Baile de una noche de verano

Baile de una noche de verano

Jen.Lou

24/01/2024

Mi gusto por la buena música, las ganas de bailar y el romance en la pista de baile empezaron desde muy temprano. Fue el verano del año 1991, tenía nueve años y estaba de vacaciones con mis padres en córdoba en la casa de mis abuelos, y a pesar de que me encantaba trepar a los árboles; jugar con los vecinos, revolcarme en el pasto y pasear a mis muñecas por todos lados, también amaba salir de fiesta, vestirme bonita, respetar el peinado y los vestidos que me hacían usar. Una noche fuimos a cenar a un lugar muy lindo en el centro de la ciudad, y todo estaba ambientado de un estilo muy antiguo, había cena show y otros eventos. Y esa noche para mí fue muy especial, no solo estaba comiendo todo el helado que quería, sino que de pronto, se apagaron las luces y comenzó un show de magia y luego el concurso de baile. Me divertí mucho con el mago y vi a todas las parejas bailar, pero solo una me dejó alucinada, en ese momento las demás dejaron de existir.

La música sonaba y ellos se entregaban al unísono, sus pies se adelantaban con cada nota y bailaban como si fuera el ultimo baile.
Y así lo recuerdo yo.
Me mantuve cerca de ellos casi toda la noche, observándolos.

Era apenas una niña que disfrutaba de aquella fiesta, la música, y de la pareja más bonita de la pista.
Por un instante pensé que en su interior sucedía algo más que todas esas canciones que bailaban., sentía la curiosidad de saber si eran novios o solo compañeros.
El mundo adulto es diferente a como lo percibe un niño, pero a mis nueve años eso no importaba, yo lo veía eterno y mágico.
Pasó largo tiempo de aquella noche, pero si cierro los ojos lo sigo viendo de la misma manera.
Y me gusta que sea así. Me inspira.

Una emoción libre, una decisión de recordar lo bello.
Ahora soy una mujer, pero un aspecto de mí sigue fiel a todo aquello que me lleva lejos y que atrapa mi atención, Igual que cuando era chica.

La música y los libros siguen siendo mis lugares favoritos.

Mi propia isla, en donde dejo fluir mis sentimientos más ocultos.
Y aún recuerdo esa noche; las luces, el mago, la escena del baile y a esos bailarines.
Todo en ellos era ideal, la energía, las miradas y todo lo demás.
Bailando fuera de la realidad. Pasión y aceptación, se pertenecían el uno al otro, al menos en ese instante, en esa pista.
Y yo., admirando a dos amantes del baile, una noche que marcó el principio de mi romance con la música de los 80

Supe de los bailarines lo que debía saber a corta edad.

El resto son solo detalles.

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