Adiós a la Fantasia

Capitulo 2 Muerte Blanca

Un pájaro se alzó en vuelo junto a sus compañeros hacia el sol mostrando una emblemática escena solo para ver como bajaban de las nubes devolviéndonos a la realidad donde la tierra se teñía de rojo que provenía de un cadáver en el cual se posó el ave volviendo a alzar el vuelo viendo como otro y otro cadáver aparecían en sucesión hasta ver una panorámica desde el cielo. Desde este punto se podía ver como una cantidad irreal de cadáveres se presentaban manchando la tierra de rojo, pero aun así se podía escuchar los gritos desesperados y el sonido de metal chocando fue de este modo que se pudo observar cómo cierto grupo de soldados seguían luchando, pero entre ellos sobresalía una joven de cabello blanco que danzaba entre los enemigos cortando uno tras otro portando una máscara blanca siendo manchada por la sangre enemiga.

¡Muerte blanca!

Eso fue lo que los soldados de armadura azul gritaron de repente al ver a la joven enmascarada acercándose a una gran velocidad con su espada oscura siendo lo último que vieron sus cuerpos sin una cabeza. Los soldados de armadura roja ganaron una vez más su confianza quebrada gracias a la aparición de la joven de cabello blanco tomando con fuerza sus armas contra el enemigo.

Sus pasos se detuvieron enfrente de un hombre vestido de una armadura diferente al resto de soldados quien balanceo su espada hacia adelante contra la joven siendo detenido por su espada oscura- violeta, regresando a su posición comenzó a decirles unas palabras a la joven.

  • Muerte blanca. Veo que no dicen nada por decir, pero hasta aquí llega ese nombre – dijo el hombre fornido.
  • Pues este Gayle. Capitán de las fuerzas imperiales del fuerte “Justo” reclamara tu cabeza – dijo el hombre con su gran espada.

La joven no dijo tan solo mostro su espada oscura hacia el hombre quien dibujo una mueca en su rostro seguido de un fuerte balanceo de su espada contra la peliblanca que no acertó a la primera siendo devuelto con un corte en su pecho esta acción solo lo hizo enfurecer al hombre que siguió con su ataque contra ella. Encontrando una oportunidad resaltando su cuerpo en una especie de aura roja que se envolvió en su espada bajando rápidamente contra la joven quien se defendió exitosamente, pero empezaba a ceder por la fuerza del enemigo.

  • El nombre de muerte blanca no es nada a la persona. No creas que estar a la defensiva te va a salvar. ¡Pues tengo una clase elite! – exclamo el hombre dando cortes contra la joven.
  • Tienes razón no me servirá estar a la defensiva todo el rato… lumina.

La realidad era que la peliblanca no se estaba defendiendo sino estaba analizando al oponente y cansándolo hasta obtener una oportunidad que le condujera a la victoria. Y esa victoria vendría por parte de la confianza excesiva del hombre para el momento que la joven dijo el nombre una delicada voz sonó desde su gorro.

  • Esperaba que me llamaras – respondió la delicada voz a la joven

Magia de soporte: Fortalecía

Rápidamente un aura roja igual al hombre recubrió el cuerpo aumentando su fuerza demostrándose en que la espada de la joven ascendía haciendo retroceder a la de su enemigo que sorprendido no pudo hacer nada contra el ataque combinado de la peliblanca que marco una X de sangre en su pecho cayendo de espaldas al suelo.

  • ¡Maldita sea! Aun no estoy vencido – dijo el hombre que trataba de alcanzar su espada.

Lamentablemente la joven pateo su espada lejos de él acercándose poco a poco para clavar su espada y comenzar una serie de golpes con sus puños hasta que sus nudillos se mancharan de sangre volviendo con su arma en mano viendo el pobre rostro del hombre quien al ver su muerte empezó a ofrecerle cosas a su ejecutora.

  • ¡Espera! ¡Te puedo dar lo que quieras! ¡Oro!¡Fama!¡Tierras! ¡Lo que sea! – exclamaba el hombre desesperadamente.
  • Entonces dame mis recuerdos.
  • ¿eh? – dijo el hombre confundido
  • No puedes verdad. Entonces solo puedes callarte.
  • ¡Espera! – exclamo el hombre.

La espada oscura se clavó en la garganta del hombre viendo una gran cantidad de sangre brotar de esa abertura.

  • Por favor… no… quiero morir – dijo el hombre hasta que sus manos tocaron el suelo.
  • Te hubieras rendido cuando aún tenías la oportunidad…

De esta forma la joven usa su espada contra el recién difunto hombre tomando su cabeza cercenada para caminar hacia sus supuestos aliados que seguían peleando contra los soldados de armadura azul.

  • ¡Soldados del reino!¡Tirar sus espadas! ¡Ya no tenéis porque luchar! ¡Su comandante ha caído! ¡Eh aquí su cabeza! ¡Soltad sus armas y se les perdonaran sus vidas!

La peliblanca tiro la cabeza cercenada del capitán enemigo que rodo hacia los pies de uno de los soldados enemigos que al verlo se cayó del miedo gritando causando que los demás soldados del reino soltaran sus armas. Al mismo tiempo los aliados gritaron de alegría por su reciente victoria alabando al imperio del cual provenían y donde servía la joven de cabello blanco pues ella era una mercenaria a sueldo.

¡Viva el imperio!¡Gloria al Imperio!¡Gloria a la muerte blanca!

La enmascarada vio hacia el cielo en dirección del sol sintiendo sus calurosos rayos sabiendo que un nuevo día había llegado como el final de otro por lo que la joven viendo a los soldados cansados de tanto pelear que esperaban algo que los reconfortara.

  • Les dejo dos opciones, la primera es irnos y esperar a que llegue otra masacre o no dejarles tiempo de recuperarse y partir de inmediato asegurando un descanso para todos hasta nuevas órdenes, ¿Qué dicen?

Todos los soldados se veían uno a los otros sabiendo que era mejor retirarse, pero eso solo calmaría las cosas para que volviese a repetirse y la posibilidad de no sobrevivir sumado la toma del fuerte aun así no querían ir hacia el fuerte enemigo pues el número que tenían era bajo sumado el cansancio de las tropas por pelear toda la noche, algunos querían despedir a sus compañeros muertos o familia eso significaría que las cosas volverían a ser catastróficas.

Yo quiero ir a darles su merecido

De entre todos los que quedaban una joven voz sonó a lo que la enmascarada busco de los soldados que quedaban encontrando a un joven soldado sucio y cansado que permanecía con la mirada llena de confianza.

  • Piénsenlo estas victorias fueron gracias a la muerte blanca que se encontraba a nuestro lado y nadie más. Si ella se fuese ahora no tendríamos esta misma oportunidad. Muchos de los nuestros amigos y familiares murieron, quiero darles una lección y decirles a los muertos que sus sacrificios no fueron en vano – dijo el joven soldado apretando su puño.
  • Y-yo también quiero ir – dijo uno de los soldados.
  • Quiero hacer sufrir a los malditos que mataron a nuestros colegas – dijo otro soldado alzando su espada.

Rápidamente la voz del joven empezó avivar la llama de los soldados quienes guiados por la venganza y su patria levantaron sus espadas.

  • Zero, creo que ya tienes un buen número de soldados para atacar – dijo la voz.

Desde su gorra apareció una luz de color rosada que se acercó a la enmascarada revelándose como una persona pequeña de cabello largo rosado y ojos ámbar con una peculiar personalidad sumado a las alas coloridas que se agitaban detrás suyo, aquel ser era un hada.

  • Lumina…
  • Entonces ¿qué vas a decidir capitán por un día? – dijo lumina maliciosamente.
  • Les volver a preguntar, ¿Están seguros de seguirme?

¡Si!¡Todos iremos a conquistar el fuerte junto a la muerte blanca!

  • Zero. Todos los que estamos aquí iremos junto a usted hacia el fuerte – dijo el joven de cabello castaño mirando a la enmascarada.

