El bebé lloraba desconsolado.
Virginia se sentó en la cama mirando hacia los lados, con una mano en el medio del pecho y la otra apoyada en la cama.
El bebé no paraba de gritar.
-Virginia calma a ese niño- dijo Sergio con voz soñolienta, acomodándose para seguir durmiendo
-También lo estás escuchando- Comentó ella.
Sergio de un salto se sentó junto a su mujer y exclamó mientras seguía de fondo el cada vez más intenso el llanto del bebe-No tenemos niños
-Tampoco vecinos-agregó Virginia viendo fijamente a los ojos de su marido.
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