El Poder de Elegir(te)

Introducción

Elegir y renunciar son las dos caras de una misma moneda…

Cuánto estás dispuesto a sacrificar para elegirte y ponerte como prioridad?

Renunciar a una pareja para elegirte a vos mismo. Renunciar a tus sueños o complir los de otro. Renunciar a los ideales por hacer lo que se te plazca. Renunciar a tu trabajo para elegir tu paz mental. Renunciar a tu entorno para permitirte crecer… Son decisiones a las cuáles todos nos hemos enfrentado alguna vez. Personalmente, yo en todas he renunciado y optado por lo que me hizo sentir mejor en su momento, en algunas me llevó más tiempo de procesar, en otras no tanto… algunas fueron fáciles de decidir pero hubieron situciones que me llevaron hasta mi propio límite y me costó más. Al final, todo sucede en el momento justo en el que estas preparado, ni antes ni después. Elegir tiene un coste de oportunidad, que es aquello a lo que renuncias. Y finalmente, sea cual sea la decisión que tomes, siempre va a ser la correcta: aquella necesaria que te haga aprender y crecer. 

Te quiero compartir mi camino, mi viaje en la montaña rusa, las renuncias y las oportunidades. El crecimiento y el aprendizaje. Quizá en algún punto te sientas identificado. Quizá leas algo que te impulsa. Y gracias. Por leerme y formar parte.

En el 2022 renuncié a mi vida en general para construirme nuevamente, sola y lejos. Renuncié a mi trabajo, renuncié a mi país, emigré y me fui lejos de casa, de mis amistades y de mi familia, renunciando a la seguridad del hogar, a la contención de un abrazo, a las reuniones y salidas con amigas, y una vez en el país nuevo, hasta me separé de mi pareja de hacía 7 años. Renuncié a mi versión antigua. Pero a cambio obtuve paz, independencia, seguridad, autoestima, fuerza y sobretodo: LIBERTAD. No hay nada que resulte mejor para quien quiere construirse nuevamente, romper patrones, crear su mejor versión en su nueva identidad que emprendiendo el viaje de su vida… y si es en otro país y si se puede solo, pues mejor. Yo me elegí a mi por sobre todas las cosas. Mi coste de oportunidad? Mi vida hasta ese entonces: El trabajo seguro, mis compañeras, una estabilidad laboral con su respectiva antiguedad y un curriculum bien cargado. Mis estudios y mi afán por terminar la carrera. Mis amigas, mi mejor amiga, las noches y tardes que si nos necesitabamos ahi estabamos, las veces que yo les cocinaba, cuando salíamos, los mates y las meriendas… Mi familia, principalmente las fiestas juntos, empezar el año o Nochebuena todos, absolutamente todos juntos. Eso lo extraño tanto tanto. Podría decir que me costó caro. Pero aprendí que por encima de todo, vale más mi bienestar. Crecer yo como persona y reinventarme como y cuando quiera tiene un valor incalculable; si yo no estoy bien y no me siento bien, nada a mi alrededor me va a compensar. 

Lo digo por experiencia propia: Cuando vas en busca de crear tu nuevo YO, si vas acompañado de un vínculo desde tu lugar de origen, de una forma u otra te condiciona, sea cual sea el vínculo; porque vos seguís sosteniendo tu antigua versión porque estás con alguien que ya te conoce y eso requiere sostener esa parte que vos justamente querés empezar a soltar. Imaginatelo: Te vas de viaje a Italia en busca de un nuevo estila de vida pero sobretodo de crecimiento personal. Reconoces que hay mucho en vos por trabajar y cosas que directamente quisieras descartar. Por ejemplo, sos sumamente introvertida y te propusiste en este viaje ser extrovertida, conocer más personas, estar más abierta. Pero… te acompaña tu pareja, un amigo, o tu tía. Ellos ya te conocen, y si te ven actuar/ser de una manera que de lo normal no acostumbras, una vez puede que pase, pero luego ya podrían pensar que te sucede algo -en plan: estás loca- o inconscientemente vos te vas a limitar porque estás con el/ella y seguís sosteniendo una versión tuya que queres dar de baja solo para no incomodarle. Independientemente de quién te acompañe, no hay nada como viajar en busca de sentido estando solo.

Viajar solo es una experiencia única que toda persona debería experimentar una vez en la vida ¡mínimo! y no implica necesariamente gastar millones ni irse a la otra punta del mundo. Basta alejarse para ver con otra perspectiva, y estar en un lugar que nadie te conoce y que vos no conoces para actuar como realmente quisieras. Ahí está tu esencia: en todo lo que decidís ser, hacer y decir cuándo nadie te ve… Eso si, te lo planteaste ya? Quién querés ser? Que es aquello con lo que querés cortar? Y cuáles son esas fortalezas que querés exprimir? Porque de lo contrario para nada vale… Y cuidado, que pensar en quién queres ser no significa que no te aceptes como sos en este momento. Al contrario, la aceptación implica el reconocimiento de saber que podes ser mejor persona, estar en mejor estado y rendir más aún. Es ser autocrítico y trabajar en vos mismo para superarte día a día, no es cuestión de competencia con otros ni mucho menos, sino que se trata de pulir esa joyita que esta dentro tuyo! La competencia la tenés frente al espejo, y la lucha es contra la ignorancia, contra la zona de confort, contra aquello que decidis ignorar para no crecer y mejorar. 