De esta manera todos partieron detrás de la enmascarada hacia el fuerte enemigo el cual se protegió cuando vio a los soldados enemigos, pero no tardó mucho en caer una vez que entraron por la puerta principal la cantidad de soldados enemigos era menor al que nosotros ante eso los soldados pelearon hasta el último defendiendo su fuerte terminando conmigo cortando la bandera enemiga del lugar declarando una clara victoria contra el enemigo.

La noticia de nuestra victoria sobre uno de los fuertes claves del enemigo se esparció como el agua haciendo que la motivación de los soldados del imperio subiese gracias a ello los generales comenzaron a movilizar tropas hacia el paso que habíamos abierto, el nombre de la muerte blanca empezó a ganar fuerza con esa victoria. Aquella victoria acerco más al imperio de la conquista del reino para la séptima semana de un año en conflicto, la guerra que no se veía algún cambio comenzó a inclinarse a favor del imperio llegando al punto de estar sobre la capital real del reino enemigo.

¡Soldados prepárense!¡La gloria del imperio y su futura victoria sobre el reino está a solo una puerta! ¡Hermanos y Hermanas dos años de interminable guerra están a punto de culminar! ¡Por favor préstenme su fuerza una vez más para volver a los días de paz!

Todos los soldados gritaron al unisonó al escuchar las palabras del general enfrente nuestra esta vez me había tocado estar junto a los soldados que sobrevivieron en el fuerte de Birm por lo que vi muchas caras conocidas bajo la supervisión del general Vayn era claro que nos esperaba una fuerte pelea sobre todo estábamos en la primera linea de ataque por lo que podrían eliminarnos a todos.

  • Muerte blanca – dijo una voz familiar

Al voltear mire al mismo joven de cabello castaño con una espada enfundada en su cadera y un escudo de hierro afirmada en su mano izquierda.

  • Tu eres…
  • Rill. Mi nombre es Rill. ¿Es fantástico no es así? – pregunto el joven.
  • Dentro de muy poco podremos terminar la guerra y entrar en tiempos de paz – dijo rill
  • Zero…
  • ¿eh?
  • Mi nombre es Zero. No, muerte blanca.
  • Ya veo. A todo esto, Zero. ¿qué vas a hacer una vez terminada la guerra? – pregunto el joven.
  • Yo… no lo sé… tal vez busque algún lugar donde paguen bien… ¿y tú?
  • Yo pienso que volver a mi hogar. Ha pasado mucho tiempo desde que estuve en él. Tengo una familia que espera mi regreso – dijo Rill.
  • ¡Ya se! ¿Por qué no vienes a visitarnos? – pregunto el joven.
  • ¿eh?
  • No sería estupendo. Además, sería la última vez que nos veríamos, ya que te vas a ir del imperio una vez terminada la guerra, ¿verdad? – dijo rill con una cara apenada

Lo que decía el joven era cierto para una mercenaria quedarme en un solo lugar no era algo bueno pues mi cartera sufriría y sobre todo los mercenarios no tenemos ningún lugar al cual llamar hogar pues vivimos de campo de batalla tras otro hasta que muramos sobre todo nosotros no tenemos a nadie que llore nuestras muertes e incluso yo no tengo memorias por lo que no se si tuve a alguien especial o una familia que se pusiera triste por mi partida.

  • Tal vez… acepte tu oferta.
  • ¿¡En serio!? – dijo el joven.

El joven se fue al termino de nuestra conversación siendo molestado por lumina.

  • Que fue eso. Acaso ese joven te acaba de invitar a visitar a su familia – dijo lumina con una sonrisa maliciosa.
  • Si.
  • A mí me parece que no es solo como amigos. Puede que él esté interesado en ti – dijo lumina como un viejo verde.
  • Basta, lumina. Además, no es como me vaya a quedar tiempo con él. Tan solo voy a visitar a su familia y sentir un poco de lo que llaman calor familiar…. Además, algún día recuperare mis recuerdos.
  • Realmente no tienes sentido del humor… si vas a recuperarlos no olvides no morir – dijo lumina desganada.
  • Sentido del humor…

Una cosa que deben saber es que no recuerdo nada de mi pasado antes de conocer a lumina o convertirme en mercenaria. Aún recuerdo el día que abrí los ojos por primera vez en un bosque del cual no tenía ni la menor idea caminando hacia quien sabe dónde para encontrarme con un grupo de gente con cabeza de cerdos cocinando carne de criaturas que hubiesen cazado al lado en una jaula se encontraba una pequeña hada resignada a morir, pero tan pronto intente hablarles a esas criaturas tomaron sus armas e intentaron matar por una extraña suerte mi cuerpo supo cómo moverse ante esa situación acabando con mis enemigos a los pocos segundos a pesar de que manche mis manos con sangre y mate a cuatro criaturas no pude sentir ninguna emoción fue ahí que sentí por primera vez que algo andaba mal conmigo.

Al liberar a la pequeña hada me dijo su nombre por lo que era natural darle el mío, pero cual era mi nombre en un intento por recordar supe que no tenía ningún recuerdo de mi pasado que indicara algún indicio de quien era o siquiera un nombre. A lo que lumina me dio el nombre de “Zero” al ver los dos ceros en la túnica de color azul que llevaba puesta seguido me propuse a seguir mi camino, pero el problema era que no tenía ni la menor idea hacia donde ir o que debía hacer por lo que lumina me guio hacia el primer pueblo que visite del imperio desde ese momento lumina me acompaño por el imperio como mercenaria y mi primera amiga en este raro mundo.

Regrese a la actualidad escuchando las campanas de guerra que indicaban el comienzo de la última parte de esta tortuosa guerra. La verdad es que algunos pensaban que sería fácil, pero la realidad seria otra pues la capital real estaba bien protegida con armamento o los últimos soldados que quedaban del reino defendiéndola.

El cielo comenzó a teñirse de rojo debido a bolas de fuego que impactaron con fuerza en el suelo lanzando a varios soldados por los aires algunos quemados, otros heridos de gravedad, pero aun así el ataque siguió hacia adelante a pesar de que significase bajas entre nuestras filas. Mientras que todo esto ocurría un cierto grupo de soldados se escabulleron dentro de los grandes muros de la capital real entre ellos se encontraba la enmascarada liderada por un viejo caballero del imperio su objetivo la fuente de energía que creaba un poderoso muro protector del reino.

Si este muro caía el siguiente solo sería cuestión de minutos para que nuestros soldados entraran al reino. Nuestro recorrido constaba desde la parte profunda del edificio de defensa que generaba un escudo gigantesco alrededor del castillo según la información dicho cristal es alimentado por cinco magos de alto rango protegidos por soldados nuestra misión es destruir esa fuente y hacer caer el muro.

El camino hacia arriba fue difícil pues el edificio estaba bastante protegido, pero sobre todo tuvimos que enfrentarnos a los magos de más alto nivel perdiendo a más compañeros. Entre ellos un mago anciano se alzó contra nosotros atacando con magia negra poderosa haciéndonos perder a la mitad de los compañeros, el líder se puso enfrente clavando su gran escudo en el piso volteándose a nosotros seguido de una posición que sabía muy la siguiente acción por lo que desenfundando mi espada corrí hacia el dándome apoyo con sus manos alzándome por el aire para dar un corte contra el mago seguido de mis compañeros.

Lamentablemente esto no sería suficiente para detenerle pues a pesar de que tenía su cuerpo perforado uso sus últimas fuerzas para conjurar un hechizo poderoso el cual pensaba llevarnos a todos, pero algunos soldados me hicieron a parte y se llevaron al anciano saltando del edificio.

  • ¡Gloria al imperio! – exclamaron los soldados
  • ¡Gracias, Zero! De no ser por ti hubiéramos muerto hace mucho. Es hora de devolverte el favor – dijo el más viejo de los soldados.

Tan pronto saltaron el cuerpo del anciano comenzó a oscurecerse poco a poco hasta cubrir su cuerpo entero viendo solamente una gran bola oscura que apareció y desapareció al instante llevándose todo rastro de esas personas como parte del edificio.

¡Gran maestro!

