Enfoqué mi mirada en la grieta de mi pared.

Dicen que los domingos traen consigo nostalgia y ganas de llorar.

Es sábado y me estoy dando cuenta que no me estoy dejando ser, el miedo se estaba volviendo en mi como grieta en la pared, expandiéndose poco a poco dividiendo las ganas de sentir de mi cuerpo y alma. 

Me quiero volver a permitir explotar de amor, pero han caído un par de esquirlas, se han acumulado y ahora las siento en el pecho.

Me quiero liberar de los escombros que estorban entre la luz de lo divino y yo. 

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