A mi en lo particular me encantaba viajar. Papá vivía en otro país cuando yo era pequeña por lo que todos los años tenía una visita asegurada a Italia. Para mi ese viaje implicaba dejar en casa todas las preocupaciones, la rutina, absolutamente todo para ir a desconectar, disfrutar, despreocuparme y sentarme a ser la mimada de papá ese poco tiempo que estabamos juntos: comida rica, salidas, sus masajes en los pies, y no pensar en nada de nada. Asi que me encantaba. A los 18 recién cumplidos empecé a trabajar y desde entonces no pare, pues no hay vuelta atrás una vez lograda la independencia económica. Estudiaba en la Universidad la carrera de Psicología que a los dos años abandoné porque no podía con todo; seguí trabajando hasta que a mis 22 empecé a darme cuenta de muchas cosas: No me gustaba como me sentía de insegura en mi país, no me gustaba que no me rindiera mi sueldo porque todo estaba súper caro, me negaba a pagar un disparate de alquiler por un lugar que no era mio, como también me negaba a seguir conviviendo con mi madre. Tenía que moverme y no quería ver pasar el tiempo mientras estaba en el mismo lugar. Asi que a fines de año del 2021, haciendo la visionboard del 2022, me propuse emigrar. Tenía 6 meses para lograrlo con opción a extenderlo dos meses más. Y asi fue.

Uno tiene toda la vida para trabajar en si mismo, cada día es de aprendizaje y crecimiento. Pero les confieso que yo, en cuestión de 2 años, metí 5ta y acelere a fondo. Yo trabajé como nunca en mi y en la mujer que quiero ser, en construirme y pulir el diamante que hay dentro mio. Lo más tedioso de este proceso fue reconocer y ser consciente de todo aquello que no me gustaba y ¡desaprenderlo! Porque no es que simplemente vas mejorando y agregando a tu Ser las cosas bonitas que vas aprendiendo en el camino, sino que hay que hacer lugar, y para aprender primero hay que desaprender; ahí está lo difícil, en la deconstrucción. De ideas, de respuestas, de actitudes, del impulso que forma parte de vos… Caí en cuenta de que si bien el crecimiento personal es algo de toda la vida hay que saber que el tiempo se pasa rápido, y cuánto menos estés en ese mood automático más libertad vas a sentir, no se trata del control de tu vida, se trata de conocerte* (Por lo general, nadie quiere revolver en la mierda que tiene dentro ni justificar sus comportamientos impulsivos o el porqué su vida se les va de las manos, es más fácil justificarse con un «Yo soy asi»… y no hay peor condena a uno mismo que no permitirse aprender y crecer). Es un proceso difícil si, pero una vez que estás en ello da un gusto increíble, ahi en tu interior es donde están todas las respuestas. Solo falta querer para tomar acción y responsabilizarte de tu vida. Agarrar las riendas y elegir el camino. Nos vamos haciendo y formando a medida que vamos viviendo y creciendo… encasillarse y refugiarte en una versión tuya que simplemente creaste por sobrevivir es un poco triste, sobretodo cuando empezas a ser consciente de que ese molde te quedo pequeño. Por eso vuelvo y repito: la desconstrucción es la base para poder reinventarte.

*Esto es lo que luego aprendí se denomina Locus de control interno: El locus de control interno se trata de emanciparse emocionalmente, de adquirir poder sobre tus emociones y por lo tanto de tus acciones -que son las cuáles van a formar tu destino y por lo tanto te brindarán felicidad. Las personas de éxito son aquellas que tienen un poderoso LCI porque saben lo que hacen, hacen lo que sienten y estan seguros de si mismos, firmes en sus ideas y valores.

Se siente tan bien, renunciar a todo, bajar a todos del pedestal en el cuál los idealizamos y subirse uno mismo y observar el panorama desde lejos. Hace falta, para hacerte consciente de tu propio valor, de ver hasta dónde podes llegar, de lo que sos capaz de lograr… Cuesta y mucho si, sobretodo cuando se está lejos; pero cada elección, por mínima que sea, es lo que te va a acercar a esa versión tuya que tanto anhelas. Las personas y las situaciones son pasajeras y todo está para enseñarnos. Por eso hay que disfrutarlo cuándo se presenta y dejar ir cuando haga falta. El aferrarse no hace más que estirar el dolor lentamente por algo que tarde o temprano termina rompiendose a la fuerza. Nos abrazamos al sufrimiento y a esa incomodidad que lleva tanto tiempo ahí que de incómodo no tiene nada, al contrario, se te hace cómodo. Familiar. Por eso cuesta soltar. Si me preguntan si a mi me costó separarme les diría que si, obvio. Me costó a tal punto que aquello familiar me empezó a asfixiar tanto que necesitaba moverme de ahi urgentemente. Me sentí estancada. Me sentí agobiada y sola. Lo intentamos mucho pero llega un momento que no se trata de arreglar aquello que esta roto, sino de dejarlo estar con cuidado para que no se rompa más.  Ahí está el amor: en cerrar la puerta con cuidado cuando te vas. Nunca va a ser fácil para ninguna de las dos partes, pero por qué hacerlo tan difícil? 