A pesar de la lamentable partida de esos buenos hombres debíamos seguir con nuestra misión acabar con la fuente de energía del muro. Aquel cometido se llevó a cabo acabando con los últimos magos dejándome la destrucción del cristal haciendo uso de mi espada oscura dando un corte en diagonal viendo como esta era envuelta en llamas oscuras destruyéndose en pedacitos dando una hermosa escena antes de desaparecer por completo a su vez el rayo que salía del edificio hacia arriba se desvaneció desquebrajando el muro de energía. Tanto el imperio como el reino veía como la maravillosa y omnipotente barrera se caía en pedazos para el imperio significo regocijo en lo que respecta del reino significo el fin de siglos de historia.

Tan rápido como cayo nos llegaron nuevas órdenes de seguir hacia el castillo. Me quede mirando hacia la entrada como esta se defendía desesperadamente de los ataques enemigos y que pronto caería por la potencia del imperio como los cientos de personas y hogares en llamas siendo devuelto a la realidad por lumina que me indicaba caminar junto al grupo.

De los pocos que quedábamos la mitad se perdió en el asedio en la puerta principal debido a la presencia de un gigante contratado por el reino, pero ese no era el único problema sino la presencia de mercenarios contratados para defender el castillo gracias a sus habilidades derrotó a varios soldados dejándome a mí, rill y al líder entre los pocos soldados que quedaron para el asalto. Uno se fue debido a un ataque cargado de poder mágico explosivo haciendo una gran abertura en la puerta para nuestra desgracia el gran salón estaba lleno de soldados aun así seguimos hacia adelante quedando reducidos y cansados sobre todo dejándonos sin provisiones para recuperarnos.

Lo peor era que debíamos seguir adelante viendo lo agotados que estaban los soldados, pero era nuestra misión y por eso me pagaban debíamos seguir atacando no importaba el precio para mí era necesario o de lo contrario no me pagarían esa jugosa recompensa que me prometieron.

Seguimos avanzando contra todo pronóstico llegando al jardín del castillo donde un soldado completamente diferente apareció con su lanza.

La dama de la lanza

Todos miramos al general para volver con la mujer de cabello largo café de ojos verdes. La persona que teníamos enfrente era uno de los mejores soldados del reino “La dama de la lanza” era conocida por su gran destreza con la lanza bailando en el campo de batalla terminando con los lideres enemigos empalados usando lanzas era como decir “hola” o “ella estuvo ahí” para nosotros tres era una desgracia encontrarnos con ella.

  • Chicos. Ahora la misión queda en sus manos – dijo el capitán.
  • Capitán Vayn. ¿A qué se refiere con “queda en sus manos”? – dijo rill
  • Es como lo supones, Zero. Ahora eres el capitán. Cumple con la misión y termina la guerra – dijo el capitán Vayn con una sonrisa.

Solamente asentí con mi cabeza y retomé mi camino junto con rill hacia el otro lado del castillo viendo como los dos grandes generales se veían cara a cara para el momento que cruzamos la puerta escuchamos una gran explosión sumado a un retumbar en las paredes seguimos hacia adelante sin mirar hacia atrás.

Quedamos dos

Eso fue lo que pensé al ver nuestra situación, ya no importaba que sucediera si uno de los dos alcanzara el salón real junto al rey y reina la guerra acabaría. Lo que significaría una buena paga por parte del imperio.

El camino a la sala real no fue tan difícil, pero recordando nuestro estado el cansancio se hizo ver más de lo que uno esperaría recibiendo algunos cortes de soldados comunes. Dado el hecho de nuestro estado nos hizo tomar nuestras ultimas pociones de recuperación o por lo menos a rill, ya que presentía la necesidad de esta más adelante a pesar de que mi cuerpo me pedía un descanso o que lo sanara a lumina no le quedaba mucho poder mágico debido a que había ayudado a varios soldados y según mi presentimiento necesitaría ese poder mágico para el enfrentamiento con el rey.

Después de tanto caminar y luchar llegamos a la puerta principal donde nos esperaba el rey del reino enemigo. Rill y yo nos miramos una vez más para asegurarnos de no flaquear, la verdad es que no nos hizo falta cada uno tenía claro el motivo por que estaban en frente de esa puerta.

Avanzamos viendo una gran sala, banderas enemigas, muebles lujosos era una vista digna de admirar. Lamentablemente estábamos en ese lugar con solo un objetivo asesinar al rey para finalizar la guerra y esa persona se encontraba enfrente de nosotros.

El rey del reino Victor Kardenia

El Rey Víctor un hombre de cabello largo dorado, ojos azules, su rostro mostraba sus rasgos marcados vistiendo una armadura plateada de cuerpo completo blandiendo una espada y un escudo de acero.

  • Mi nombre es Victor kardenia. Duodécimos rey del reino de Kardenia. Ahora les pregunto a los valerosos guerreros que tengo enfrente mío, ¿Cuáles son sus nombres? – pregunto el rey de kardenia.
  • Mi nombre es Rill. Soy solo un simple soldado a servicio del imperio – dijo rill
  • Mi nombre es Zero. Soy una mercenaria contratada por el imperio…
  • Ya veo. La muerte blanca y un soldado del imperio tan valerosos con un reino que solo toma y que jamás se saciara – dijo el rey Víctor
  • Si ganan quiero que cumplan un pequeño favor a este viejo rey – dijo el rey Víctor empuñando su espada.
  • Ya veremos.

De esta forma el combate comenzó siendo el rey quien diera el primer golpe hacia la joven enmascarada que sintió el peso del hombre eso le dijo la diferencia de poder que había entre ellos dos siendo lanzado a un lado.

  • ¡Zero! – exclamo rill

El joven al ver esto avanzo contra el rey en un intento de pelear contra el cada uno de sus ataques fueron bloqueados. Al cabo de unos ataques su espada se rompió ante esta situación el rey lanzo un ataque destruyendo el escudo alcanzando su cuerpo sintiendo como sus huesos se rompían botando sangre por la boca siendo lanzado hacia la puerta donde boto más sangre de su boca. Sin embargo, el chico se levantó sacando una daga en mano con una mirada seria que fue devuelta con una leve sonrisa del rey.

  • Me gusta esa mirada, joven. Yo, Victor Kardenia responderé a esa ardiente pasión – dijo el rey Víctor.
  • Diosa. Dame la fuerza para salir victorioso – dijo rill balanceando su espada

En uno de los tantos choques el rey le pregunto al joven sobre el motivo de su lucha.

  • Mi motivo… quiero ser como Zero algún día – dijo rill.
  • ¿Zero? ¿Acaso te refieres a la muerte blanca? – pregunto el rey.
  • Si. Ella nos dio el valor y nos guio a la victoria a pesar de que los nobles y otros nos trataban como carne de cañón. Nosotros les debemos la vida – dijo rill con orgullo

El rey vio toda la confianza en los ojos del joven viendo hacia un montón de escombros. Por otro lado, rill seguía lanzando ataques que para él no surtían ningún efecto a lo que unos minutos se hartó del espectáculo respondiendo con un fuerte golpe que lanzo al joven a otro lado chocando fuertemente contra el suelo. A pesar de ello el rey vio como aquel joven se volvió a levantar y caminando hacia el de nuevo con su daga reiniciando su oleada de ataques solo para ser detenido por este volviendo a verlo levantado en sus dos piernas con daga en mano.

No importaba cuanto lo golpeara o cuanta fuerza lo lanzara este seguía levantándose del suelo para seguir con una oleada de ataques inútiles contra él. Sabiendo esto como es que seguía manteniéndolo de pie y seguir con este inútil esfuerzo solo hubo una cosa que recorría su mente. El cual reposaba en un montón de escombros.

  • (¿Qué pasa con este joven? ¿Por qué no se rinde? De dónde saca tanta fuerza para seguir de pie y empuñar su daga de nuevo… ¿Acaso sera esa mujer? ¿Tanta valora a esa mujer?)

De un momento a otro pudo sentir como sus ataques comenzaban a tener más fuerza viendo como su armadura plateada tenía leves roturas en sus brazos. En un lapso de segundos pudo sentir como una especie de escalofríos empezaba a recorrer su cuerpo.

