Y oraba yo, por los que no están, por los que se quedan, por los que se fueron y mi oración era profunda y silenciosa, concentrado estaba; buscando esa conexión absoluta, y oraba yo,,, con fervor y lágrimas, cuando de repente en la oscuridad, una sombra profunda cubrió la poca de luz que entraba en mi habitación, en esa hora contraria que muchos dicen querer y otros no querer para espantar sus propios demonios (1).

Y se acercaba, helando mi sangre, erizando mi piel, sentado me encontraba sintiendo como esa fuerza me arrastraba hacía atrás en mi propia cama,

Y escribía frases recodadas, con el insomnio a cuestas, mientras la oscura sombra transformaba su faz en un ser reconocido (2), que hizo bajar mi guardia, y entraba con sus manos levantadas ofreciendo un regalo (3); pero conocí su propósito al estar frente a mí con su cara desfigurada susurrando y murmurando oraciones no aceptadas (4), llenando de estupor y de miedo mi alma, cuando un ligero toque seguido de una palmada (5), apaciguaban mi estancia, diciendo; despierta, despierta, es solo una pesadilla.

(1). 3 am

(2). Mi madre

(3). Alimentos 

(4). Rezos 

(5). El toque de mi esposa

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