El momento del cambio

A finales del 2020 , cuándo tenía 22, empezó lo que yo llamo «Mi proceso personal». Ese verdadero viaje al interior de uno, el autodescubrimiento y el cuestionamiento de mi vida. Fue cuando más fuera de lugar me sentí. No recuerdo algún momento clave que me haya hecho clic para dar marcha a todo esto; solo pasó. Un día vi una imágen en pinterest donde recomendaban «Libros que toda persona deberia leer», y me llamó la atención un libro en particular, el libro de Cree en ti de Rut Nieves. Asi que lo busqué y lo busqué y estaba agotado en todos lados. Llamé a librerias, lo queria encargar, pero nada. Como es una trilogía, decidí empezar por el segundo que si estaba en librerias. «Haz tu sueños realidad – Manual avanzado de manifestación». Quedé fascinada, asi que al tiempo fui por el tercero y luego el primero. Esta trilogia de Rut Nieves fue mi primer gran escalón en Mi Proceso. Sobretodo el último libro ‘El amor de tu vida’, me ha enseñado muchísimo sobre amor propio, sobre la dependencia emocional, sobre saber soltar, o mejor, no sostener. Asi que uso y ¡recomiendo! También estuve un año haciendo terapia con un psicólogo excelente que conocí y fue un pilar en mi camino. Bendita sea la terapia y ojalá todos se dieran un espacio así, porque no solo es válido cuando te sucede algo o por tratar situaciones puntuales. Cuando buscas respuestas que ya están dentro tuyo y a las cuáles no sabes como llegar, tenes que buscar a alguien que te guíe y te ayude a iluminarte, sea la terapia que sea, pero está en vos el reconocerlo y pedir ayuda. A veces uno se cree que lo puede todo y esta excelente, pero no te sabotees a vos mismo cuándo no podes más, pedir ayuda es fundamental para encontrar claridad. 

La cuestión fue que asi se fue dando, y como dice el dicho una vez que abrís la puerta, se te abre el universo entero… Mi hermano estaba en una academía de trading donde realizaban eventos y algunas veces yo lo acompañaba; encontraba un ambiente súper cálido pero sobretodo de crecimiento. Estaba abierta y receptiva a todo. Con los libros, las conferencias, la información que iba apareciendo ante mi constantemente, día a día, el interés era cada vez más grande. Y si hay algo que aprendí en este tiempo es que una vez que una persona realmente DESPIERTA, que suelta el piloto automático y decide tomar las riendas de su vida, no hay vuelta atrás. Es un camino con muchos altibajos si, pero no hay desentendimiento; somos como una esponja absorviendo información, situaciones, momentos que nos van a encaminar a esa versión nuestra mucho más autentica, y sobretodo: Consciente. Asi que en definitiva creo que es algo que se da naturalmente en el momento en que uno se siente realmente preparado para hacerse cargo de su vida. Puede ser conscientemente o no, puede que se vaya dando de a poco como quizás sucede a la fuerza con un acontecimiento que nos marca. El punto es: Despertar. Y estar receptivo a tanto cambio… por que podrás tener la información delante de tus ojos pero si no tenes el mínimo interés por crecer como persona, por conocerte a vos mismo, no vas a verlo por más de que lo tengas delante de tu nariz. 

Al principio parece todo color de rosas, pero solo parece… Yo lo comparo a un viaje en una montaña rusa: estás abajo, de a poco vas subiendo y subiendo, se siente la euforia de estar en lo más alto y ver todo desde otra perspectiva. Es increíble. Pero de repente, en cuestion de segundos estas en lo más bajo. Y da miedo esa bajada repentina, nos sentimos mal, nos genera náuseas y es incómodo. Y asi sucesivamente, habrá dias que estemos en lo más alto y otros que estemos allá abajo, pero lo realmente importante es disfrutar el viaje. Porque son MOMENTOS. Los buenos hay que disfrutarlos, de los no tan buenos hay que aprender; sacarles provecho. Porque cuando no aprendemos de los obstáculos que se nos presentan, cuando nos negamos y no lo queremos ver, la vida nos va a presentar situaciones similares una y otra vez hasta poder procesarlo, integrarlo y entender. Que tiene para enseñarme esto que estoy viviendo? Aquello que no me gusta, que refleja en mí que debo trabajar? Por qué? Hay que cuestionarse que nada sucede porque si… Estamos en la vida para disfrutar y aprender, sólo que está escuela es muy particular, y si vos no te dispones a aprender y te chocas con la misma piedra cinco veces, va a llegar un momento que te tocará aprender a la fuerza. Y pobre de vos que culpes a la piedra… La cuestión es la disposición al crecimiento y al aprendizaje. Como cuándo uno es pequeño que te enseñan a andar en bicicleta; primero con ayuda y con rueditas. Después te quitan las rueditas y te sueltan sin que te des cuenta… y así aprendes: a los porrazos, levantándote del suelo una y otra vez. Pero una vez que lo dominas ya está; no te tienen que enseñar de nuevo. Asi funcionan las lecciones. Y esta montaña rusa llamada Vida no es la excepción: Es tropezar, caer, y levantarse con más ganas. 

TIP 1: Disfrutá del viaje de la vida, aprovecha los momentos lindos y aprende de los no tan lindos…