  • (¿Qué es esto? ¿miedo? ¿tengo miedo de este joven? No, no es miedo. Es algo más que simple miedo)

El rey tomo su arma para detener el avance del joven dándose cuenta de que su fuerza no le era suficiente pues sus pies empezaban a ceder terreno esto provoco que empezara a tomar enserio el peligro que suponía el joven. Gracias al reciente evento tuvo que tomar su espada y atacar con fuerza a rill viendo como este tomo de golpe la espada botando sangre que mancho dicha arma siendo lanzado hacia la puerta.

A pesar de ello empezó a levantarse aun con todas las heridas provocadas por el combate sosteniendo su daga. El hombre vio en sus ojos una voluntad inquebrantable que no se apagaría hasta que muriese por lo que respondiendo a la pasión del joven decidió avanzar para terminar con su miseria.

En el momento que iba a dar el golpe de gracia su espada se encontró con cierta interferencia que era una espada negra perteneciente a una joven de cabello blanco que se interponía entre el joven y su muerte.

Zero

Gritaron rill, lumina y el rey Víctor al ver a la joven peliblanca levantada sosteniendo su espada que repelió el ataque del formidable oponente causando una segunda impresión sobre este pues al principio no pudo resistir su ataque y ahora se encontraba devolviéndole el golpe con su espada oscura.

  • Peleaste duro, rill.
  • Zero, que bueno pensaba que – dijo rill antes de caer de rodillas al suelo.
  • Ahora deja que me encargue yo.
  • ¿Como? – pregunto el rey Víctor
  • No lo se. Solo sé que si no me encargo de ti no me pagaran. Entonces rey nos vamos a quedar hablando o decidiremos quien caerá y quien vivirá antes de que lleguen las fuerzas imperiales.

Los dos se miraron unos segundos antes de desaparecer encontrándose frente a frente siendo sus espadas lo único que los separaba de una muerte inminente. Sin embargo, las cosas serian diferentes pues tanto el rey como la enmascarada sabían que el desenlace no sería como el anterior.

Las espadas seguían a un ritmo increíble, pero ninguna alcanzaba el cuerpo del otro solo podían escucharse espadazos.

A pesar de que se encontraban en las mismas condiciones por alguna rara razón empezó a verse una diferencia de fuerza entre esos dos siendo la enmascarada quien empezaba a tomar ventaja del combate.

Cada vez que el rey intentaba dar un corte, la enmascarada saltaba de pilar en pilar siendo perseguida por este devolviendo el ataque cargado hasta que en uno de esos muchos ataques termino provocando un corte en el rostro del rey.

El siguiente corte que le causo esta al rey fue el decisivo pues la joven había cortado en una de las aberturas causadas por rill provocando un corte profundo, los supieron que esto era diferente. El rey recordó al joven sabiendo que no lo hacía para ganar sino porque sabía que la enmascarada volvería para acabar su misión a lo que no pudo evitar sonreír de la emoción. Lo único que pudo hacer era devolver esta emoción a su adversario.

  • ¡Me gusta tu pasión, joven! – exclamo el rey Víctor.

De esta forma Zero decidió utilizar lo que le quedaba de energía deprendiéndose de la idea de dañar su cuerpo envolviéndose en un aura oscura que fue absorbida por la espada posicionándose de una forma directa contra el rey atravesando el escudo de acero hasta el pecho saliendo por la espalda viendo como una explosión oscura rompió las ventanas viendo como el cuerpo del rey impacto con el trono.

Zero rápidamente se fue con rill quien apenas resistía con fuerza de voluntad.

  • Espera, rill. Tengo una opción de curación que podría servir –
  • No – dijo rill
  • ¿Qué pasa? Sino tomas la pocion vas a–
  • Está bien. No la necesito. Además de nada serviría pues mis huesos atravesaron mis pulmones – dijo rill apartando la pocion.
  • Rill. Debes vivir por tu familia. ¿No es por lo que has estado luchando todo este tiempo?
  • Te mentí. Lo siento, Zero. Mi familia no me espera en casa – dijo rill cansado.
  • ¿a qué te refieres?
  • Mi familia murió a comienzos de la guerra, pero ¿quieres saber que me mantuvo vivo todo este tiempo? – dijo rill.
  • Si…
  • Fuiste tu. Todo el tiempo viví gracias a que estuviste ahí que pude seguir adelante con mi vida – dijo el joven
  • ¿yo? ¿Por qué harías tal cosa?
  • Porque verte levantarte una y otra vez ante esta terrible guerra. Esa fue la única razón que me hizo seguir adelante verte a ti. El verte me producía odio, pero en algún punto se convirtió en algo que no fuese odio. Alguien que no tenía por qué ayudar a otros seguir peleando por un país que no era el suyo era algo increíble que me hizo olvidar mis penas y seguir apoyándote – dijo rill tosiendo sangre.
  • Lo único que quiero decir es que tu fuiste mi única razón para vivir – dijo rill mirándome con ojos llenos de vida.
  • Yo…
  • Por favor no digas nada más. Te lo suplico. Me gustas, Zero. Desde el momento que te vi me gustaste – dijo rill con lágrimas en sus ojos
  • Rill, yo –

En el momento que iba a contestarle el me removió mi mascara para levantarse un poco hacia mí.

En ese preciso momento pude sentir la calidez de sus labios tocando los míos viendo a sus ojos verdes que tenían un brillo único para volver poco después a los brazos de Zero acomodándose en una de sus manos sintiendo como sus mejillas se volvían frías.

  • Solo quiero que sepas una cosa – dijo rill
  • Te amo. Desde el fondo de mi corazón, Zero – dijo rill con lágrimas en los ojos.

Aquellas palabras se quedarían conmigo por bastante tiempo junto al rostro del primer hombre que me amo desde el fondo de su corazón.

No tuve tiempo para despedirme del rill pues a las afueras del castillo los soldados del reino estaban siendo acorralados por los imperiales. Eso quería decir que la guerra estaba a punto de finalizar, pero debía recuperar su espada antes de volver con los demás o esperar a los soldados.

De esta forma la joven regreso con el rey para recuperar su espada posando su mano en el mango pudo escuchar la voz del hombre aun convaleciente.

  • Parece que has ganado – dijo el rey.
  • Si… mi “amigo” murió por tu culpa…
  • Lo lamento, pero así es la guerra – dijo el rey.
  • Lo se… algunas veces me pregunto si debo llorar por los muertos… ¿algo malo pasa conmigo?
  • Eso no sabría contestártelo. Solamente tú sabes que está mal contigo mismo. A todo esto, ¿recuerdas lo que dije al principio? – dijo Víctor
  • Si… rey –
  • Victor. Llámame por mi nombre. Te lo has ganado – dijo el rey Víctor.
  • ¿Qué es el amor? ¿Qué significa “te amo”?
  • Eso no sabría decírtelo con claridad, pero podrías intentar descubrirlo por ti misma viendo el mundo – dijo el rey.
  • Ya veo… ¿Qué querías pedirnos si tu ganabas?
  • ¿Qué quería yo? Necesitaba que hicieran una cosa por mi – dijo el rey.
  • ¿Qué cosa?
  • Necesitaba que te llevaras este anillo lejos del país – dijo el rey quitándose el anillo de su dedo.
  • ¿Por qué?
  • Esta es la verdadera razón detrás de esta guerra – dijo Víctor mostrando una cara llena de remordimiento.
  • Claro que no estoy ofreciendo esto como algo sin pago. Detrás del trono hay un pasaje que lleva a la cámara del tesoro puedes llevarte lo que desees, ¿claro que si aceptas mi petición? – dijo el rey.

Zero volteo hacia atrás viendo a rill que parecía estar durmiendo una siesta por lo calmado que se veía posado en ese pilar recordando sus palabras.

  • Y, ¿A dónde deberíamos ir?
  • No importa a donde vayas solo debes irte de este país e incluso si puedes irte del continente con ese anillo pues ese es la llave a un poder inimaginable que podría sumergirnos en una nueva oscuridad de la cual no podríamos despertarnos – dijo el rey Víctor totalmente serio acerca de sus palabras.
  • Ya veo…
  • Puedes ir desde la cámara del tesoro, pero deja la puerta cerrada quiero dejarles una sorpresa a ellos – dijo el rey tosiendo sangre.
  • Por supuesto…
  • Gracias… y perdón por lo de tu amigo – dijo el rey sintiendo la espada ser retirada de su pecho.
  • Mi amigo… gracias. Y no se preocupe por su petición cumpliré al pie de la letra.

