes perderte y perder el hilo de la inspiración llegando a confundir tu personalidad que es lo que hace de cada individuo un artista único: Chardin. Hay que saber escoger lo que es imitar y Chardin escoge a la naturaleza que es algo de todos y no es robar una idea personal. Y la idea personal surge en cuanto te pones a trabajar, es parte de tu esencia… No se ha de elegir un estilo… El estilo es tu firma involuntaria. Para un entendido la firma de un cuadro no ha de ser importante porque ha de ser capaz de ver la autoría a partir de la forma. “Discreción y no discreción”: la firma está en el estilo y no en un garabato delante, detrás, arriba o debajo de un cuadro. Chardin tiene personalidad. Y su estilo, es ya naturaleza. Chardin ha pintado a través de los objetos y un gato el saber estar y el no saber estar. La realidad de la naturaleza.

Sobre el cuarto punto Chardin ha sabido retratar a su entorno a través de una raya degollada y ensangrentada y por tanto, deja de ser algo ingrato e irrelevante. El sentimiento se representa a través de las cosas como los románticos lo harán a partir del paisaje. Recordemos a Werther de Goethe. Así, podemos ver la transparencia de Chardin: su forma de pensar ante la vida.

Sobre el quinto punto me acuerdo del “pacto de ficción” y lo que voy a comentar a continuación no es idea mía. Alguien me dijo una vez sobre Alicia en el país de las maravillas que ahí estaba el secreto del espectador ante la obra. Uno establece un pacto y se cree lo que dice el autor. El receptor debe atravesar diversas puertas para entrar en diversos mundos como hacía Alicia al seguir al conejo. Para ello, el autor tiene sus estrategias. El crítico debe entrar en el país de las maravillas pero mantener la distancia para ser objetivo. El crítico debe ser objetivo y subjetivo. Ha de haber un equilibrio. Chardin refleja ese equilibrio. Pinta cosas reales pero hay un fondo de verdad como en un libro hay un fondo de ficción que uno debe decidir si creer o no.

A partir de la materia Chardin retrata un mensaje moral. Ha encontrado la piedra filosofal. Tiene personalidad; es él mismo y refleja su visión de la vida. Está en las cosas y sobre ellas.

Un educador oculto tras el oro, con el oro y en el oro.

Domingo, 7 de mayo de 2006

El salón de 1767 dirigido a mi amigo Grimm

Lectura superficial

“Alabo, critico según mi sensación particular que no pretendo imponer como ley. Dios no nos pediría sino que hubiéramos sido sinceros con nosotros mismos” Según Diderot… Pero, él desprecia a los amateurs por lo que me despreciaría a mí. Aunque no pretende imponer sus ideas como ley. Así, pues, puedo dirigirme a mi subjetividad y comentar lo que más me ha llamado la atención de este prólogo a modo de carta. Dice Diderot que el hombre rico le pedirá al artista una obra por su valor económico y que así sólo conseguirá una obra sin valor. Y un poco más allá dice que un hombre paga dinero por el cuadro de una exposición y éste se revaloriza por los amateurs que son “una raza maldita”.

Volvamos a imaginar que me he criado en un pueblo de Sevilla. Y ahora, adentrémonos en nuestra imaginación y pensemos en la siguiente anécdota. Creamos que un día, después de mucho tiempo sin pisar Andalucía viera doblar la esquina de mi calle al Silencio, una procesión solemne y sin banda. En el cruce de calles mismo, se para el paso y una mujer mayor canta una saeta desde un balcón rompiendo esa mudez. Y entonces, mis ojos se llenan de lágrimas y el bello de mis brazos se pone de punta. Estoy alegre y triste… No es el sentido religioso de los que me rodean lo que me apasiona, no es el hombre de mi izquierda que llora el que me sulfura, no es el penitente descalzo, de las cadenas y las cruces el que me desmonta y me eleva. Es el aire que se respira en su conjunto y la emoción de ver a través del arte mi pasado pero sin verlo. Y a mi derecha imaginemos que tengo a un tal Antoine que viene de Bélgica y nunca lo ha visto. Y yo le digo enseñándole mis ojos y mis brazos – “¿Ves? Esto es lo que pasa.” Para decirle lo que no tiene palabras.

Ahora exijo un poco más de imaginación e intuyamos lo que pensaría el belga si yo no le hubiera mostrado mis emociones: “- Esto es bonito, pero no me llama. Esto es otra cultura pero yo tengo desfiles militares en mi tierra. Esto es viajar y me está abriendo la mente, pero yo no siento nada.”

Diderot y yo estamos de acuerdo… Una procesión es Arte y además, es gratis. Y para mí vale todo el oro del mundo. Para un australiano insolente, verlo le llenaría de codicia saber que ha podido pagarse el viaje hasta allí. Y luego el australiano adinerado volvería a su casa y le diría a sus amigos que ha hecho el gran viaje. Y todos desearían pagar para ver lo que no ven.

Me siento amateur por lo que Diderot me odiaría. Pero, entiendo y siempre lo estoy defendiendo que nuestra relación con el Arte debe ser personal y subjetiva. Y que el valor de un cuadro no reside en su precio, si no en su esencia y en la subjetividad del receptor.