Es doloroso e incómodo, requiere de mucho valor revisar y desmantelar heridas; es sacar a la luz esa parte nuestra que mantenemos reprimida, que no nos gusta pero siempre está ahí. Es el inconsciente, ese escombro de pensamientos y creencias que seguramente nisiquiera nos corresponden, que solo lo aprendimos porque fue lo que nos enseñaron. Crecimos con las ideas de nuestros padres, abuelos y asi sucesivamente; creencias de generaciones pasadas que nos condicionan en toda nuestra vida; y puede que muchas de esas creencias te impidan alcanzar tus sueños porque te hacen quedar estático en lugares que ya no te sientan bien o dónde no podes crecer, simplemente porque son sitios conocidos y salir de la zona de confort para abrirse paso a lo nuevo causa vértigo.Desde hace muchísimo tiempo la ruptura (aplica para cualquier vínculo) esta vista como un fracaso, como una pérdida de tiempo. Y uno a medida que crece realmente se va quedando en la costumbre: en esa relación que no nos llena, en ese trabajo que ya no nos gusta y que además te genera un estrés que se te cae el pelo, en esas amistades en las que ya no vibramos ni compartimos cosas en común… nos quedamos y soportamos como si tuviésemos esta vida para siempre; cuando deberiamos vivir cada dia como si fuese el último. Y en el momento que sentís ese clic dentro tuyo y te das cuenta que es hora del cambio, hay que agarrar escoba y pala y ponerse a mover escombros, que no será tarea fácil… pero después de tanto esfuerzo, después de sacar todo eso que no nos pertenece, aparte de ver ese espacio (nuesta mente) con más clariad, podemos empezar a llenarlo y decorarlo con lo que nos gusta, sembrar pensamientos nuevos, ideas creativas, hacerlo nuestro espacio: Porque es donde vamos a estar de ahora en más. Y eso es lo importante, procurar sembrar bases sólidas que se alineen con lo que realmente querés ser, con el propósito que tenés, con todo aquello que te potencia.

Cuantas veces queremos hacer algo y nos limitamos porque a fulanito no le fue bien? O porque nuestros padres nos dicen que no va a funcionar, o porque un amigo nos dice que no tiene sentido, que mejor probar con otra cosa. Estamos rodeados de personas que tampoco se animan, que tienen más excusas que ganas, de cobardes que se quedan en el lugar con la duda, preguntándose que hubiera pasado, todos igual de limitados y llenos de miedo.  Las personas de éxito son las que lo intentan y fracasan las veces que sea necesario pero que no le tienen miedo al éxito; porque no hay fracaso: Hay aprendizaje. Fracasa quien nisiquiera lo intenta. Y el éxito es la acumulación incesante de intentarlo una y otra vez. Es la suma de todos los fracasos cada vez mejorados. Quienes hacen las cosas diferentes son quienes tienen resultados diferentes. Por eso hay personas que lo logran. Por eso tenemos ídolos que admiramos, por eso hay personas que hacen historia. Cada uno de nosotros puede marcar la diferencia y ser admirado por eso. Vinimos a este mundo con un propósito, solo nos falta creer en ese potencial, en animarse a ir por más y descubrir nuestra razón de ser. De pequeños tenemos sueños gigantes, somos tan inocentes e ilusos… Luego la realidad nos baja a tierra. La realidad de ver a mamá y a papá luchando para que no falte nada en casa, evitando darse un gusto porque el dinero no alcanzaba, con más preocupaciones que sonrisas. Y a medida que el tiempo pasa y vamos creciendo, nuestros sueños son cada vez más y más pequeños. Es un poco triste la verdad, reducir tus sueños porque tu entorno te limita, porque las circunstancias y el lugar en el que te encontrás no son considerablemente apropiados para alguien que tiene tantas ganas de comerse el mundo como vos… Realmente son pocas las personas que logran salir de esa zona de confort -que de cómoda no tiene nada- para ir en busca de aquello que realmente los hace sentirse vivos, pero es justamente porque la incomodidad es tanta que solamente te impulsa a moverte de sitio, a seguir avanzando. Es detrás de la zona de confort dónde esta la expanisión. Si no te llevas a tus propios límites nunca vas a saber de lo que sos capaz. Te recomiendo leer la breve historia del elefante con cadenas para entenderlo mejor.

Llenando los vacios de amor propio

Cuando uno emprende este viaje de conocerse, es normal que nuestro círculo se vaya haciendo cada vez más y más pequeño porque no solo ya no compartís la misma energía sino que el hecho de que vos crezcas no quiere decir que los otros también lo hagan, las amistades como las parejas son ciclos en nuestra vida, vienen a enseñarnos algo y una vez se cumple su propósito ya dejan de formar parte. A veces a las buenas y a veces a las malas, pero no hay que aferrarse, hay que dejar ir, si no soltás aquello que ya no te inspira ni te motiva no estás dejando espacio para esos nuevos vínculos que estén alineados en tu nivel de aprendizaje y crecimiento. Todo esto implica volverse más exclusivo y no compartirnos con cualquiera ni tolerar situaciones que no nos gustan. Porque ante todo: uno mismo.

-Cabe destacar, y les comparto mi experiencia: en mi situación de loca emigrante y aventurera que prácticamente viajó sola, fue excelente comenzar de 0 sin conocer a nada ni nadie. Tenía pendiente muchas cosas por hacer y cumplir conmigo misma, aprendí a elegirme por sobretodo, ya no tolero situaciones que no me gustan e incomódan. Ni la mínima, no tengo por qué. Quién no respeta mis límites puede regresar por dónde vino… Aprendí a disfrutarme, me llevo a cenar, me llevo al cine, conozco lugares, personas, salgo, disfruto, de hecho fui a un concierto sola. Tengo más conexión con mi cuerpo, me escucho más. Me tengo paciencia. Me abrazo cuando lo necesito y estoy sola… Me siento completa y feliz. Pero sobretodo, trabajo cada día más en ser esa persona que anhelo, y en cumplir mis sueños. Sé que cada persona que se cruce en mi camino será para aportarme desde el amor o desde la enseñanza y me vínculo por elección y no por necesidad. Y cómo dijo Nietzsche «Mi soledad no depende de la presencia o ausencia de personas; al contrario, odio a quien roba mi soledad sin, a cambio, ofrecerme verdadera compañia».