El rey no dijo nada tan solo asintió con su cabeza por otro lado con lumina confirmamos las palabras del hombre viendo un pasaje secreto que llevo directamente hacia una puerta de la cual encontraron una gran cantidad de oro, joyas y objetos del reino.

  • Rápido no tenemos tiempo.
  • Zero. ¿te encuentras bien? – pregunto lumina.
  • Estoy bien, lumina. ¿Por qué no debería estar bien?
  • Bueno… sobre rill – dijo lumina desanimada.
  • Lo siento. No debería haber preguntado – dijo lumina preocupada.
  • Está bien. ¿puedo hacerte una pregunta?
  • Claro.
  • ¿hay algo mal conmigo?
  • ¿Por qué lo dices? – pregunto lumina
  • No, nada… olvídalo.
  • Tranquila. Estoy contigo. Está bien si no quieres hablarlo. Está bien – dijo lumina con un tono calmado.
  • Concentrémonos en completar nuestro cometido antes de que lleguen. Algo me dice que no volveremos a este lugar en un buen tiempo.

El lugar estaba repleto de oro, joyas y raros objetos. Lumina salteaba de montón de oro a otra disfrutando su merecido baño dorado sin detenerse u ocultar su desmedida Felicidad por las cosas brillantes. Por otro lado, yo me encontraba viendo las cosas raras que ofrecía la cámara del tesoro tomando algunas cosas que parecían interesantes, pero entre ellas encontré una espada peculiar rodeada de una extraña aura a lo que sin más la tomé cuidadosamente con un manto guardándola en mi espalda. Los demás objetos que encontré los puse en mi bolso hasta que estuviese lleno, luego de ello nos dirigimos al otro lado de la sala donde vimos una puerta encantada pues al cerrarla vimos cómo se fundía con las paredes desapareciendo a los pocos segundos moviéndonos hacia el lugar indicado por el mismo rey y donde encontraríamos a la persona que nos llevaríamos aun así tenía mis dudas sobre dejar este lugar sin recibir mi paga, pero esas dudas serian dispersadas por las palabras de un viejo hombre en el jardín.

  • ¡Oh! ¡Por los dioses! Sigues viva. Eso quiere decir que han debido tener éxito con la misión – dijo una voz familiar.
  • Capitán.

Aquel hombre era el capitán vayn que se encontraba en un estado lamentable pues estaba lleno de heridas y había perdido su ojo izquierdo, pero al otro lado se encontraba el cuerpo sin vida de su adversaria.

  • ¿y rill? – pregunto el capitán.
  • Ya veo… debía suponerlo. El estado en que te encuentras habla por sí sola – dijo el capitán mirando al suelo.
  • Déjeme ayudarlo.
  • No. está bien. No necesitas hacerlo puedo levantarme solo. Por otro lado, deberías irte de aquí – dijo el capitán vayn con una mirada seria.
  • ¿eh? ¿Por qué?
  • (jadeo) La verdad es que esta no era una misión para terminar la guerra. Sino para deshacerse de ti – dijo el capitán vayn.
  • ¿Por qué?
  • Porque te consideran una amenaza. Al principio solo te tomaron como carne de cañón desechable, pero con más victorias y más soldados te respetaban. Eso comenzó a levantar miedo en los generales eso termino convenciendo al rey de mandarte a esta misión – dijo el capitán.
  • ¿¡Entonces querían deshacerse de Zero!? – exclamo lumina preocupada.

El silencio del capitán respondió a la pregunta de lumina.

  • Sobreviví. ¿Qué debo hacer?
  • Tienes dos opciones. La primera prepararte para pelear contra los generales y volverte enemigo del imperio; la segunda huir del país y jamás volver – dijo el capitán vayn
  • ¿¡Entonces no tenemos ninguna opción!? – exclamo lumina
  • Aun puedo escuchar a los soldados peleando. Si se van ahora podrán escapar por el bosque y avanzar sin detenerse hasta cruzar la frontera – dijo el capitán vayn
  • ¡Nos estas pidiendo que huyamos! – exclamo lumina enojada
  • No les estoy diciendo eso. Les estoy diciendo que vivan. Si me hacen caso en unos dos días llegaran al pueblo de “kork” en el reino de Linblum. Algo lejos del pueblo encontraran una casa solitaria pueden quedarse a vivir ahí un tiempo. Desde ahí solo tendrían que esperar a que el imperio se calme o seguir su viaje, ¿ustedes deciden? – dijo el capitán vayn a Zero.
  • ¡Maldita sea! ¡Zero! ¿¡Que se supone que debemos hacer!? – exclamaba lumina preocupada.
  • Zero. Debes tomar una decisión ahora sino vas a tener que enfrentarte a ellos – dijo el capitán vayn.

En ese momento vi el collar de rill que sostenía en mis manos decidiendo por fin la única opción que tenía disponible.

  • Tiene razón, lumina.
  • ¿¡Zero!? – grito lumina.
  • No tenemos opción. Si quieres quedarte no te detendré.
  • Entonces toma esta llave – dijo el capitán sacando una llave de su cuello.
  • Gracias.
  • Y no te preocupes. Cuando me recupere tratare de comunicarme contigo y tu recompensa te la mandare – dijo el capitán vayn.

De esta forma nos fuimos dejando atrás al capitán vayn, pero con un presentimiento de que había perdido algo en medio de todo este combate que solo dejaba a víctimas inocentes a su paso y que ahora cargaba con algo que podría cambiar las tornas del continente.

Durante mi escape me tope con uno de los generales que había llegado hasta aquí.

  • Veo que has sobrevivido. Debo reconocer que eres una rata problemática. Como tal debo detenerte. ¡Por esa razón, Muere! – exclamo aquel general de melena extensa.
  • Asi que era verdad. Ustedes me mandaron junto al capitán y a todos los que me apoyaban a un matadero.

Rápidamente nuestras espadas se encontraron manteniendo una mirada fija en el uno con el otro. Sin embargo, era justo lo que necesitaba pues ahora tenia a alguien quien pudiese darme información acerca del anillo.

  • Le tengo una pregunta, general Nar antes de patearte el trasero y ver como suplicas por tu vida, ¿Qué ese este anillo?
  • ¿Ese anillo es… no puede ser? – dijo el general Nar con una cara llena de sorpresa que cambio a una de odio y codicia.
  • ¡!
  • ¡Dame ese anillo! – exclamo el general Nar cambiando de ataques moderados a unos violentos y poderosos.
  • (asi que él debe saber algo…)

Intenté hablar con el de nuevo, pero fue una pérdida de tiempo porque él no tenía la intención de hablarme del anillo por lo que también tuve que ponerme serio si es que quería obtener información de su boca.

  • Entonces no me dejas opción de sacártelo a la fuerza.

Analice sus movimientos al mismo tiempo que esquivaba sus ataques. Sin embargo, necesitaba sacar información sobre mis soldados y rill quienes perdieron la vida en este estúpido ataque.

  • Dime ¿era necesario que ellos vinieran conmigo? Que yo sepa hubiese sido mejor mandarme a mi sola en esta misión suicida.
  • Eran carne de cañón reemplazable que murió por su país. Murieron con orgullo, pero tu muerte será la base de nuestra victoria por el continente y ese anillo nos dará el poder para cumplir nuestro objetivo – dijo el general Nar con una sonrisa macabra llena de malicia y codicia.
  • Ya veo…

Rápidamente cargue energía mágica a mi arma que use contra el general Nar causando una gran onda de choque repercutió en la sala agrietando los pilares, paredes y rompiendo las ventanas. Lo más importante fue el quiebre de la espada del general haciendo que cambiase su cara a una de sorpresa, pero no había acabado pues usando la hoja de la espada lance un golpe que quebró la armadura en el abdomen mandándole a volar.

