12. Me gustas, … pero tengo novio -Luis Hernández Gil

12. Me gustas, … pero tengo novio -Luis Hernández Gil

eleachege

22/01/2024



                                               LA NARRATIVA DE ELEACHEGE

12. Me gustas, … pero tengo novio – luis hernandez gil

Registro intelectual: Código Safe Creative: #17021723228.. 19-feb-2017

Hacía días que había empezado a bachillerear el cuarto año. El profesor de matemáticas aún no llegaba y escuchó el tono agradable de su voz.

—Te llamas Luigi ¿Cierto?

—Sí. Gusto en conocerte

—Me llamo Paola. Pero ven Luigi siéntate aquí

Recogió su bolso del pupitre contiguo para cederlo y tendió la mano acercando el rostro para un beso en la mejilla.

— Gracias por quedarte a mi lado

Recordaba que el trato entre ellos era discreto, algo lejano. Sabía de su interés por la literatura y además gustaba de la música clásica. Esa impronta causaba su aislamiento. Le decían the hippie. Aunque en ciertas actividades era alegre y simpática.

Todos sabían de su adversidad de Luigi por el profesor de literatura. Cuando se acercaba, bajaba la vista y le miraba los zapatos. Miraba sus zapatos porque consideraba que allí se escondía su cara amorfa. El profesor se paraba a su lado y expresaba a todo el salón:

— “Luigimiraisueña” otra vez alucinado y viviendo nuevas fantasías

El profesor era así y así le vomitaba sus afectos. Se decía que el profe era un esbirro de la dictadura. Un esbirro, pero apreciaba a Luigi, aun conociendo de sus andanzas. Solo que Luigi era un fresco que buscaba contradecirlo en clase al disentir de sus convicciones. La semana que estuvo preso por actividades de propaganda subversiva, molieron sus nalgas a peinillazos y las salaron para levantar costras. Fue el profesor de literatura Raúl Espino, de los que más influyó para que lo dejaran libre y sin reseña. Los peinillazos fueron sus primeros galones de ascenso revolucionario por la lucha contra la dictadura militar para implantar la democracia. Luego, al ingresar a la Universidad, la lucha era contra la dictadura democrática que también violaba derechos de la gente humilde y de quienes le adversaban. Paola y Luigi formaron parte de la subversión urbana en las UTC (Unidades Tácticas de Combate) y más tarde como guerrilleros en la montaña. Aún recuerda cuando oía y sentía tan cerca, el tableteo de las metralletas desde los helicópteros y las explosiones de las bombas lanzadas desde aviones de caza. Ellos se abrazaban y reían con nerviosismo. Si morían, querían morir juntos. Paola había subido esa única vez a la montaña como correo para diligenciar algunas encomiendas al Frente Guerrillero del cerro El Bachiller. Fue en esa ocasión que recibió la foto y tuvo noticias del embarazo. Pero aquel día que desapareció de su vida se encontraba solo. El sonido de la metralla lo dejó en el limbo. Rescatado por quien luego fue su mujer, por diez años vivió ausente de su vida anterior. Así perdió de forma temporal el contacto y el amor de Paola…

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