A medida que nos vamos conociendo, la vida nos pone delante situaciones que por lo general son dolorosas pero que son piezas clave en nuestro crecimiento: tanto sea romper relaciones, alejarse de la familia, abrir los ojos y darnos cuenta de que quien creíamos ‘amiga’ nos falló; desgaste, cansancio… situaciones que nos llevan a nuestros propios límites. Límites que nos forjan el carácter. Es el momento de tomar decisiones. Aplica para todo, cada situación y persona que tenemos en nuestra vida está para enseñarnos algo, aparecen en nuestra vida con un propósito, y una vez cumplido, el ciclo se termina. Nadie ni nada es para siempre, hay que aprender a soltar con amor, sin forzar ni estirar lo que tarde o temprano termina rompiéndose a la fuerza. Lo que uno no se puede permitir, es dejarse de lado para cumplir expectativas ajenas ni para sostener vínculos que nos generen dolor, dudas, inseguridad… aferrarnos con fuerza no hace más que lastimarnos lentamente. Pero como en algún momento nos sentimos a gusto, felices, apreciados, tenemos la esperanza de volver a sentirnos de la misma forma… o será miedo de volver a encontrar algo igual? 

Ahi está el punto. Dejame decirte que no vas a encontrar algo igual, vas a encontrar algo MEJOR. No es porque yo lo diga, pero si tan solo lo intentarás, sabrías que la vida siempre te premia con algo mejor… que situación o persona ya no está en sintonía con tu vida? Es imprescindible? Podes hacer algo para dejarlo? Si, pensar en vos. Y animarte, que los miedos no se apoderen de vos, que lo único que logra el miedo es paralizarte. Tenés que hacerle frente a todo aquello que no te permita expandir. Hay que salir de la zona de confort, afrontar esos vacíos, transitarlos y aceptar. Llenar tu vida con cosas que realmente te aporten y te complementen, con personas de calidad: rodeate de amigas y amigos que te impulsen, que sepan estar, rodeate de personas de valor que te inspiren y crean en vos. Invertí tiempo en vos, en conocerte. Disfruta un momento a solas, a solas de verdad… es un lujo que casi nadie se puede dar. Porque nos hace ruido el silencio, porque no sabemos que hacer y buscamos la mínima para desviar la atención esta vez. Algo que hoy por hoy lo tenemos al alcance inmediato, basta con levantar el móvil y tirarte dos horas con la pantalla buscando una satisfacción externa y momentánea. No sabes como manejar lo que tenes dentro y buscas afuera… Es fácil evadirse del proceso porque nadie quiere transitar ese camino que sin dudas te trae mucho dolor. Pero es que ahi esta el crecimiento!!! Evitar el dolor no hace más que acumularlo… Abrirse al mundo con la vulnerabilidad que forma parte de vos es lo que te da justamente la fortaleza para transitar el proceso.

Explorando el mundo – sola

En agosto 2022 me fui de mi país con la idea e ilusión de mejorar mi calidad de vida, aprovechando para conocer y explorar. En ese momento viajé con mi pareja de 7 años, lo cuál significó un paso muy grande en nuestra relación… se supone. Porque a los meses, en diciembre, decidí separarme y seguir el camino sola. 

España fue una opción fácil y rentable, accesible en cuánto a precios y claramente por el idioma. Empecé a organizarlo todo, buscar fechas, pasajes, organizar y reducir gastos, etc. Pasadas las fiestas en diciembre y enero y de disfrutar del verano, me dedique a trabajar y a vender todas mis cosas. Todos mis ingresos los cambiaba apenas podía a euros. Mi objetivo estaba claro. Lo anuncié con mis amigas y mi familia porque para mi ya era un hecho. Avisé en el trabajo para que pudieran buscar otra persona. Tuvimos más o menos 10 despedidas. Fue increíble. En mayo me saqué el pasaje y el 4 de agosto 2022 estábamos viajando con Lucas. En diciembre de ese mismo año, a los 4 meses de haber llegado juntos a España tomé la decisión de separarnos y a los dos meses me mudé sola.

Me vi en situaciones difíciles y me sentí tan sola por momentos a pesar de que estaba acompañada, que pensaba, a qué costo estoy lejos de mi familia, amigas, de todo lo que es mío, si no me siento plena y feliz, en Europa y estando acompañada? Me di cuenta, mientras me veía llorar en el espejo del baño, sola y en silencio, que era algo muy mio. Que necesitaba encontrar esa compañia, ese amor, y esa plenitud estando sola. Asi que lo hice, a pesar de que fue muy difícil porque nos teníamos el uno al otro… yo no quería mantener una relación por el hecho de decir ‘estamos juntos y solos en otro país lejos de casa’; lo supe ver más por el lado de bueno.. lo intentamos todo, me alegro un montón de que hayamos llegado hasta acá, pero es momento de que cada uno siga su camino. Y soltar con todo el amor que le tenía. Claro está que nos costó, también porque fue algo inesperado en una situación completamente nueva para ambos. Pero yo soy responsable de una sola cosa: De mi vida y de mi misma. No me puedo responsabilizar por y para nadie, y en mi estaba presente que los dos lo habíamos intentado todo. Y luego de 7 meses (con)viviendo en Madrid me fui.