El general se levantó para sacar un cuchillo de su zapato, pero antes de que pudiera usarlo le di una patada en la boca haciendo que retrocediera levantándose botando por la boca sangre y varios dientes.

  • ¡Maldita! – exclamo el general nar
  • Aquí los únicos que me jodieron fueron ustedes. Rill y ellos no tenían nada que ver conmigo… aun asi solo los mandaron a morir por miedo a que me entrometiera en sus planes… gracias, ya no me tengo que sentir mal por matar a una basura como tú.

Apunté mi espada al pobre general Nar que intentaba mantener la sangre que flui de su boca debido a la perdida de varios dientes, pero justo en el momento que iba a darle una estocada fui detenido por la aparición de soldados del imperio.

  • ¡Soldados! ¡La mercenaria mato a todos los soldados y trato de matarme a mí para encubrir sus asesinatos! ¡Es una traidora! – exclamaba el general Nar con palabras casi inteligibles.
  • Mierda…

Los soldados rápidamente me tomaron como traidora podía quedarme a pelear, pero entre ellos se encontraban soldados con quienes había peleado codo a codo por lo que no me quedo más opción que irme manchándome más en mi nuevo papel de traidora.

En medio de mi escape me tope con el establo del castillo debido a ello busque un caballo con el cual cabalgue a toda velocidad atropellando a varios soldados en el camino, pero entre eso fui atacado por unas flechas que llegaron atravesar mi hombro izquierdo aun así seguimos avanzando hasta cruzar las puertas sur del castillo. Lamentablemente las cosas se pondrían complicadas al ser perseguido por otros jinetes imperiales que alcanzaron la escena de huida.

Algunos de ellos llevaban arcos que utilizaron contra mí, pero por suerte ninguna alcanzo a provocar heridas profundas, lo único que me preocupaba era la flecha en mi hombro debía perderlos o de lo contrario comenzaría a complicarme mi huida por lo que empecé a moverme junto al caballo de manera errática perdiendo a varios en los árboles, pero para mí mala suerte una de las flechas acabo en el caballo que cayó al suelo lanzándome a unos centímetros de este levantándome viendo como este intentaba levantarse sin éxito debido a las flechas.

  • Mierda.

Al escuchar los sonidos de los caballos acercándose so pude elegir alejarme del caballo para evitar que lo mataran a pesar de que estuviese heridos, si sobreviviera volvería por el animal y lo curaría solo esperaba tener suerte debido a mi condición.

  • ¡Fire ball!

Rápidamente de la palma de mi mano se formó una especie de bola de fuego que fue lanzada con fuerza hacia uno de los jinetes que salió volando chocando de forma fea contra un árbol. Sin embargo, aún me quedaba unos cuantos jinetes persiguiéndome por lo que avancé hacia el bosque con la esperanza de perderlos, pero lo que no pude prever seria que en mi camino saldría a un claro con columnas en un estado de deterioro con vegetación en crecimiento, un piso cementado del cual se podia ver la hierba creciendo entre las grietas en medio de ese lugar se encontraba el cadáver de un dragón en el cráneo se encontraba una especie de estructura cubierta por maleza y suciedad que apenas le daba a alguien la oportunidad de reconocerla como una arma.

Lamentablemente las cosas serian interrumpidas con la aparición de los jinetes desde el bosque que me rodearon en cuestión de segundos para proseguir con una seguidilla de ataques con espadas y flechas sin darme una oportunidad de contraatacar o escapar pues ellos mantenían una especie de perímetro. Entonces tuve que recurrir a utilizar mi poder contra ellos, pero en medio del combate un presentimiento apareció de la nada advirtiéndome del peligro que se acercaba de un lado deteniéndolo apenas sintiendo un gran poder viendo de frente al general Navarre quien no tardo en conectar otro golpe desestabilizándome seguido de un golpe de su pesada mano.

  • Vaya miren a quien tenemos a la pobre mercenaria que intenta ser una heroína. ¡Miren lo patética que se ve! – decía el general Navarre

El general Navarre era un hombre joven de cabello café corto y ojos cafés de altura promedio con una armadura violeta y negro de una contextura maciza sus ojos reflejaban su codicia como locura por su objetivo. Lo conocía porque trabaje en varias misiones junto a sus hombres a este tipo solo le importaba ganar sin importar el método que utilizara pues en un punto nos envió a raptar a una hija del capitán del reino o la vez que intento ganar sin tener participación enviándonos a una muerte casi segura, pero en medio de esos planes pude conocer mejor a los soldados.

  • Y pensar que tú eras quien nos preocupaba, pero ahora que te vemos solo eres una simple mujer a punto de morir – dijo el general Navarre.
  • ¿Y por eso mataron a todos? ¿solo porque me tenían miedo?
  • Si. Todo fue tu culpa. Si no hubiese aparecido y tomado una posición peligrosa, tal vez esas personas hubiesen seguido con vida. Nosotros no podíamos permitirnos “estorbos” en los planes del imperio – dijo el general navarre aplastando una piedra que recogió en el suelo.
  • (Lumina necesito que utilices toda tu energía mágica en habilidades refuerzo físicos)
  • (Zero… No sabemos si podrás con el general Navarre y los otros jinetes que lo están ayudando) – susurraba lumina preocupada por la situación.
  • (no importa necesito toda la fuerza que puedas darme. Si podemos matarlo los jinetes perderán su motivación y tendremos la oportunidad de escapar… Por favor, confía en mi)
  • (Está bien. No me digas que no te advertí) – dijo lumina con miedo conjurando lo que le quedaba de energía mágica en su cuerpo.

Lumina conjuro varias magias de apoyo con la energía mágica que le quedaba con eso en mi cuerpo avance junto a mi espada oscura contra el general Navarre quien no se dejó amedrentar con mi nuevo incremento de poder. Al principio todo fue bien pues pude detener los ataques del general y los jinetes e incluso pude contraatacar, pero las cosas rápidamente se voltearon a favor de Navarre.

  • Veo que seguirás con tus ilusiones de vencer y arruinar nuestros planes. Terminare con todo esto rápido – dijo el general Navarre viéndome cara cara resistiendo mi ataque.
  • ¿Eh?
  • Te mostrare el verdadero poder – dijo el general Navarre quien mostro una sonrisa maléfica.

En ese momento pude sentir una escalofriante aura que se hacía más fuerte a cada momento aumentando la presión del ambiente solo para sorprenderme de su origen pues esa monstruosa energía provenía del general Navarre quien no tardo en demostrar su poder contra mí. Rápidamente su poder me hizo retroceder con una seguidilla de ataques con su espada cortándome la mínima posibilidad de contraatacar, pero para empeorar las cosas empezaron a dar soporte sus condenados jinetes que vieron la oportunidad perfecta de acabar con el sufrimiento de la traidora.

Al final todo se volvió un desastre sintiendo como mi carne recibía cortes más seguido de las armas de los jinetes siendo presionada por el general enemigo. Sin embargo, las cosas tomarían un curso diferente al verme lastimada seguido de continuos ataques del general que terminaron por quitarme la espada de la mano dejándome desprotegida ante los ataques y flechas que no tardaron en llegar finalizando con una fuerte ráfaga de energía provocada por Navarre tumbándome por el suelo sintiendo un intenso dolor en el cuerpo que apenas me dejaba sentarme, pero no paro ahí sino este se acercó para darme una patada en todo el abdomen lanzándome hasta el esqueleto del dragón viendo cómo me retorcía del dolor en mi abdomen y la falta de aire. Lumina intento hacer un esfuerzo usando la reserva de energía mágica en su cuerpo en un ataque mágico que no tuvo efecto solo hizo que la hicieran a un lado impactando contra el suelo cayendo a pocos segundos inconsciente desatando una risa en Navarre bajo la inminente lluvia.

Mientras que el general navarre reía de su inevitable victoria, yo me encontraba intentando recuperar mi aliento al mismo tiempo buscaba con mis ojos mi espada que se encontraba a unos metros.