Si yo estuviera mucho tiempo sin ver a mi otra tierra seguramente valoraría más a Tàpies y me interesaría más por él. Aunque estoy aquí y valoro a Gaudí por su originalidad. Y después de mucho tiempo vería La Pedrera y lloraría. Aunque he de confesar que disimularía… Disimularía igual que intento disimular cuando los nazarenos pasan delante de mis narices y el aire huele a incienso.

Sinceridad con nosotros mismos…

Cierto día a las doce de la noche…

Es cierto que este ensayo, al principio empieza de manera poco profunda. Pero, reflexionando y escribiendo he llegado a la conclusión de que del Arte puede surgir el Arte. Y por eso, acabo haciendo mis propias críticas de algo que me haya llamado la atención. He elegido La raya, la Semana Santa
andaluza y un cuadro de Alejo porque pienso sinceramente que nuestra relación con el Arte debe ser personal y subjetiva. Me he dejado llevar por Oscar Wilde y por Diderot…

¿Dónde empieza y acaba lo moderno? También es algo subjetivo ya que en el Renacimiento se consideraban modernos y además, de todas las corrientes se puede coger algo. Eso es universal e involuntario. He intentado centrarme en el marco histórico de la asignatura pero no puedo evitar tener cierta tendencia hacia lo más actual.

Eso era lo que nos pidió: subjetividad.

No he sido capaz hasta ahora de escribir un libro, pero he encontrado el filón.

No puedo seguir escribiendo y dejándome llevar porque Apolo me está gritando y me está diciendo que hay más asignaturas en mi carrera y que alguien puede aburrirse con tantas letras. Además, Dionisio me estaba dando demasiado fuerte. Al final, creo haber dado a luz algo…

Recapitulemos:

  • – El arte puede ser decadente y la crítica también.
  • – La crítica puede ser literaria.
  • – La crítica te puede inspirar.
  • – Pintura, literatura y crítica están vinculadas.
  • – La crítica es un arte.
  • – “Sintamos y juzguemos según nuestra visión particular, sinceridad con nosotros mismos”.
  • – La relación con el Arte debe ser personal.
  • – Detrás de lo visible existe lo invisible.
  • – La recepción debe ser subjetiva.
  • – No paguemos por una firma, encontremos lo que nos gusta de verdad.

Añadir que:

¡Ahí estás tú!

déjate llevar

por las sensaciones

que no ocupen en tu vida

malas pasiones

de esas preguntas que te haces sin responder

dentro de ti está la respuesta para saber

tú eres el que decide el camino a escoger

hay muchas cosas: buenas y malas. Elije bien

que tu futuro se forma a base de decisiones

y queremos alegrarte con estas canciones

¡y ahí estás tú!… ¡tú!

¡y ahí estás tú!… ¡tú!

y es que yo canto porque a mí me gusta cantar

también tú bailas porque a ti te gusta bailar, ¡tú!

y es que yo canto porque a ti te gusta escuchar

lo que yo canto porque así si puedes bailar, ¡tú!

¡y ahí estás tú! Que a mí me gusta como bailas tú

¡Toabailá, toabailá, ahí estás tú!

canto por el día y en mañanas de alegría

canta tú conmigo si quieres conmigo cantar

canto por las noches cuando el Lorenzo s´esconde

canta tú conmigo si quieres conmigo cantar

canto pa los pobres que temprano se levantan

canta tú conmigo si quieres conmigo cantar

Chambao

Y en el fondo de toda mi reflexión con ayuda de la forma de este ensayo, dejándome llevar, he llegado a la conclusión de que

“Ut pictura poesis est”

Se ha de dictar sentencia.

Las bufandas de colores, las semicorcheas, las letras…

Libros

CAMUS, Albert. El primer hombre. Tusquets: Barcelona, 2003.

CARROLL, Lewis. Alicia en el país de las maravillas.
Alianza: Salamanca, 2001.

DE SAINT-EXUPERY, Antoine. El petit príncep. Salamandra: Barcelona, 1990.

DIDEROT, Denis. Salón de 1767. A. Machado Libros: Madrid, 2003.

GOLEMAN, Daniel. Inteligencia emocional. Kairós: Barcelona, 1996.

SUBIRANA, Rosa Mª. El museo Picasso de Barcelona. Everest: León, 1975.

TAMARO, Susanna. Donde el corazón te lleve. Seix Barral: Barcelona, 1995.

WILDE, Oscar. El crítico como artista. Cuadernos de Langre: Madrid, 2002.

Documentales

WAJNBERG, Marc-Henri. Oscar Niemeyer. Un architecte engage dans le siècle. Wajnbrosse Productions: Bélgica, 1990.

Música

Chambao. Mª del Mar Rodríguez. Endorfinas en la mente. ¡Ahí estás tú!

Chambao. Mª del Mar Rodríguez. Pokito a Poko. Pokito a poko, Dibujo en el aire, Uleré.

Steen Thottoup. Anette Berg. Café del mar. Save a little prayer.

Toufic Farrok Feat. Yasmine Hamdam. Souk Restaurant Tarifa: Lili S´en Fout.

Cuadros

La raya, Chardin.

La virgen del pez, Leonardo Alejo.

Y los apuntes de clase…

[1] La enciclopedia, diccionario razonado de las ciencias, las artes y de los oficios o L´encyclopédie, ou Dictionnaire des esciencies, des arts et des métiers.

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