No tenía nada seguro en otro lado, ni trabajo, ni donde quedarme, ni conocía a alguien. Pero si había algo que tenía muy claro: Necesitaba tierra de por medio, aires nuevos y estar cerca del mar. Asi que viajé a Alicante con mi maleta y lo mínimo en el bolsillo. El primer día fue desconcierto total. Incrédula conmigo misma. El segundo día lloré muchísimo. Me sentí completamente sola. Y si, no era para menos: Estaba en un lugar nuevo que desconocía totalmente, sola y recién separada a meses de haber llegado. Al final, en tu vida pueden pasar millones de cosas, pero cada uno tiene la libertad de elegir que hacer con eso. Si te impulsa o te limita. Y yo estaba en un momento de mi vida que no conocía limitaciones, todo lo usaba a mi favor para aprender y crecer. Necesitaba experimentar esto sola. Mi enfoque y mi hambre de superación hizo el resto… 

Asi que ese mes en Alicante me dediqué viajar, conocer personas, tuve experiencias increíbles, conocí lugares hermosos, y nunca me sentí con tanta libertad en mi vida. No debía explicaciones a nadie, nada ni nadie interrumpía mi paz, aprendí a disfrutar sin mostrar tanto, en silencio, en lo personal… nunca estuve tan agradecida en mi vida. Por las experiencias, por las circunstancias, pero sobretodo conmigo misma. Por no tener miedo a elegir mi paz a pesar de que me cueste la soledad; por proponerme algo y lograrlo. Por tenerme paciencia, por mimarme y cuidarme. 

Quizá esto te suene repetitivo pero dejame decirte que como es adentro es afuera y agradecer es el arte de atraer cosas buenas para seguir agradeciendo! Si no empezas a disfrutarte vos mismo, a conocerte y a darte todo el amor y cuidado que necesitas, tristemente vas a generar vínculos destructivos, porque vas a buscar afuera todo aquello que está en tu interior y no reconoces. La falta de amor propio solo hace que te relaciones con personas que asi te traten de la peor manera lo vas a soportar, por no quedarte solo y creer que el amor esta ahi, por conformarte con lo más mínimo e insignificante y creer que eso es lo que te mereces por ser como sos. Date tu lugar y animate a descubrir ese potencial que tenes dentro, pone límites, respetate, cuidate, que todo eso lo vas a ver reflejado en el exterior una vez lo interiorices. Si no te amas vos mismo nadie más lo va a hacer…

Estaba en una novena planta, en un balcón con vistas a todo el puerto de Alicante y donde cada tarde la vida me regalaba espectaculares atardeceres; respiraba sintiendome agradecida y valiente como nunca y exhalaba todas las preocupaciones porque tenía la certeza de que estaba haciendo lo correcto. Estaba sola como tanto quería, cerca de la playa, viviendo otra experiencia nueva y reconfortante. Aunque tuvo sus momentos claro está, sobretodo porque estuve un mes donde no conseguí trabajo. Y tomarse unos días libres esta bien pero después la cabeza empieza a dar vueltas y sobrepensar… cómo iba a hacer para mantenerme y vivir sin un trabajo estando sola en Europa? 

Me di cuenta y fui consciente de que pensaba muchísimas cosas, buenas, malas, caóticas, ilusas, pero no sabía que iba a hacer. Me fui de mi país con una idea y buscando estabilidad y me encontraba totalmente inestable. No sabía realmente que quería hacer ni cómo lo iba a lograr. La cuestión es que un sábado, día hermoso soleado, fui a una cala con una amiga y el novio. Cala Cantalar en Alicante, quede totalmente fascinada con lo que veía; el mar totalmente transparente y de un color espectacular. Lleno de rocas, palmeras, viento. Y entre nuestra conversación él me preguntó que iba a hacer, si me quedaba o me iba… Buena pregunta! Llegué a casa en la noche con eso en la cabeza; algo iba a tener que hacer al respecto. Asi que al día siguiente, me desperté temprano un domingo, me preparé el bolso y me fui a la playa, sola, con mi cuaderno para escribír y el mate. Estuve un rato tomando sol y dejando que las ideas fluyan dentro de mi. Asi que para cuando agarre la lapicera y el cuaderno y empecé a escribir simplemente fluyó. Entendí entonces la importancia de poner en palabras todo eso que sentímos, aunque no tenga tanto sentido… 

Una vez más: todo se acomoda. Si no pasa, es porque ahí no es. Evidentemente la Vida tenía más y mejor para mi. Me ofrecieron trabajo en Valencia! Armé la maleta y una vez más, mudanza. Lo que tiene de bueno andar ligerita de equipaje, que sin tanto rodeo, te mudas en un viajecito. Me programé un Blablacar (el transporte) y a los días me fui a Valencia a comenzar de nuevo.

Primer año viviendo en España

Y en un momento dado, se está terminando julio, un mes que para mi se resume en una semana y que lo cerramos con una crisis existencial; pues estoy a 10 días literalmente de cumplir mi primer año de emigrante. Y en el bucle de pensamientos en los que me enrosco a veces, culmino mi día con un ataque de ansiedad. Y es que vengo muy emocional y muy conectada con mi cuerpo; me pedía descanso asi que elegí un lugar, busqué como llegar, me preparé todo, y al otro día a las 9 de la mañana ya estaba camino a Cullera, un «pueblo» de valencia, si es que se le puede llamar asi, con playas y montañas hermosas. Desconecté y disfruté mucho, camine y recorrí cada calle. El día se me pasó tan rápido que cuando cayó la noche, me bajo a tierra toda la carga emocional que venía acumulando hace días. Entre el trabajo, ir al gimnasio, ir a otro trabajo, organizar mi día siguiente, las comidas, los 40 grados y la fucking rutina la verdad es que si, necesitaba desconectar. 