Intente buscarla arrastrándome hacia el arma, pero el general se dio cuenta pateándola lejos seguido de una onda de energía que me volvió a mandar hacia el cadáver del dragón adolorida intente ponerme de pie viendo al frente con una cara sudada y respiración profunda debido a la falta de aire que poco a poco se normalizaba.

  • ¡JAJAJAJA! ¿Qué pasa, Zero? ¿Dónde está la valiente mercenaria que alguna veíamos como una amenaza? – decía Navarre con una sonrisa de oreja a oreja llena de malicia.
  • Navarre… jamás conseguirán el anillo. Me asegurare de ello…
  • ¿Tu? ¡JAJAJAJAJA! Si apenas puedes mantenerte de pie. ¿No lo ves? Tus aliados están muertos y estas rodeada por los jinetes junto a mi – dijo navarre apuntando su espada.
  • Este es tu fin. Puedo perdonarte tu vida y mantenerte como mi mascota, solo debes darme el anillo y póstrate ante mi – dijo navarre extendiendo su mano.

Claramente me negué aceptar tal petición a lo que navarre solo soltó una risa llena de gozo para desvainar su espada avanzando con su espada hacia mí.

  • (Hasta aquí llegue… vaya… lo siento rill. Rey Víctor perdóneme por no cumplir con la misión que me encomendó… espero que lumina pueda tomarlo de mi cadáver a tiempo e irse corriendo de este lugar…)

Pelea…

Entonces escuché una voz en mi cabeza al mismo tiempo que vi el tiempo a mi alrededor deteniéndose, pero solo se movían más lento pues los pies de navarre seguían moviéndose poco a poco.

Incluso en los momentos más difíciles se puede ver un pequeño rayo de esperanza.

  • (Eso es fácil si tuviese opciones o algún haz bajo la manga…)

Si no tienes una oportunidad, crea una. A veces tenemos la respuesta en frente de nuestras narices, pero somos tan ciego que no podemos verla.

  • (ciegos…)

El tiempo iba más rápido a medida que iba pasando el tiempo, pero yo estaba esperando mi inminente final o eso hacia hasta que vi mis pies encima de arena suave para voltear mi mirada hacia el objeto incrustado en el cráneo del dragón.

  • (La respuesta enfrente de nuestras narices…)

Cuando el tiempo volvió a circular en normalidad viendo la espada imbuida con magia que venía a toda velocidad contra mí, pero a pesar de que me había dado por vencida mi cuerpo hizo un movimiento esquivando el ataque para agarrar tierra que tire a navarre cegándolo momento que aproveche para derribarlo de un golpe corriendo hacia la estructura en el cráneo del dragón sintiendo como algunas flechas llegaban a rozar o incrustarse en mi cuerpo.

Una vez encima de la cabeza vi un mango que sobresalía de la misteriosa estructura la cual agarre con mis dos manos para empezar a tirar de ella con el objetivo de utilizarla en combate. Mientras tanto navarre intentaba recuperar la vista debido a ello mando a sus jinetes contra mi aprovechando que intentaba sacar el objeto del esqueleto por suerte ellos se habían quedado sin flechas, pero aun así no era buena noticia porque había varios hombres montados que venían a toda velocidad con espadas en mando ante ello intente en sacar el objeto de su prisión con toda mi fuerza y velocidad.

  • (vamos… vamos. ¡Vamos!) ¡Vamos!

Se ha encontrado un nuevo dispositivo con un extraño código.

¿Desea decodificarlo y acceder al sistema?

Y/N

Rápidamente una especie de miasma comenzó a emanar de la misteriosa estructura que subía por mis brazos en respuesta de mi petición el sistema comenzó una contramedida que repelió el miasma para introducirse en está viendo como la maleza retrocedió dejando ver una hermosa joya roja que brillo con intensidad a los pocos segundos de consumir la niebla oscura que había emanado de mí.

Seguridad Sobrepasada…Acceso confirmado… Registro del nuevo usuario.

Registro completado.

Gracias a ello pude sentir cierta sensación de que podía sacarla por lo que una vez más tomé firmemente la estructura y la saque fácilmente debido a ello la estructura misteriosa mostro su verdadera forma deshaciéndose de la suciedad y vegetación crecida en ella mostrando una hermosa espada con una joya roja en el centro. Al mismo tiempo un haz de luz dorada se disparó al cielo disipando las nubes negras que drenaban el agua acumulada en ellas.

El nuevo dispositivo ha pasado a posesión del usuario. Todas las funciones quedan habilitadas.

  • Necesito que me prestes tu fuerza.

A pesar de que un arma no podía hablar sentía que esta me respondía por lo que blandiéndola avance contra los jinetes que habían sido botados por sus caballos quienes no tuvieron más opción que luchar a iguales o eso pensaban pues la nueva espada le dio una pequeña ayuda recuperándola de sus heridas y restaurando todo su poder mágico como estrés volviéndola una fiera guerrera que danzo entre los soldados quienes al ver su clara desventaja intentaron huir sin éxito pues no deje que ninguno se fuera del lugar dejándonos solo a navarre y yo.

  • Maldita. Solo porque conseguiste un arma rara, no cambia el hecho de que este lugar será tu tumba – dijo Navarre blandiendo su espada contra mí.
  • Esta vez las cosas serán diferentes.

Rápidamente avance hacia navarre esquivando su primer ataque para chocar en el siguiente desatando una poderosa onda de energía que meció los árboles y alejo las nubes. La seguidilla de contacto entre nuestras espadas siguió, pero las cosas cambiarían rápidamente en uno de esos choques donde navarre puso bastante fuerza que me alejo de él siendo esta la primera vez después de tantos choques haciendo que este se sintiese confiado. Lamentablemente esto solo era una finta que utilice a mi favor para llegar a mi espada negra que yacía a mis pies provocando una cara de disgusto en navarre.

  • ¡Maldita sea! – exclamo el general navarre avanzado contra mí.

Sin embargo, en su ataque nunca espero ser detenido y repelido con un corte en su pecho.

  • Te lo dije esta vez será diferente.
  • ¡No eres nada más que una sucia rata! Nosotros te dimos un lugar en nuestras filas y así es como nos pagas – dijo navarre lleno de odio.
  • Tienes razón. Gracias y adiós. A partir de hoy presento mi renuncia.
  • ¡Maldita, Zorra! – exclamo navarre totalmente enojado.

Y esta vez tenía razón pues al imbuir magia en mi espada hizo que la otra resonara aumentando su poder dándome la certeza de que podría vencer contra él.

A navarre no le importo solo ataco sin esperar ser detenido y luego retroceder ante los poderosos ataques de mis espadas que buscaban solo una cosa que el poseía.

  • ¡Mierda! ¡Solo muere! – exclamaba navarre desesperado al ver como las riendas se volteaban a mi favor.

En su desesperación puso todo su poder en el arma transformándola en una terrorífica espada que parecía estar viva pues latía como un corazón. Presa de sus emociones solo ataco sin notar que la espada consumía su fuerza vital, pero a pesar de que lo odiaba no podía dejarlo morir de esa manera por lo que me tome en serio esta parte del combate para detenerlo.

A pesar de mis esfuerzos en llamarlo o detenerlo solo dejaron un silencio que era interrumpido por una terrorífica cara y risas maléficas por parte de navarre.

  • Navarre. Debes detenerte o de lo contrario acabaras lamentándolo.
  • ¡Cállate! ¡Estoy dispuesto a pagar lo que sea necesario para cumplir mis ambiciones! – exclamaba navarre poniendo más poder en la espada.

Entonces el combate se puso más agresivo, pero yo no tenía intención de ser vencida más aun con una segunda oportunidad por lo que aumente mi poder mágico. Navarre confiado no vio que las tornas que su ventaja estaba siendo sobrepasada por el poder de Zero debido a ello siguió acumulando poder en la espada, pero para ella ya era suficiente pues tenía que pagar una deuda por lo que puso todo su poder en sus espadas para avanzar haciendo retroceder más a navarre conectando un ataque que acabo por romper su espada dejando sorprendido al joven hombre.

