Papá

Nunca te escribí, pero hoy quiero hacerlo.
Hay recuerdos que atesoro en mi memoria y me hacen extrañarte, pero a veces hay otros tantos que no me hacen ni siquiera necesitarte.
Quizás he sido un poco dura con vos, pero la medida de mis emociones son difíciles de controlar, puedo saber amar con locura como también odiar sin escrúpulos.
Más allá de mi coraza fría quiero decirte que hoy te extraño…
Como cuesta eh, me cuesta decirlo, escribirlo y a veces me enojo hasta por pensarlo. Pero nunca se le puede mentir al corazón.
Fuiste duro conmigo, nunca comprendí la razón, quizás tu manera de ser tan arraigada a tu época o a tu niñez.
Pero tampoco fuiste tan duro como para no pensarte nunca más, es como algo intermedio. Y no sabes cuando odio los intermedios, es como algo molesto que no sabes que tanto duele o que tanto nos hace bien.
Hoy quise escribirte porque como te dije nunca lo hice, quizás son mis sentimientos que están por explotar entonces no hago algo mejor que esto, que dibujar unas letras en mi cuaderno.
Te escribo y me limito a guardar mi dedo juzgador, mi mirada arrogante y mis brazos cruzados…
Te escribo para decirte que quizás si, quizás hoy te extraño, extraño tus mates, tus abrazos, tu risa y tu pelo, menciono tu pelo porque aun recuerdo su olor, es algo que jamás olvide, hay olores que quedan guardados para siempre en nuestro corazón.
Guárdate este «te extraño» para siempre en tu cajón, porque aunque lo sienta se me hace difícil decírtelo.
A veces el pasado duele tanto que el futuro es tan solo un arrebato de tiempo, un spoiler de lo que ya dábamos por sanado.