Haciendo catarsis de mi primer año viviendo en España me he dado cuenta de muchas cosas pero basta con destacar algunas que, hasta entonces no había sido realmente consciente: La valentía y el coraje que tengo. La determinación para todo lo que me propongo. La capacidad de adaptación y de aprendizaje. La locura (claro está) y lo grandiosa que soy. Puede que para algunas personas esto suene muy… egocéntrico? Da igual. Sólo yo sé las millones que he pasado que nadie se ha enterado. Y ni que hablar de las veces que he pasado mal y me saqué adelante solita cuándo solo quería hacerme bolita y llorar. Tuve 5 trabajos diferentes, me mudé otras 5 veces y me he sentido estancada aún más. Pero siempre,  SIEMPRE busqué la manera y salí adelante. Aprendí que si se me presentaba un problema, si o si tenía solución, quizá me resultara más o menos fácil descubrirlo, pero siempre pude y siempre voy a poder.

Descubrí la importancia de los vínculos. Supongo que fue también por el hecho de aprender a estar sola, que cómo les decía antes, aprendí a escucharme más y a ser más intuitiva, sumándole el hecho de que enseguida capto las energías de quién se me presenta. Realmente todas las personas que conocí y que se me cruzaron en mi camino, me enseñaron algo diferente. Y de los vínculos fuertes que he creado independientemente del tiempo que hayan estado en mi vida, tengo la fortuna de decir que los mejores permanecen conmigo. Tengo amigas que son todo lo que está bien. Conocí personas que me ayudaron un montón aún cuando yo pensaba que estaba sola, lo cuál me lleva a otro aprendizaje: Yo creía que estar sola era realmente estar sola para todo. Y puede que para muchas cosas si, pero no siempre. Aprendí a dejarme abrazar y a pedir ayuda cuando es necesario. A saber que si puedo contar con quienes me rodean, lo cuál me ha costado mucho porque siempre me vi resolviéndome sola, y puede que alguna de las veces que me han ofrecido ayuda también hayan esperado algo a cambio, que lo puedo entender perfectamente, pero en esos negocios prefiero no entrar…

OCTUBRE 2023

Poco se habla del lado B de saber estar solos, de lo que conlleva la verdadera soledad. Y ni que hablar de cuando uno emigra. No poder abrazar a los tuyos tanto en lo bueno como en lo no tan bueno, en los momentos difíciles es cuando cuesta más. Cuando ellos te necesitan, y cuando vos los necesitas.

Y una videollamada acorta distancia, pero el abrazo quién te lo da? No queda otra opcioón que secarse las lágrimas y aprender a respirar hondo… una vez más. Y cuando te sentis realmente saturada, la opción de salir a correr para gastar energía y desconectar suena bien, pero al final te quedas en la cama; en una cama que no es tuya, en una habitación pequeña de paredes blancas que se siente fría… y que no se siente ni un poco como tu refugio ni tu hogar.

Es muy alto el costo de salir de la zona de confort, y considero admirable a quien lo intente sea cual sea la situación. A quienes dejan absolutamente todo para estar mejor, para intentarlo, proyectando un futuro mejor, pagándole el viaje a mamá y a papá, a que también puedan estar mejor, aunque sea unas vacaciones… Pero esa proyección es a largo plazo… y mientras tanto, el proceso es un sube y baja emocional que al final de la primera vuelta, cuando ya te crees más «estabilizado» te das cuenta de que no hay nada estabilizado; y te deja en un coma emocional.

Estaré en el camino correcto? Realmente quiero estar acá? Quiero seguir solx o quiero estar con mi familia e intentarlo nuevamente? A qué voy a esperar? Cuándo lograré eso que quiero?

Y son dudas y dudas que te quitan el sueño.

Entre las cosas y personas que rescato de mi aventura, esta mi amiga Ana.

Uruguaya como yo que ya está hace 8 años en España. Yo la admiro, pues la veo, y es una mujer muy trabajadora, ambiciosa, que las fue pasando también, pero hoy por hoy vive en SU piso, con sus bebes perrunos Hugo y Pedrito, alias Patas cortas y Bizcochito (solo yo les puedo decir asi), y ahora en camino la princesita bebé. Y cuando yo le hablo y le transmito como me siento y en que posición me encuentro, ella me entiende perfectamente porque ya lo pasó… y me aconseja y me habla de tal manera que a mi me aporta un valor enorme. 

-‘Y te digo algo, yo cuando no tenía papeles decía bueno, cuando los tenga ya todo será diferente… y la verdad no amiga; es la mismo, nos ponemos una venda y ocultamos lo que nos duele y seguímos.’ Me dijo un día, en medio de una famosa crisis existencial replanteándome -una vez más- que carajos hacer con mi vida. Y la verdad es cierto, y esto acompaña el libro que estoy leyendo Hábitos Atómicos (uso y recomiendo): Nos ponemos una meta para motivarnos, y cuando alcanzas esa meta ya no hay más, no hay más por lo que trabajar, esa felicidad tan esperada que iba a llegar en el momento en que lo lograrás, dura tan solo un momento. Y después que? Entonces entendí que hay que abrazar, disfrutar y centrarse en el proceso, que las metas llegan solas… 

Pero volviendo al tema inicial: El proceso cuesta. Y tanto… 

Sin dudas que en la vida nada es «perfecto», es decir, no siempre se vive de la mejor forma, porque no siempre estamos al 100 por 100. Yo creo que justamente la perfección parte de abrazar todo: lo bueno como lo malo, lo lindo y lo que no es tan lindo… al final, la vida es esa montaña rusa que con sus altibajos siempre es perfecta porque nos pone en nuestro camino todo aquello que nos hace crecer y cada día nos vuelve más fuertes. Independientemente del propósito de cada uno, todos estamos para aprender en esta escuela en la que, las enseñanzas, son a base de caídas. Pero bien dicen, no importa las veces que te caigas, sino cuantas veces te levantas…