Por otro lado, Zero prosiguió con su ataque elevando sus espadas en direcciones opuestas para bajarlas con fuerza provocando un corte profundo en el pecho del joven hombre quien solo vio como la sangre brotaba de donde corto ella botando sangre de su boca cayendo al suelo al mismo tiempo que Zero se encontraba inmóvil frente al después de ejecutar su ataque decisivo.

  • Maldita… sea… ¿Por qué… tengo que… morir? – dijo Navarre con una vista borrosa.

Después de decir eso el joven cayo de espaldas con una “X” de sangre en su pecho viendo por última vez el cielo antes de cerrar sus ojos que ya no reflejaban odio sino miedo y paz ante la muerte que lo recibió con los brazos abiertos.

Zero se enderezo para quedarse viendo al difunto, arrodillándose a los pocos segundos jadeando fuertemente sosteniéndose con la nueva espada que perdió su brillo al terminar el combate.

Se ha pasado el límite. Las Funciones de la espada quedan inhabilitadas.

Nuevamente la lluvia comenzó a bajar mojando la tierra seca debido a la energía del combate. Por otro lado, Zero termino vomitando debido al exceso de energía y subidón de energía que bajo estrepitosamente para levantarse con sus dos espadas mirando hacia el cielo nublado sacándose la máscara blanca sintiendo las gotas de lluvia en su rostro.

  • Rill… lo hice. ¿A dónde tengo que ir ahora?

Me pregunte a mí misma siendo interrumpida por el relincho del caballo que había dejado atrás, el cual se encontraba en perfectas condiciones esperando a que la montara, pero no sabía que debía hacer pues lo único que me esperaba era huir para siempre teniendo al imperio detrás de mi cabeza gracias al anillo que llevaba en el segundo dedo de mi mano derecha.

A la final solo me quedo subirme al caballo dejando a lumina en el bolsillo de mi pecho para cabalgar hacia adelante y alejarme lo más que pudiera del imperio, pero el anillo del rey presento un brillo opaco que tomaba fuerza a medida que cabalgamos.

  • El “misterioso” poder debe estar cerca…

Me detuve en medio de la lluvia encima del caballo pensando sobre el anillo y el poder que había hablado el rey.

  • Si el imperio lo busca… debería llevármelo lejos para que le pongan en sus manos.

Era claro que el rey Víctor no quería que el imperio no lo tuviese y que el anillo tenía algo que ver, pero tarde o temprano el imperio lo encontraría como una llave que le diese acceso a su poder por lo que apareció en mi mente la posibilidad de llevármelo ahora que tenía la supuesta llave en mis manos.

Gracias a esto cabalgue guiado por el brillo del anillo que se hacía más fuerte cada vez que me acercaba a la fuente del poder llegando a una cueva en la cual baje del caballo protegiéndonos de la lluvia, pero para mí solo era un nuevo problema que venía a mi vida aun así estaba dispuesta a tomar el riesgo que este representaba.

  • Lo siento lumina. Tal vez nuestros caminos se separan aquí y si no te comprare algo delicioso.

Entre a la cueva siguiendo al anillo que me guiaba hacia el interior topándome con una enorme puerta que solo parado enfrente se podía sentir que guardaba algo de inmenso poder, mis manos apenas me respondían o mis pies que temblaban del miedo.

Instinto de Supervivencia

No importaba cuanto lo negara lo que había allí adentro era sumamente poderosa tanto que mi cuerpo instintivamente me decía que huyera, pero al momento de tocar la manija de la puerta mis pies cedieron, mi cuerpo comenzó a transpirar a montones, mi respiración de volvió agitada al punto de querer vomitar.

  • Esto es nada.

Reforzando mi cuerpo con magia me pare y empuje la puerta abriéndola lentamente hasta que hubiese espacio para pasar por ella. Al otro lado de la puerta me encontré con una sala oscura con una presión bastante pesada que provenía del otro lado de la sala para el momento que levanté mi mirada solo pude ver a un ser gigantesco sentado en un viejo trono.

Sin embargo, aquel ser estaba muerto pues solo quedaban su esqueleto junto a su larga melena blanca, vestimenta y unas cuantas joyas como su corona oscura. Al principio pensé que era simplemente la energía residual del ser que vivió en este lugar, pero tan pronto me descuidé sentí una gran ola de energía que me hizo temblar del miedo.

Humano. ¿Has venido en busca de mi poder?

No había duda era el esqueleto quien me hablaba por lo que también hice una pregunta.

  • Si, vengo en busca de tu poder…

¡JAJAJAJA!

Sin importar cuanto tiempo pase siempre habrá sucios humanos que buscaran el poder para sus propias ambiciones. Todos ustedes están podridos hasta la medula.

  • Tal vez, pero no todos ellos están podridos. Hay personas que darían su vida por otras que son queridas.

Ya veo. No eres como el resto, pero tampoco es como seas un héroe. Tu mirada lo dice todo, aunque me deja desconcertado.

  • ¿por qué?

Dices que vienes por mi poder, pero tu mirada muestra desinterés por este como si no lo buscaras o si ni siquiera lo necesitases

Estaba claro que este ser sentado en su trono entendía pues yo no necesitaba el poder solo le estaba haciendo un favor a otra persona. De hecho, tenía alguna necesidad de seguir adelante pues solo me había detenido ahí por la paga y ahora tengo que escapar del imperio. Sobre todo, no tengo idea de que hacer después o si tengo el deseo de vivir.

Me agrada tu mirada. Te daré —

  • Si vas a darme tu poder. Prefiero que sea todo.

¿Y eso por qué?

  • (La razón seria porque quiero llevarme todo este poder para no entregárselo al imperio…) Es como dices quiero poder. No me importa el costo.

¡JAJAJAJAJA! ¡Los humanos sí que son interesantes! Me agrada la gente que es directa y no se resguarda tras palabras tontas como la paz u otras estupideces cuando en realidad desean el poder para aplastar a otros con el objetivo de cumplir sus propias ambiciones.

En ese preciso momento el ambiente comenzó a normalizarse, el miasma oscuro en mis pies se movió hacia al gran ser esquelético que se reía sin contenerse.

Está bien. Te daré mi poder como tanto deseas. En honor por hacerme reír ante mis últimos momentos. Solo promete no morir.

¿Eh?

Aquel ser absorbió por completo el miasma en la sala para liberar una gran onda que representaba su verdadero poder haciendo que mis pies se desplomaran en el suelo.

Yo, kyros Ragnarok. El séptimo gran rey demonio te otorgo mi fuerza.

  • ¿rey demonio?

De este modo aquel ser nombrado como el rey demonio expandió su poder hacia mí en oscuridad. La infinita oscuridad llego hasta mi envolviéndome sintiendo como mi fuerza aumentara al mismo tiempo que me despedazaba una y otra vez.

Sin embargo, en medio de esa transferencia puse mi espada entre nosotros capturando parte de esos poderes y evitando morir de la agonía.

Esto es lo que puedo hacer por ti…. ¿Cuál será tu camino?

El rey demonio se quedó en silencio después de decir esas cosas. En cuanto a mí me veía recuperando el aire debido a esa inmensa transferencia de poder, por otro lado, mi espada oscura con grietas había cambiado. Las grietas causadas por el combate con el general navarre se habían reparado, pero el mango como la hoja cambiaron tomando una nueva forma con un nuevo color que sería la línea roja desde el mango hasta la punta de la hoja que brillaba intensamente como la sangre dándole a la espada una sensación más intimidante.

  • Esto es todo… no es tan malo…

Es lo que pensaba hasta desmayarme en el suelo para cuando desperté vi la espada mis estadísticas que habían aumentado enormemente, pero eso lo dejé de lado guardando mi espada para irme de la sala hacia el caballo, el cual me esperaba en la entrada de la cueva junto a una lumina dormida.

  • ¿me estuviste esperando? Buen chico.

Acaricié al caballo como recompensa para subirme en este y comencé mi travesía hacia cualquier lugar lejano de este pues sabía muy bien que ese estallido de energía atraería la atención de alguien cercano.

¿Hacia dónde debo ir?

De esta forma vague sin rumbo solamente hacia adelante esperando que algo se me ocurriese hasta salir de la frontera del reino.

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