En cuanto a las caídas, yo considero dos opciones: A) Cuando tu vida en general está bien, estable, segura, cuando tienes un hogar, salud, trabajo, relaciones que te aportan valor, amistades de calidad, etc, y sucede un acontecimiento puntual que te saca de eje, es más probable que lo superes con más facilidad, porque si pones en la balanza las cosas buenas como lo malo que haya sucedido, la balanza se inclinará para el lado positivo, y tendrás un apoyo en el cual resguardarte; seguramente ese acontecimiento lo superarás más rápido. B) Cuando son acontecimientos que se van sumando y te desestabilizan en todo ámbito, por ejemplo: te peleas con tus padres, te queres independizar, pero estas sin trabajo, por lo cual te sentis frustrado y con mala energía, no te gusta pedir ayuda asi que te aislas, y te cerrás tanto que te vas hundiendo en los problemas. La balanza se inclina absolutamente para el lado negativo. Y te cuesta juntar fuerza para levantarte. 

Claramente, los «problemas» son muy personales y únicos para cada persona, porque la misma situación puede ser perfectamente diferente y aún asi válida tanto para Pepito como para Fulanito. Porque influye la percepción y vivencia de cada uno. Las caídas que a Pepito le parecen un simple raspón, para Fulanito puede ser una gran herida, porque son experiencias únicas de cada persona.

Lo importante de estas caídas, son la fuerza para levantarse del suelo y no quedarse estancado en esa bajada, que cuando sentimos que estamos mal a veces resulta muy difícil tener esa voluntad y resistencia que nos permita ver más allá, sobretodo cuando te encontrás solo.

Octubre 2023

En mis 15 meses de migrante, considero que estoy en la bajada. Y para mi mala suerte, con la opción B de las caídas: un acontecimiento tras otro que me sumerge en la desesperación, inestabilidad, dudas y ansiedad. Hace dos meses tuve que dejar el lugar donde estaba viviendo y buscar otra opción, lo cuál me resultó difícil pero que a las cansadas, me surgió una oportunidad. A su vez, dos meses antes cambié de trabajo, que si bien en un principio parecía bien, con el pasar de las semanas se me fue haciendo insoportable. En lo que a mi respecta, lo que a mi me da seguridad y estabilidad es justamente el trabajo y la vivienda, porque estoy sola y lejos: Yo solita me tengo que empujar cuando no tengo fuerzas, yo misma me tengo que mantener, tanto en gustos como en necesidades, y tengo que crear un nuevo camino si lo que tengo por delante no me resulta favorecedor. Y todo esto cuando si, me cuesta mucho pedir ayuda, porque esta es la vida que elegí y si hay algo que me encanta es la independencia, aunque a veces me cueste sudor y lágrimas. Asi que fueron unos meses de cambios que me tuvieron bastante tiempo por el suelo, independientemente de lo que aprendí. 

También soy muy autoexigente, asi que estar en el suelo mucho tiempo no es una opción para mi, pero madre mía… cuesta el doble levantarse cuando ya estas con el culo pegado al piso. No es fácil porque mentalmente resulta agotador cualquier acción que pueda hacer por mi misma, es un momento en el que no tengo claridad, me siento perdida, sin rumbo. Estoy sumergida muy tranquilamente en la procastinación. Me agobia pensar en toda la situación asi que prefiero evitar pensarlo y miro el móvil todo el maldito día, porque hasta me bloqueo para conectar conmigo misma. Me despierto de una siesta innecesaria, me quedo sentada en la cama mirando a la nada y con las ideas vacías, asi que decido ir a por un café y toma aire. Salgo a la vida, me pido el café y me siento en la terraza porque necesito aire, y con música chill en mis oídos, empiezan a florecer todas mis incertidumbres a la misma vez. Y se me caen las lágrimas, mezclando el sabor salado con el café caliente y dulce. Asi que me digo a mi misma: Un día a la vez. Y con la claridad de esa minúscula frase, decido irme a casa a ponerme linda para por lo menos, afrontar la vida con actitud y belleza. Y ahi voy, caminando como la diosa del Olimpo por las calles valencianas y con mil crisis existenciales dentro mio. Pero con la confianza de que al final del túnel, SIEMPRE encuentro la luz. 

Soy una persona que disfruta muchísimo la soledad, pero es cierto que nunca viene mal salir a desconectar y hacer un poco de sociales. Me di cuenta de que los problemas se solucionan uno a la vez, comenzando por lo más mínimo y lo que esté más a tu alcance. Esto también es relativo para cada persona porque pues todos tenemos prioridades diferentes. Pero ahi radica la magia de cada uno: en saber sacar esa fuerza para levantarse cuando más cuesta. Puede que tengas ayuda a tu alrededor, pero solo hay una persona que estará hasta el final: Vos mismo.

Esto me lleva a reconocer mis logros y a verme un año atrás, tal vez 2, tal vez menos. Observar ese camino recorrido para recordarme a mi misma de dónde vengo y todo lo que ya superé, incluso cuando pensaba que no podía más. A veces uno intenta ver los resultados y el foco esta solo ahí que perdes de vista todo lo que acompaña, y que es igual o más importante: El proceso, el camino, esa montaña rusa de emociones y aventuras… 

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS